El TANV es el menos conocidos de los trastornos del aprendizaje y por ello está infra diagnosticado. En términos generales, los niños con TANV presentan dificultades en tareas que requieren una buena coordinación de la motricidad fina y de la percepción y orientación espacial. Estas dificultades repercuten en el grafismo, actividades de construcción como los puzles, orientación y distribución de las tareas escolares en el papel, aprendizaje de hábitos de anatomía (como vestirse y abrocharse) y actividades deportivas. El contraste con estas dificultades que les hacen parecer torpes, muy a menudo destacan por sus habilidades relacionadas con el lenguaje. Son capacidad de utilizar un vocabulario muy rico y ser muy buenos conversadores. A pesar de esta habilidad para la comunicación oral, su torpeza en las actividades físicas y una cierta ingenuidad en la interacción con niños de su edad les llevan, en muchos casos, a importantes problemas de relación y autoestima. En cambio, suelen relacionarse bien con los adultos.
El TANV se conoce desde hace relativamente poco tiempo. Las primeras publicaciones datan de la década de los años setenta cuando dos autores Myklebust y Johnson describieron a un grupo de niños con dificultades para comprender el contexto social y con escasa habilidad para el aprendizaje académico. Las pruebas de inteligencia que se realizaban a estos niños arrojaban buenos resultados en cocientes de inteligencia verbal y malos resultados en los cocientes ejecutivos.
A pesar de estas primeras descripciones hasta 1982 B.P. Rourke no aportó una visión más completa de las manifestaciones del TANV, así como de las posibles causas y localización de las estructuras cerebrales disfuncionales. Este autor relacionó por primera vez el TANV con una alteración de la sustancia blanca cerebral, especialmente en el hemisferio cerebral derecho.
El desconocimiento de este trastorno, tanto en el ámbito medico como psicológico y pedagógico, hace que muchos de estos niños estén sin diagnosticar y por tanto sin recibir las ayudas educativas necesarias. La buena capacidad para el lenguaje de estos niños, sus conocimientos en algunos temas y en la mayoría de los casos, su buen aprendizaje inicial de la lectura hacen que su torpeza sea considerada como vagancia o falta de motivación. Sin embargo, especialmente en este trastorno del aprendizaje, los problemas de autoestima, ansiedad y rechazo social son muy frecuentes.
¿Cuáles son las causas del TANV?
El TANV no es un trastorno específico en sí mismo sino un perfil determinado de habilidades y dificultades cognitivas y conductuales que puede obedecer a causas distintas. Muchos de los niños que padecen este trastorno son niños con una inteligencia normal y sin otras alteraciones genéticas y/o neurológicas conocidas. Sin embargo, algunos trastornos neurológicos y de problemas del funcionamiento cognitivo tienen las características del TANV. Este dato se debe a que los síntomas del TANV traducen el mal funcionamiento de unas determinadas estructuras cerebral. Las causas de este mal funcionamiento, sin embargo, pueden ser muchas y en bastantes ocasiones desconocidas.
Describiríamos una situación parecida al hablar del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). Aunque los síntomas pueden ser diversos, los síntomas traducen un mal funcionamiento de unas estructuras cerebrales determinadas. Así como en el TDAH existe un componente familiar y genético, en el TANV se desconoce que exista un componente familiar y no se sabe cuáles son las bases genéticas que lo condicionan.
En el TDAH halábamos que las estructuras cerebrales implicadas eran los lóbulos frontales. En el TANV estas estructuras son:
- Sustancia blanca cerebral
- Hemisferio cerebral derecho
Sustancia blanca cerebral
En el cerebro se diferencian dos tipos de tejidos:
- La sustancia gris formada por células nerviosas o neuronas que se encuentran en la llamada corteza cerebral o capa más externa del cerebro y en estructuras más profundas o núcleos grises. En la corteza cerebral es donde están ubicadas las distintas funciones cognitivas
- La sustancia blanca está constituida por fibras que conectan las distintas aéreas de la corteza cerebral. Existen fibras que conectan regiones entre sí, dentro de un mismo hemisferio cerebral y otras que conectan los dos hemisferios cerebrales entre sí. De estas últimas, la más importantes es la llamada cuerpo calloso.
