¿Cómo es la identidad de una niña que ha sufrido abuso?

No todas las niñas abusadas tienen la capacidad de alterar la realidad a través de la disociación, e incluso las que tienen esta habilidad no pueden depender de ella todo el tiempo. Cuando es imposible evitar la realidad del abuso, la niña debe construir algún tipo de sistema de significado que lo justifique. Inevitablemente, la niña llega a la conclusión de que el motivo es su maldad innata. La niña se convence de esta explicación muy pronto y se aferra a ella desesperadamente porque le permite conservar un sentido del significado, de la esperanza y del poder. Si es mala, entones sus padres son buenos. Si es mala, entonces puede intentar ser buena. Si de alguna manera se ha buscado ese destino, entonces de alguna manera tiene el poder de cambiarlo. Culparse a uno mismo es congruente con las formas normales de pensamientos de los primeros años de infancia en lo que el yo es tomado como punto de referencia para todos los acontecimientos. Es congruente con los procesos de pensamiento de las personas traumatizadas de cualquier edad, que buscan faltas en su propio comportamiento con la intención de encontrar un sentido a lo ocurrido. Sin embargo, en un entorno de abuso crónico ni el tiempo ni la experiencia proporcionan ningún correctivo a esta tendencia a culparse a uno mismo, sino que mas bien se refuerza continuamente. El sentido de la maldad interna de la niña abusada puede verse directamente confirmado por la tendencia de los padres a encontrar un chivo expiatorio. Con frecuencia las supervivientes describen haber sido culpadas no solo de la violencia de sus padres o de su conducta sexual, sino también de otras muchas desgracias familiares. Las leyendas familiares pueden incluir historias del daño que causó la niña por haber nacido, o la deshonra a la que parece estar destinada. Una superviviente describe el papel de chivo expiatorio que desempeñó: “Me pusieron el nombre de mi madre. Ella se tuvo que casar porque estaba embarazada de mí. Huyó de casa cuando yo tenia dos años. Me rieron los padres de mi padre. Nunca vi una foto suya, pero me decían que me parecía a ella, y que seguramente acabaría siendo una zorra como ella. Cuando mi padre empezó a violarme me dijo: llevas mucho tiempo pidiendo esto y ahora lo vas a tener”. Los sentimientos de ira y fantasías de venganza asesina son respuestas normales a los tratos abusivos. Al igual que los adultos abusados, los niños son irascibles y en ocasiones agresivos. A menudo carecen de las habilidades verbales y sociales para resolver el conflicto y manejan los problemas con la expectativa de un ataque hostil. Las predecibles dificultades de la niña abusada para modular su ira no hacen mas que reafirmar la idea de que posee una maldad innata. Cada encuentro hostil la convence de que realmente es una persona odiosa. Esa condena de sí misma se hace aun mas grave cuando, como ocurre con frecuencia, tiende a dirigir su ira lejos de su peligroso origen y a descargarla injustamente en aquellos que no la provocaron. La participación en una actividad sexual prohibida también confirma la sensación de maldad de la niña maltratada. Cualquier gratificación que la niña es capaz de sacar de la situación de explotación se convierte en su mente en la prueba de que fue ella la instigadora y la responsable del abuso. Si alguna vez experimentó placer sexual, disfrutó de la especial atención que le prestó el abusador, negoció sus favores o utilizó la relación sexual para obtener privilegios, estos pecados son utilizados como prueba de su maldad innata. La sensación de maldad interior de la niña abusada se ve consolidada por su forzosa complicidad en crímenes hacia otros. Las niñas se resisten a convertirse en cómplices e incluso pueden llegan a elaboradas negociaciones con sus abusadores, sacrificándose ellas mismas para proteger a los demás. Estas negociaciones fracasan invariablemente, porque ninguna niña tiene el poder o la capacidad de desempeñar el papel de un adulto. En algún punto, la niña puede inventar una forma de escapar de su abusador, sabiendo que este encontrará otra víctima. Puede mantenerse callada cuando es testigo del abuso hacia otro niño o incluso puede verse forzada a participar en la victimización de otros niños. En la explotación sexual organizada, la iniciación completa en el culto exige la participación de otros en el abuso. Con frecuencia los supervivientes se describen a sí mismos como seres fuera de las relaciones humanas normales, como criaturas sobrenaturales o formas de vida no humanas. Se consideran brujas, vampiros, zorras, perros, ratas o serpientes. Algunos utilizan una imaginería de excrementos o suciedad para descubrir su sentido interior del yo. Al desarrollar una identidad contaminada y estigmatizada, la victima infantil coge el mal del abusador y se lo mete dentro y de esa manera preserva sus vínculos primarios con sus padres. Como su sentido interior de maldad está preservando una relación, la victima no prescinde de él con facilidad ni siquiera después de que hayan acabado los abusos. De hecho, se convierte en una parte estable de la estructura de su personalidad. Los trabajadores sociales que actúan en estos casos deben convencer a las victimas infantiles de que la culpa no es suya, pero las niñas se niegan a que se les absuelva de su culpa. De forma parecida las supervivientes adultas que han escapado de situaciones de abuso siguen despreciándose y asumiendo la culpa y la vergüenza de sus abusadores. El profundo sentido de maldad interior se convierte en el núcleo alrededor del cual se forma la identidad de la niña absuelta y eso persisten hacia la vida adulta. Si la niña abusada es capaz de rescatar una identidad mas positiva, a menudo llega hasta el extremo de la autoinmolación. En ocasiones, las niñas maltratadas interpretan que han sido victimas por una especie de propósito divino. Abrazan la identidad del santo elegido para el martirio como una forma de conservar un sentido del valor. Esas identidades contradictorias, un yo degradado

