Las Constelaciones Familiares nos muestran las dinámicas inconscientes en las que nos vemos envueltos, y el camino para que vuelva a fluir la armonía en nuestras relaciones y en nuestra Vida. Tomando conciencia del lugar que nos pertenece y de nuestras raíces, conectamos con nuestra fuerza, con nuestra sabiduría interna y con la capacidad para confiar y abrirnos a la Vida sin miedo.
En los talleres de Constelaciones Familiares hacemos que lo invisible se vuelva visible, descubrimos el origen, y también el camino, para desbloquear o superar aquello que nos está provocando desequilibrios o nos mantiene estancados. Se pueden constelar conflictos, fobias, miedos, temas de salud, trabajo, familia, pareja, adicciones, apatía, tristeza, depresión, desvalorización….
A los talleres podemos asistir para constelar algún tema personal o como observadores, papel en el que también trabajamos temas nuestros, que se ven reflejados, de una manera u otra, en las Constelaciones de los compañeros. Constelar nos aporta siempre claridad y dirección en la sanación de nuestras heridas.
María Ángeles Alandete Segura facilitadora de Constelaciones Familiares
Recuerdo que a mis 16 años, ya tenía muchas inquietudes, muchas preguntas sin respuesta, y una cantidad considerable de nudos en mi vida que no conseguía desenredar. Buscaba aquí y allá las respuestas a todas esas preguntas. Comencé a buscarlas primero en libros, luego a practicar meditación, a asistir a charlas y a cursos de autoconocimiento (en aquel momento bastante escasos). Me acostumbré a ir mirando cada vez menos fuera, y más adentro; y a buscar allí las respuestas. La vida, poco a poco, las fue trayendo, y fue también abriendo nuevos caminos de aprendizaje. Más tarde en el tiempo, me fui formando en diferentes terapias: Esencias florales, para trabajar con las emociones estancadas, bloqueadas. Con el dolor, la tristeza, la ansiedad, y tantas otras.
Hice, durante un largo periodo de tiempo, seminarios de Kinesiología, de Restauración Bioenergética, y muchos otros. Y luego, llegaron las Constelaciones Familiares. Durante años, asistí a talleres de Constelaciones, comprendiendo con más profundidad cada vez, las poderosas fuerzas que nos mueven, las lealtades, los lazos, y los vínculos visibles e invisibles que tenemos. Fui ampliando la mirada, y el espacio, tanto en mi mente como en mi corazón, hacia nuestro árbol genealógico; hasta que un día, sentada en silencio frente al mar, decidí formarme en Constelaciones Familiares. Nunca estaré suficientemente agradecida de haberlas encontrado en mi camino y de aquella decisión.
Desde entonces, hace más de 10 años ya, trabajo con ellas, tanto a nivel grupal como individual, y no consigo imaginar ningún otro trabajo más bello, ni en el que desearía estar. Cada sonrisa, cada nuevo brillo en los ojos en los que antes había tristeza o desaliento, cada espalda y cada corazón más ligeros de pesos, nudos y cargas, son preciosos regalos que recibo en cada taller.