Durante mucho tiempo se pensó que el papel del hemisferio cerebral derecho en las funciones cognitivas era muy inferior al del hemisferio cerebral izquierdo. La localización en el hemisferio izquierdo del lenguaje, la habilidad que mas diferencia al ser humano de las otras especies hizo considerar a este hemisferio como el fundamental para los procesos cognitivos complejos. El hemisferio derecho es fundamental en funciones que requieren orientación en el espacio, habilidades artísticas, y en la capacidad de adaptación y comprensión de situaciones sociales.
El hemisferio cerebral derecho
El hemisferio cerebral derecho se desarrolla más rápidamente que el hemisferio izquierdo, procesa información nueva y tiene un papel fundamental en la adquisición de nuevos aprendizajes durante las primeras etapas del desarrollo. A pesar de que sea el hemisferio izquierdo el especializado en el lenguaje, es el hemisferio derecho el responsable de la expresión o mímica facial, el tono y melodía de la voz, gestos, etc. El hemisferio cerebral derecho procesa mejor la información que se recibe por vías sensoriales táctiles y visuales, mientras que el hemisferio izquierdo es superior en el procesamiento de la información por vía auditiva. Estas habilidades del hemisferio derecho son las que permiten la comunicación con un bebé y sin fundamentales para el posterior desarrollo de la comunicación por medio del lenguaje. Si pensamos en una expresión como “que te parta un rayo” el hemisferio izquierdo es el que produce y comprende el sentido estricto de las palabras. Pero la correcta interpretación de la frase con su sentido metafórico depende del hemisferio derecho y sin él interpretaríamos que nuestro interlocutor desea que un rayo nos electrocute. El hemisferio derecho es capaz de hacer la interpretación correcta porque analiza la información de una forma global y dentro de un contexto, percibiendo ideas el tono de voz, la gestión y la expresión de la cara del interlocutor.
¿Cómo ayudar al niño con TANV?
El paso más importante para ayudar al niño con TANV y a su familia es diagnosticarlo lo antes posible. Cuando los padres o el propio niño saben que sus dificultades son debidas a un trastorno conocido y se les proporciona la información necesaria, suelen sentirse aliviados. Posteriormente las ayudas psicopedagógicas deben establecerse de forma individualizada a partir de los resultados de la valoración neuropsicológica completa.
La intervención psicopedagógica debe dirigirse por un lado a compensar en la medida de lo posible las dificultades y por otra a potenciar las habilidades. Deberán incluirse objetivos dirigidos a mejorar aspectos de las áreas social, viso espacial, motriz, emocional y académico.
Como en cualquier intervención terapéutica, en los trastornos del aprendizaje es fundamental la colaboración del colegio y de los padres con los profesionales encargados de la reeducación. El TANV es uno de los trastornos en los que se tiende a subestimar su importancia y la necesidad de tratarlo ya que las habilidades lingüísticas del niño crean la falsa apariencia de gran capacidad intelectual. En el colegio además, puede malinterpretarse la torpeza que muestran estos niños a la hora de manejar las relaciones sociales y solucionar los conflictos, como si fuera un deseo de llamar la atención.
Consideraciones tanto en el ámbito familiar como escolar
Al igual que en cualquier otro enfoque de tratamiento, en un niño con dificultades de aprendizaje debe utilizarse el refuerzo positivo. Las desaprobaciones repetidas no van a ayudar en su progreso e influirán negativamente en su autoestima. Es muy importante evitar sobre todo la descalificación en clase en presencia del resto de compañeros.
Debe evitarse la utilización de términos ambiguos, frases en sentido metafórico, preguntas abiertas, ironías o sarcasmos ya que el niño con TANV tiene dificultades para comprenderlo
Es importante potenciar las habilidades verbales del niño con TANV para intentar compensar sus carencias. Debemos ofrecerle siempre que sea posible un refuerzo verbal en la información que queremos transmitirle para compensar las dificultades de comprensión y visual.