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Mitos y diagnósticos erróneos de los TEA

Uno de los mitos más extendidos es aquel que propugna que los niños con TEA son incapaces de amar o de entablar relaciones amorosas. Cuando el autismo fue definido por primera vez como trastorno en la década de 1940, se destacaron las características de “soledad autista” e incapacidad de construir relaciones intimas, cálidas y enriquecedoras. Leo Kanner, considerado el padre del autismo porque fue el autor de la primera descripción sistemática de niños con TEA, acuñó este término. A partir de ese momento todas las definiciones de autismo han girado en torno a esta incapacidad de construir lazos emocionales y amorosos. Si bien antes se pensaba que la soledad autista era un síntoma inalterable de la infancia, hoy en día lo habitual para construir relaciones se entiende como un “continuar”. Sin embargo, persiste la noción de que los niños con autismo nunca serán capaces de entablar relaciones tan profundas o intensas como los demás. La capacidad de amar y de sentirse bien en una relación amorosa incluye placer en experimentar intimidad emocional con otra persona. Fácilmente interpretamos que la sonrisa limpia de un bebé de cuatro meses refleja un vínculo muy profundo y emocional y que se irá fortaleciendo a lo largo de los siguientes meses. Sin embargo, ¿por qué cuando un niño de dos años y medio con TEA tiene miedo y va corriendo a agarrarse a los brazos de su madre consideramos que esta es una señal de amor o intimidad menos válida? El programa DIR/Floortime destinado a satisfacer las necesidades del niño aunque este muestre una conducta repetitiva o auto estimulatoria, no se ocupa de desarrollar el lenguaje o la comunicación, sino la sensación de apego. La respuesta llega rápidamente al tercer o cuarto mes de tratamiento. El hecho de que la sensación de apego emerja tan rápidamente nos hace pensar que ya existía de alguna forma. La confusión que existe entre la capacidad de amar y sentir emociones de los niños con TEA se debe a que muchos de estos niños presentan problemas a la hora de comunicar sus emociones. Desde los cuatro hasta los diez meses, los niños interactúan emocionalmente y responden a los estímulos con sonidos, lenguaje corporal y expresiones faciales: una sonrisa les provoca sonrisa; un sonido les hace emitir sonidos. En los niños que se desarrollan de manera normal, esto les lleva a un patrón de conducta complejo entre los doce y los dieciséis meses: ya se dirigen a la madre o al padre y quieren alcanzar sus brazos, sonríen abiertamente, imitan sonidos e incluso dicen una palabra o dos; se ríen sin parar y juegan a imitar al padre. Se produce un amplio intercambio de emociones. Este tipo de intercambio rápido de señales emocionales resulta mucho más complicado para los niños con TEA. Eso se debe a trastornos biológicos que impiden una buena conexión entre las emociones y el sistema psicomotor. Al no poder guiar las acciones por medio del deseo, prefieren encerrarse en sí mismos, porque no saben traducir un deseo en acción. En cuanto al lenguaje, aunque puedan memorizar o repetir palabras les resulta muy difícil imprimir un deseo en una palabra o conectar una emoción o afecto a cierto símbolo verbal diciendo “Mamá te quiero” o “Mamá abrázame”. ¿Incapaces de comunicarse? Otro mito es aquel que asegura que los niños con TEA no pueden aprender las claves de la comunicación y el pensamiento y que lo mejor que podemos esperar de ellos es que cambien su comportamiento y memoricen escritos. Sin embargo, los niños con autismo pueden involucrarse en la resolución social de problemas y pueden pensar con lógica y creatividad. El resultado de nuestros estudios demuestra que existe un alto porcentaje de niños que alcanzan los hitos emocionales básicos para su desarrollo. En cuanto a los padres y tutores se olviden de estos falsos mitos sobre falta de apego y comunicación y ayuden al niño a construir estas capacidades, los temibles comportamientos como la conducta obsesiva, la ecolalia, la agresión o los cambios de humor tienden a debilitarse. ¿Incapaces de desarrollar el pensamiento abstracto? Otro falso mito conocido es el que propugna que los niños con TEA no pueden desarrollar un pensamiento abstracto ni hacer interferencias. Si bien es verdad que no todos los niños son capaces de alcanzar el pensamiento abstracto, un estudio de los autores mostró en un programa DIR, trabajando sobre las señales emocionales básicas, los niños que habían avanzado más aprendieron a hacer inferencias, a dominar las acciones circunscritas a la teoría de la mente y a mostrar empatía. ¿Incapaces de interpretar las emociones? Otra afirmación recurrente sostiene que los niños con TEA no pueden interpretar las emociones de los demás niños o de los adultos. Estudios anteriores sugerían que, cuando los niños con TEA ven expresiones de emoción en la cara de los demás, procesan la información en una región diferente del cerebro y distinta a la de los demás. Esto parecía avalar la idea de que los niños con autismo tenían un cerebro diferente. Una de las conclusiones del trabajo de Gersbacher y sus colegas es que los niños y adultos hipersensibles a las sensaciones externas se estresan fácilmente cuando tienen que mirar a la cara de una persona. De hecho, los sujetos del estudio padecían una gran ansiedad cuando miraban a la cara de los demás. Este estudio demostró lo complejo, sutiles y delicados que son los problemas asociados a los TEA y cómo incluso la mejor de las investigaciones puede llevar a conclusiones erróneas si los investigadores no tienen en cuenta las hipótesis alternativas. La evidencia más clara sobre las capacidades de los niños con TEA es que muchos de estos niños desarrollan capacidades de pensamiento de alto nivel. ¿Trastorno inicial o disfunción progresiva? Es tentador para muchos pensar que los individuos con autismo presentan anomalías crónicas y rígidas como consecuencia de ciertos trastornos del cerebro. Sin embargo, estas conclusiones se suelen basar en datos insuficientes. Una de las cuestiones más difíciles de responder es si una particularidad

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Principales patologías relacionadas con la población geriátrica

Artrosis Es una afección sobre el cartílago hialino de la articulación a través de su desgaste o deterioro, así como también de los tejidos articulares y periarticulares blandos o debido a su uso. Una vez que el desgaste o deterioro se encuentra avanzado, el cartílago puede llegar a desaparecer, desgastándose el hueso y apareciendo osteofitos debido a que el cuerpo intenta compensar el deterioro de la articulación. Generalmente, estas condiciones son usuales en personas mayores o de atletas que han sometido su cuerpo a un gran desgaste durante un breve periodo de tiempo. Cuando se lesiona el cartílago, produce dolor, rigidez e incapacidad funcional, localizado normalmente en la columna cervical y lumbar, hombro, dedos de las manos, metacarpianos, cadera, rodilla y metatarsianos. Los osteofitos suelen aparecer en la columna vertebral, aunque también pueden presentarse en otras partes del cuerpo, creando una presión adicional sobre los nervios de la articulación, produciendo dolor y debilitando su movimiento. Las causas que generan la aparición de la artrosis pueden resumirse en las siguientes: Sobrecarga de presión en las articulaciones. Inflamación y sinovitis que lesiona el cartílago y acelera la aparición de la artrosis Componente hereditario, endocrino o metabólico Por otra parte, existen una serie de factores de riesgo o variables que pueden desencadenar problemas de movilidad como la obesidad, la falta de ejercicio o alteraciones en la postura. Los síntomas que aparecen en la artrosis son progresivos y dilatados en el tiempo, mostrando en un primer momento el dolor asociado al movimiento y esfuerzo al que se someten las articulaciones y remitiendo ese dolor tras un periodo de descanso. Una vez que aumenta, el dolor persiste tras el reposo, apareciendo el malestar y reduciendo su calidad de vida. Otro síntoma que se encuentra asociado a la patología son las deformaciones de los huesos, las contracturas musculares y la atrofia de la musculatura que rodea la articulación. La artrosis en las manos aparece acompañada de dolor e inflamación o puede surgir de forma lenta e indolora, mayoritariamente en las manos. Las articulaciones interfalángficas distales suelen ser las más afectadas generalmente a través de los nódulos de Heberden, llegando a incapacitar laboralmente. En ocasiones surgen en un dedo, mientras que en otras, en todos los dedos, por lo que no sigue un patrón para desarrollar un tratamiento preventivo. A través de un control radiológico, el desgaste de las articulaciones se puede prever, aunque dependerá del estilo de vida del usuario y de su profesión. En las fases tempranas de la enfermedad aparece con el nombre de rigidez matutina, que surge en las primeras horas de la mañana con inflamación de la mano e incapacidad de mover totalmente la mano. Dicha rigidez va desapareciendo conforme pasa el día con el inicio de la actividad diaria. Existen diferentes formas con las que aparece la artrosis en las articulaciones, siendo las más frecuentes las siguientes: Rizartrosis Es una alteración del dedo pulgar que se encuentra asociada a la inflamación de las zonas blandas periatriculares. El cartílago que cubre esta articulación se degenera, provocando dolor, rigidez y limitación en el movimiento, dificultando la realización de uno de los movimientos esenciales de la mano, el gesto de la pinza y repercutiendo en el desempeño de las actividades de la vida diaria. El dolor se centra en la base del pulgar pudiendo, aparecer en ambas manos, siendo mayor en la mano dominante debido a su mayor uso. Mejora tras el reposo y aumenta con el movimiento. Una vez el movimiento se ha iniciado, las molestias se reducen. Cuando se encuentra avanzada la enfermedad, puede llegar a provocar una grave deformidad que imposibilita la realización de movimientos, pudiendo de forma progresiva la fuerza muscular. Debido al dolor, el usuario emplea de manera incorrecta el pulgar con el objetivo de evitar dicho dolor con la movilización, lo que no ayuda a estabilizar la articulación metacarpiana. De este modo restringe la amplitud de los movimientos e imposibilita que el usuario pueda apoyar la palma completamente sobre una superficie, dibujando una concavidad permanente debido al dolor. Nódulos de Heberden Es un engrosamiento de las protuberancias óseas en las articulaciones distales de los dedos a través de inflamación y dolor. Pueden aparecer tanto en un dedo como en varios, además de bilateral, no siendo necesario que sea asimétrico Aparece a través de un enrojecimiento súbito, hinchazón, dolor y sensibilidad en las articulaciones afectadas, hormigueo en la yema de los dedos y entumecimiento que provoca la pérdida de habilidades manipulativas, pudiendo durar meses. Debido a la inflamación, la articulación se dispone en ligera flexión. Los nódulos se desarrollan durante la fase activa de la enfermedad y de forma subcutánea localizada en puntos de presión, asociados con síntomas de inflamación, que pueden remitir con el tiempo. Bajo la óptica de la terapia ocupacional, la aparición de este tipo de nódulos supone un deterioro a nivel funcional, debido al dolor a causa del roce durante la actividad y de la manipulación. La intervención de los nódulos de Heberden se compone de ejercicios para potenciar la amplitud articular de los movimientos en termoterapia y crioterapia, facilitando el movimiento de la flexibilidad de las articulaciones con ayuda de férulas de posicionamiento. Ayudan a prevenir deformidades y antiinflamatorios para calmar dolor e inflamación. El objetivo principal es alinear las falanges en extensión completa, reduciendo el uso de la férula cuando el dolor disminuye para usarlas únicamente durante la noche. El estiramiento de las partes blandas palmares y masajear la zona de los nódulos ayuda a reducir la inflamación. Nódulos de Bouchard Es un engrosamiento localizado en las articulaciones interfalángicas distales y su aparición es menor que los nódulos de Heberden. La inflamación, dolor y destrucción del cartílago suele ser de mayor intensidad que en los nódulos anteriores, limitando de forma importante el movimiento del dedo, haciendo hincapié en la flexión y en la prensión total a la hora de coger objetos con todos los dedos. Al igual que en la anterior, se encuentra asociada a una rigidez matutina, siendo la sensación de