La lentitud para trabajar de los niños con TANV debe hacernos programar y estructurar muy bien las tareas teniendo en cuenta que debe quedarle tiempo para las actividades lúdicas que él escoja
Intervención en el área de relación social
Los niños con TANV no poseen habilidad para comprender aspectos no verbales en la comunicación, ni para adaptarse a los cambios, ni para interpretar consignas necesarias en la interacción social. Por este motivo, la intervención específica en esta área irá orientada a:
- Evitar el aislamiento
- Estar atento a que no sea objeto de burla por parte de otros niños
- Enseñarle verbalmente estrategias cognitivas para mejorar los aspectos pragmáticos del lenguaje y para comprender la comunicación no verbal
- Acercarlo a compañeros con modelos correctos de conducta social para que aprenda comportamientos apropiados en diferentes situaciones
- En clase situarle cerca del profesor y al lado de un compañero que sea un buen modelo para él.
- Hacerle participar en situaciones de aprendizaje cooperativo: por ejemplo trabajos en grupo donde él se ocupe de la exposición oral y no del redactado.
- Evitar en la medida de lo posible conceptos ambiguos y abstractos del tipo “sé bueno sé educado, sé responsable”
- Proporcionarle una rutina diaria y un contexto seguro
- Anticipar con tiempo suficiente los cambios. Explicar quién, qué, por qué, cuándo, dónde y cómo.
- Fortalecer la independencia del niño de forma gradual y en contextos controlados
Intervención en el área de orientación espacial
En algunos casos el niño con TANV se orienta mal en el espacio y se pierde con facilidad por lo que se siente muy inseguro. Le servirá de ayuda:
- Orientarle con pistas verbales a moverse por el espacio
- No dejarle nunca solo en situaciones nuevas o poco conocidas
- Escribir una a una las pistas visuales que se vaya encontrando durante el recorrido
- Describir el significado de información visual como las señales de tráfico o lo referente a lugares concretos
- Ofrecerle indicadores que le faciliten el reconocimiento del espacio; por ejemplo colocando carteles en las puertas
- Ofrecerle tiempo extra para llegar a los sitios y no penalizar los retrasos
- A principios de curso, asignarle un compañero que le oriente en los cambios de clase
- Escribir el horario del niño en la agenda para que pueda llevarlo de clase en clase
- Reservarle un sitio dentro del aula donde haya pocas interferencias sensoriales
- Utilizar material especifico con referencias espaciales
Intervención en el área de coordinación motriz
Les serán de utilidad estrategias como:
- Adecuar a sus dificultades la organización del espacio físico del aula. Dejarle más espacio o situarle en un extremo de la fila
- Facilitarle estrategias de cómo apoyar la carpeta para poner y sacar los papeles sin que se le caigan, enseñarle trucos para vestirse de forma adecuada y para abrocharse…
- Adaptar las expectativas a las clases de educación física, plástica y música
- Hacerle participar en deportes colectivos e individuales
- Poner especial atención a la prevención de accidentes
Intervención en aspectos emocionales
Las dificultades del niño con TANV a menudo le crean ansiedad y excesiva preocupación ante situaciones en las que no puede anticipar qué pasará. Se trata de niños muy vulnerables y propensos a desarrollar trastornos internos secundarios. Así pues, es necesario velar para que no se sienta angustiado por medio de:
- Proporcionarle un contexto predecible y estable en el que se sienta seguro
- Asegurarnos de que no sufra acoso físico ni psicológico
- Educar desde el colegio sobre la diversidad no solo de etnias y procedencias geográficas sino sobre la diversidad de habilidades y dificultades entre las personas
- Ayudarle a mejorar su autoestima atribuyéndole una responsabilidad en clase
- Reforzar sus puntos fuertes
- Respetar sus centros de interés
- Adecuar la forma de dirigirse a su nivel de desarrollo social
Conseguir los recursos educativos que necesita el alumno con TANV no es tarea fácil, tanto por el desconocimiento que existe sobre este trastorno como por su complejidad. Sin embargo, es absolutamente necesaria su aplicación para proporcionar al niño la posibilidad de desarrollarse al máximo a pesar de sus dificultades a nivel académico y social. La intervención multidisciplinar desde los ámbitos educativo, psicológico y médico, con la colaboración de la familia, se hace imprescindible.
(Información extraída de ¿Por qué me cuesta tanto aprender?: trastornos del aprendizaje / Anna Sans, 2008)