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Modelo de Humphreys y Revelle: activación y motivación

Humphreys y Revelle (1984) han propuesto un modelo en el que sugieren que individuos reaccionan de forma diferente a distintos factores estresantes dependiendo de la naturaleza de la tarea que se esté realizando, no solamente en función de las diferencias de ansiedad, sino también de motivación y extraversión. El modelo incorpora dos sistemas: activación y esfuerzo. La primera se contempla como una dimensión conceptual definida como el factor común a varios indicadores de alerta. El segundo sería el estado motivacional generalmente interpretado como “trabajar duro” y se incrementaría cuando la tarea es importante y difícil o existen incentivos para trabajar mejor. Los autores del modelo consideran la existencia de dos tipos de tareas o habilidades. El primero (denominado SIT) requiere una “transferencia mantenida de información”, pero no se requiere una retención aplicable de la misma. El segundo tipo, denominado “de memoria a corto plazo” (STM) requiere un mantenimiento de la información en una situación utilizable o la recuperación de la información en una situación utilizable o la recuperación de la información que no ha sido utilizada durante un periodo de tiempo corto. El rendimiento en tareas de tipo SIT se incrementaría al hacerlo la activación fisiológica, mientras que el rendimiento en tareas de tipo STM se vería reducido. El componente motivacional resulta especialmente importante en este modelo. La motivación es un constructo que se ha utilizado para describir y explicar diferencias en la intensidad y dirección de la conducta. La motivación de ejecución, tal y como se ha entendido tradicionalmente, sería la comparación subjetiva del rendimiento ante una tarea concreta con una norma de efectividad máxima. No se trataría simplemente de una mera exploración, de una inspección del ambiente, sino de una búsqueda dirigida hacia la solución de los problemas planteados (Pelechano, 1973). Según el planteamiento de Humphreys y Revelle (1984) el rendimiento de los sujetos con un grado de motivación alto sería mas elevado que el de los sujetos con un bajo grado de motivación en aquellas tareas que presentasen una dificultad moderada y que se relacionase con las habilidades del tipo SIT. La dimensión introversión/extroversión también seria de importancia. Eysenck (1976,1981) ha sugerido que la principal diferencia entre introvertidos y extrovertidos se encontraría en la activación basal. Esta hipótesis predice que la ejecución de los introvertidos y extrovertidos podría modificarse en forma diferente por manipulaciones de las activaciones. Según Humphreys y Revelle (1984) se podría establecer una relación mas especifica con los estados de impulso, sin considerar el componente de sociabilidad de la introversión/extroversión de los sujetos. El concepto de impulso podría interpretarse en términos de un energetizador o activador inespecífico de la conducta o como un facilitador en el establecimiento de conexiones. Las interacciones entre nivel impulsivo y conducta serían complejas, pudiendo existir factores facilitadores o perturbadores de la ejecución (Pelechano, 1975). Parece que al menos durante las mañanas los individuos con un nivel impulsivo bajo estarían mas activados que los que presentan un nivel impulsivo alto, ejecutando mejor en tareas de tipo SIT y peor en las del tipo STM. La situación se invertiría por la tarde. En cuanto a la ansiedad la situación seria mas compleja. Un incremento de ansiedad somática puede llevar a una mayor activación y a la mejora de la ejecución en tareas SIT. A la inversa, la ansiedad cognitiva, se relacionaría con la motivación de evitación y con una reducción del esfuerzo, produciendo normalmente una disminución del rendimiento en este tipo de tareas. Los resultados obtenidos por algunos autores que han estudiado la relación entre distintos componentes de la ansiedad y ejecución en jugadores de voleibol y baloncesto, se podrían explicar, al menos parcialmente, según estas consideraciones (Parfitt y Hardy, 1987; Parfitt 1988) y un estudio experimental llevado a cabo mediante un protocolo de ejercicio en cicloergómetro se ha comprobado que los niveles elevados de activación incrementan la cantidad de recursos de tipo SIT. Aunque el modelo Humphreys y Revelle (1984) ofrece interesantes perspectivas al abrir la posibilidad de relacionar diferentes dimensiones de la personalidad con la ejecución y el rendimiento, aun no se ha realizado una investigación experimental detallada que permita comprobar la validez y utilidad del mismo. Especialmente problemático al respeto resulta el hecho de que se basa parcialmente en una serie de supuestos difíciles de confirmar, como son el que los recursos sean limitados y pueden compartirse entre dos o mas tareas o que la curvilinearidad, cuando está presente, puede derivarse de las acciones opuestas de dos o más procesos monotónicos. Existe un factor inherente al modelo, que lleva a albergar dudas sobre su posible aplicación al campo del rendimiento deportivo. Se asume que la interrelación entre distintas capacidades de ejecución puede expresarse en términos de las demandas sobre los recursos de tipo SIT y STM, lo que llevaría implícito que todas las tareas podrían describirse en términos de sus requerimientos de uno u otro tipo. Parece improbable en el campo del deporte, que todas las tareas puedan definirse en un espacio bidimensional. (información extraída de Ansiedad, estrés y deporte / Sara Márquez Rosa, 2004)

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¿En qué consiste la terapia musical?

El beneficio de la música en el estado de ánimo, la regulación de las emociones y la creatividad es conocido desde hace mucho, pero el uso de técnicas musicales en la reeducación de los trastornos del neurodesarrollo en general. Si en la dislexia ocupa un lugar central la hipótesis de un déficit de tratamiento fonológico, el estudio del rendimiento de las personas disléxicas en diferentes sistemas lingüísticos objetiva una constelación de dificultades cognitivas asociadas, que afectan sobre todo a los procesos sensoriomotores, el tratamiento temporal de la audición o incluso el ritmo de la palabra y de la sensibilidad a los ritmos. La idea de que la práctica musical, unida y en sincronización con los ritmos percibidos e interpretados, puede mejorar la percepción auditiva de los índices acústicos integrados en la palabra y las actividades de lectura no está fuera de lugar, y podría ofrecer un enfoque interesante, complementario a las reeducaciones propuestas habitualmente en los trastornos del lenguaje escrito. Una forma original de comprobarlo es la ilustrada por Bishop-Liebler et al. Quienes compararon el rendimiento auditivo de los músicos, con o sin dislexia, con el de personas disléxicas no músicas. De su trabajo se desprende que con los músicos disléxicos tienen una sensibilidad auditiva y a la percepción de los ritmos equivalente a la de los músicos no disléxicos. Este hecho tiende a demostrar que la experiencia precoz y regular de una actividad rítmica podría apoyar positivamente los procesos auditivos de base en la dislexia. Durante el desarrollo, la practica musical parecería mejor en el niño la consciencia fonológica, la segmentación de las palabras, la memoria de trabajo y las capacidades de lectura. Un estudio aleatorizado publicado por un equipo francoitaliano vino a confirmar este beneficio del entrenamiento musical en el rendimiento de niños disléxicos, incluso con una afectación grave. Cabe destacar el programa desarrollado por Michel Habib et al. De Marsella. A partir de las competencias de integración sensitiva transmodal del cerebro, este autor ha puesto a punto un programa musical especifico y sostenido de entrenamiento cognitivo que se basa en diferente tipo de ejercicios sensitivos y sensomotoras, de percepción y producción, basados en la función rítmica y temporal de la música. Realizado en un grupo de 12 niños disléxicos de acuerdo con dos modalidades, su estudio objetiva un efecto significativo en la percepción categórica y temporal de la palabra y por otra, una mejora simultanea y duradera de la atención auditiva, la consciencia fonológica y las competencias en lectura que persiste tiempo después del entrenamiento.   (Información extraída de Niños con dificultades de aprendizaje / [coordinadores] Pierre de Fourneret, David Da Fonseca; ilustraciones, Cyrille Martinet; [colaboradores, Nicolas Adam … et al.] Por Fourneret, Pierre (Barc, 2019)

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¿Cuántas calorías necesitamos?

Conocer el número de calorías que nos corresponden tampoco es demasiado útil, pues no podemos estar contando calorías cada tres horas todos los días del año, para saber si estamos ingiriendo el número correcto. La cifra cambiará según la época del año, según la etapa personal en que nos encontremos, según el metabolismo y en el que intervienen la función tiroidea y el sistema nervioso simpático entre otros factores neuroendocrinos; según el sexo, edad, constitución corporal, ocupación laboral que tengamos, tiempo dedicado a la realización de actividades deportivas y/o recreativas, etc. Podemos deducir la complejidad que entraña intentar adaptar un menú con un número determinado de calorías para una persona en concreto y aunque en teoría una caloría es una caloría para toda el mundo, cuando el alimento entra en el sistema digestivo sufre tantas y tan complejas transformaciones físicas y químicas, sujetas a la acción de numerosas enzimas y hormonas, que las calorías de un determinado plato o alimento tienen diferentes comportamientos según las condiciones metabólicas que encuentren en el individuo receptor, según el nivel de procesado industrial del alimento y según la diferente proporción de principios inmediatos que en él se encuentren. Ha de tener en cuenta que el cálculo de las calorías de un alimento o plato concreto se puede efectuar de manera sencilla en un laboratorio con un calorímetro, pero este apartado no se parece en nada al complejo y largo tubo digestivo que poseemos los homo sapiens. El mejor indicador de que el número de calorías que ingerimos cada día es el adecuado sería mantener un peso estable a lo largo del tiempo que nos permita hacer actividad física moderada o intensa sin cansarnos, se ajuste a las tablas del IMC y conserve los perímetros de cintura en las cifras recomendadas. En resumen, haya que adaptar nuestra ingesta a nuestro ritmo de vida para que el balance entre ingresos y pérdidas esté equilibrado; si nos movemos poco o nada, la ingesta tendrá que ser mucho menor que la de un día que hagamos deporte o una actividad física con intensidad moderada o alta durante un tiempo determinado. En realidad, los adultos deberíamos imitar, en el modo de comer, a los niños pequeños de 1 a 4 años, ya que su mecanismo de regulación de la ingesta suele obedecer, a pesar de los intentos de madres y abuelas demasiado entusiastas, a ritmos variables y poco previsibles, pero saludables y fisiológicos. Lo que sucede es que los adultos no comemos según nuestras necesidades sino por costumbre, mediante hábitos sociales rígidos y prefijados. Como es Navidad, tenemos que preparar muchos platos y muy apetitosos; como mi equipo ha ganado la Liga, lo celebro con amigos, como me han ascendido, vuelvo a celebrarlo; como en el trabajo hay dos compañeros que se llaman Pedro y es el día de San Pedro, a media mañana traemos una bandeja llena de cruasanes y ensaimadas, etc. El problema es que hemos arrastrado a la infancia, con toda la buena intención del mundo a nuestro absurdo mundo repleto de celebraciones de todo lo que se ponga por delante, con la consiguiente ingesta de alimentos lúdicos con alta densidad energética y bajísimo valor nutricional. También puede suceder que aunque nos esforcemos en programar eventos con comida saludable, el solo hecho de estar de fiesta nos hará comer bastante más de lo necesario, con lo que al final del día el balance energético de la jornada será demasiado positivo. A título informativo el autor del libro nos expone unas formulas que existen para el cálculo teórico en adultos, que valora la actividad física por encima de otros factores y es la fórmula que calcula en adultos el número de calorías por días según la actividad: Nº Calorías: peso (kg) x 2,2 x factor de movimiento (FM) Valores de FM: 11(mujer)-12(hombre): persona sedentaria 13,5: ligeramente activa 15,5: moderadamente activa 17: bastante activa 19: trabajadores de la construcción, mineros, carpinteros, etc. 20 o más: deportistas de élite o aficionados muy entusiastas Aunque es muy recomendable hacer ejercicio físico cada día durante 60 minutos al menos, si un día concreto no ha tenido tiempo, su ingesta tendrá que ser menos que la anunciada en todos los envases en los que reina una cifra redonda 2000 calorías, como necesariamente falsa para amplios sectores de la población: niños pequeños, mayores y adolescentes poco activos, mujeres y hombres de constitución ligera y personas mayores de 50-60 años… La sociedad actual ha “heredado” como si fuera un título nobiliario que pasa de padres a hijos, el conocido dicho: más vale que sobre que no que falte y ya ven el resultado: tenemos población adulta con cifras elevadas de peso y la mayor frecuencia de problemas de salud que ello implica, como hipertensión arterial, diabetes, infartos, accidentes cardiovasculares, degeneración hepática, problemas osteomusculares y algunos tipos de cáncer. Por lo que respecta a la población infantil, las cifras sobrepasan el 40% en algunos grupos de edad, sobre todo en comunidades localizadas en el sur y en las islas Canarias y la “culpa” es exclusivamente nuestra, de los adultos que deberíamos cuidar de ellos; de los adultos que diseña agresivas campañas de publicidad par a estimular el consumo de comida procesada y rica en azucares y grasas, de los adultos que  miran hacia otro lado cuando están legislando en materia de etiquetado; de los adultos que no saben encontrar formulas para poner fruta y verdura a precio asequible al alcance de las clases desfavorecidas; de los adultos que no ponen tasas fiscales a la comida basura; de los adultos que programan anuncios de productos superfluos en horarios sensibles para la infancia, etc. El verdadero problema al que nos enfrentamos es la malnutrición por exceso, no por defecto; es fácil encontrar en programas oficiales, publicaciones en revistas en estudios financiados total o parciamente por la industria alimentaria, advertencias sobre el peligro que supondría restringir la comida en la infancia o en los adultos. El tamaño de las raciones y de los platos ha aumentado en

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Prevenir el alcoholismo en jóvenes

  Es fundamental para promover estilos de vida saludables y reducir los riesgos asociados con el consumo excesivo de alcohol. Aquí tienes algunas actividades que pueden ser efectivas para prevenir el alcoholismo en esta población:   Educación y Concienciación: – Organizar charlas y talleres en escuelas y comunidades sobre los riesgos del consumo de alcohol, los efectos en la salud y las consecuencias sociales. – Utilizar campañas de sensibilización atractivas y dirigidas específicamente a los jóvenes a través de medios de comunicación, redes sociales y materiales educativos.   Promoción de Estilos de Vida Saludables: – Fomentar la participación en actividades extracurriculares, deportes y pasatiempos que promuevan el bienestar físico y emocional. – Organizar eventos y actividades alternativas sin alcohol, como fiestas temáticas, excursiones, noches de cine, o eventos deportivos.   Desarrollo de Habilidades para la Vida: – Impartir programas de desarrollo de habilidades sociales y emocionales que ayuden a los jóvenes a lidiar con el estrés, la presión de grupo y la toma de decisiones. – Ofrecer talleres de resolución de problemas, comunicación efectiva y manejo del estrés.   Participación de la Comunidad: – Involucrar a padres, maestros, líderes comunitarios y otros adultos en la vida de los jóvenes para proporcionar modelos a seguir y apoyo. – Organizar actividades comunitarias que promuevan la cohesión social y fortalezcan los lazos familiares y comunitarios.   Acceso a Recursos y Apoyo: – Proporcionar información sobre servicios de asesoramiento, grupos de apoyo y líneas telefónicas de ayuda para jóvenes que necesiten orientación o apoyo emocional. – Crear espacios seguros y confidenciales donde los jóvenes puedan buscar ayuda sin temor a ser juzgados.   Legislación y Políticas: – Apoyar y promover la implementación y cumplimiento de políticas y regulaciones que restrinjan el acceso de los jóvenes al alcohol, como el aumento de la edad legal para beber y la prohibición de la venta de alcohol a menores. – Promover la responsabilidad social de los establecimientos que venden alcohol para prevenir la venta a menores de edad y promover prácticas de consumo responsable.   Modelos a Seguir: – Fomentar la participación activa de jóvenes en la comunidad como líderes y modelos a seguir para sus compañeros. – Destacar historias de éxito de jóvenes que han tomado decisiones saludables y han evitado el consumo de alcohol.   Al integrar estas actividades en programas educativos, comunitarios y familiares, podemos trabajar juntos para prevenir el alcoholismo en jóvenes y promover un futuro más saludable y próspero para ellos.

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18 consejos para no pasarnos comiendo

Varios de los consejos que vas a leer son muy conocidos o se han divulgado a través de distintos medios, pero creo que encontrarás en ellos apreciaciones personales y matices distintos que los harán amenos y atractivos, máxime cuando han sido aderezados con la salsa del humor Cuando en un llovioso y desapacible sábado, entran ganas de picar algo, sin necesitarlo, en vez de abrir el armario de la cocina y pegarle un bocado a un trozo de queso, cambiar el impulso por la sana costumbre de cepillar mis dientes, con lo que automáticamente desaparece de la mente el deseo de “ensuciármelos” de nuevo con la comida. Un conocido personaje mediático decía algo similar al recomendar masticar chicle, ya que así la boca está entretenida y con un sabor fresco que aleja la posibilidad de ocuparla con comida. Puede elegir cualquiera de las dos opciones o combinar ambas Otro truco consiste en tomarse una infusión sin azúcar de algún preparado de hierbas. El hecho de sentir en la mano el calor de la taza, mirar cómo sube el vapor y pensar en algo relajante, provoca una sensación muy diferente al de haber sucumbido a esa innecesaria necesidad de ingestión alimenticia fuera de hora. Si además pone música estará adiestrando a su organismo a sentir un placer de diferente calado al placer de comer. Pasear al perro también es una opción válida cuando le asalte la sensación de picar entre horas, con la atenuante de que aunque caiga en dicha tentación, mientras pasea va gastando las calorías que ingiere. si a pesar de todo no puede resistir las ganas de picar algo: tenga preparado en la nevera un plato con tiras finas de zanahoria, tomates cherry, pepinillos agridulces o con coliflor blanda cruda ya cortada en arbolitos. Se entretendrá, comerá sano y se saciará más que con unas galletas o unos chips fritas saladas, grasientas e hipocalóricas. En las comidas principales procure comer lo suficiente para aparcar el hambre, pero sin notar que le oprime el cinturón o el pantalón. Es bueno levantarse de la mesa con un poco de hambre, no con la sensación de estar repleto, sin posibilidad de ingerir ni un bocado más. Retire de la mesa las fuentes, los pucheros y las cacerolas, una vez que se haya servido todo el mundo no deje demasiado tiempo al alcance de la mano las bandejas con trufas, bombones, pastas, galletas, turrones, pasteles, o trozos de bizcocho. Hay días “especiales” en los que el festival de calorías comienza a la 1 con el aperitivo y se llega a las 6 de la tarde, sin haber parado de comer y beber. Aplace el postre siempre que no sea fruta: si hemos tomado un primer y un segundo plato, lo más probable es que nos sintamos bastante llenos. La única razón por la que nos atrae los postres “festivos” o los que tomamos fuera de casa, es porque están muy ricos, pero no son razones de orden energético sino puramente placentero. Otra posibilidad es no pedir el segundo plato diciéndole al camarero que con un primero y el postre es suficiente. Cuando acudimos a un restaurante muchas personas se sienten un poco cohibidas ante la lógica y natural presión de un buen camarero o chef que mira tanto por su negocio como por la satisfacción del cliente, ofreciendo entrantes, primeros y segundos; y a veces decimos SI, cuando estamos pensando en un NO, eso no solo pasa en el ámbito nutricional, sino que también sucede con las relaciones humanas. Otra opción en la visita a los restaurantes es elegir dos primeros; es una opción habitual por ser más ligeros y variados, los segundos siempre son carne o pescado con diferentes guarniciones. Si un día me apetece comer proteínas animales, entre los primeros o entrantes puedo escoger gambas, pulpo, mejillones, calamares, almejas, berberechos, navajas, etc. manjares marinos muy rico, abundante en vitaminas y minerales, y con pocas calorías, mientras no los ahoguemos en salsas aceitosas. Otra opción es pedir un primero potente que lleve de todo: paella o espaguetis a la boloñesa, pero entonces quizá sobren los entrantes. Si hay legumbres en el menú, considere su elección porque hoy en día ocupan un puesto de honor en todas las recomendaciones dietéticas. Por cierto, los guisantes aunque son de color verde, no son verduras sino legumbres y pueden ser protagonistas de un plato, acompañados de un poco de sofrito de cebolla y zanahoria; no siempre tienen que estar en cantidad ínfima y como teloneros de un bistec o una pechuga de pollo, aunque en este caso, mejor guisantes que las consabidas patatas fritas. Evite los restaurantes bufé libre o aquellos en los que no hay límite de cantidad ni de platos para elegir. Es muy tentador sucumbir al deseo de poder comer mucho por poco dinero y hay que tener mucha fuerza de voluntad para ser mesurado en estas situaciones; además hay que tener en cuenta que suelen presentar platos con bastantes salsas, muchas patatas fritas, pasta y arroz no integrales, y carnes con contenidos elevados en grasas. No vaya a comprar al súper antes de comer, antes de cenar o teniendo hambre sin que usted se dé cuenta, pondrá en el carro productos que no necesita, por el estimulo que supone verlos en los estantes, colocados de una manera atractiva en esquinas y pasillos estratégicos. Una vez dentro del súper, desconfíe de ofertas que anuncian más cantidad de producto por el mismo precio o le animan a llevarse dos paquetes, dejando el segundo a coste menor Haga la lista de los productos, que realmente necesita antes de salir de casa, de una manera tranquila, mirando bien su despensa, sus armarios, su nevera y congelador. Compre un producto cada día o cada dos días: de esta manera es mas sencillo calcular lo que verdaderamente va a comer usted o su familia, un día concreto. Las compras semanales o mensuales con carros repletos hasta los topes suelen se peligrosas, al hacer acopio de alimentos,

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¿En qué puede ayudar la hipoterapia?

La hipoterapia tal y como indica su terminología, esta actividad tiene un carácter terapéutico. Esta tipología consiste en animar al jinete a que realice diferentes ejercicios pie a tierra y sobre el caballo en forma de juegos. Tales ejercicios, combinados con el movimiento tridimensional y rítmico del animal, permiten trabajar aspectos físicos, psicológicos, emocionales y sensoriales del jinete, en función de las necesidades particulares que planteé. Hay que buscar juegos y ejercicios con los que sea posible realizar diferentes movimientos, posturas y sonidos, a fin de que todo ello ayude a desarrollar de manera integral los distintos aspectos de la persona. Dependiendo del perfil del jinete, el plan de centrado se centra en secuencias encaminadas a lograr los objetivos generales marcados inicialmente por el equipo multidisciplinar. Los planes de trabajo suelen realizarse trimestralmente, aunque el terapeuta evalúa el progreso cada mes. Se establecen objetivos específicos a corto plazo y a medida que se van cumpliendo se van integrando nuevos ejercicios o variantes de las actividades iniciales, que se centran en un solo ámbito o en varios, en función de los objetivos. En ocasiones, todo este trabajo se realiza de manera involuntaria, ya que el caballo, por medio de su movimiento y su presencia, nos aporta diferentes estímulos al que nuestro cuerpo responde sin que nos demos cuenta. Por ejemplo, el movimiento del caballo ya proporciona por sí mismo una relajación o estimulación de los músculos y articulaciones del jinete. Además, el ritmo producido por el paso del animal ejerce un vaivén en la pelvis y el tronco del jinete que le transmite una sensación muy similar al caminar de las personas. Mientras el movimiento y el calor del cuerpo del animal ayudan a relajar toda la parte física del jinete, se puede llevar a cabo ejercicios para estimular aspectos que nos interese trabajar o reforzar: ejercicios sensoriales, logopédicos, afectivos o lúdicos. Equipo humano En hipoterapia, el jinete no dirige al caballo, sino que este es dirigido por un auxiliar ecuestre con conocimiento en este ámbito. Se encarga de controlar, dirigir el ritmo y la dirección del caballo siguiendo las directrices del terapeuta. Su función es esencial, ya que proporciona seguridad, calma y confianza al animal. El terapeuta dirige la sesión. Su posición es cercana al jinete para darle seguridad y confianza a la vez que marca la secuencia de los ejercicios. Es esencial contar con un equipo multidisciplinar que se reúna de manera periódica para llevar a cabo diferentes evaluaciones iniciales y de control. Debe estar formado por distintos profesionales: médicos, fisioterapeutas, psicólogos, educadores o trabajadores sociales, logopedas, etc. Este equipo debe planificar un trabajo integral de la persona, que incluya todos los aspectos de nuestro jinete; así, el trabajo es mas completo y los beneficios se multiplican. Estos especialistas pueden estar presentes en todas las sesiones o bien participar solo puntualmente en ellas cuando se necesite un soporte especifico relacionado con su área de conocimiento. El terapeuta o los especialistas que intervendrán directamente en la sesión harán una primera evaluación del jinete para familiarizarse con él y conocer sus particularidades antes de iniciar la sesión. Esta evaluación previa es muy importante, ya que nos dice si el jinete está animado y listo para empezar, o tal vez cansado, dolorido y muy enfadado. Dependiendo de su estado en el momento de comenzar la sesión, los ejercicios serán unos u otros. Monta gemelar En la monta gemelar, también conocida como backriding o Bobath, el terapeuta monta en el caballo y se sitúa detrás del jinete. Se recurre a esta posición cuando el jinete tiene dificultad para controlar su tronco y el terapeuta le sirve de ayuda o apoyo para mantener el equilibrio y fortalecer la musculatura de la zona. A medida que el jinete gana fuerza en su tronco y mejora el equilibrio, el terapeuta reduce el tiempo de la monta gemelar. Equipo para el caballo Dependiendo del trabajo planificado, existen diferentes opciones de preparación del caballo, en función de estos factores: el perfil y las necesidades del jinete, la comodidad de nuestro caballo o bien el objetivo de la sesión. A menudo, se requiere usar algunos equipos complementarios para el caballo, por ejemplo, el cinchuelo o una montura adaptada. Asimismo, por lo general, se emplea la cabezada con una cuerda para que el auxiliar pueda controlar el caballo durante la sesión. Cuando el terapeuta considera necesario hacer determinadas actividades encaminadas a que el jinete empiece a tomar el control del caballo, se recurre también a la brida. Ejemplo práctico Se muestra un ejemplo de plan de trabajo inicial de hipoterapia para una persona con autismo. Cada persona requiere un plan de trabajo individualizado que no debe extrapolarse a otros casos Reconocer los colores Ámbitos. Contenido cognitivo. Físico Objetivos específicos: Distinguir los aros por colores Reconocer y nombrar los colores Relacionar elementos del mismo color Actividades: Colocar los aros en los palos del mismo color Agarra el aro del color que el terapeuta indica Nombra el color del aro que el terapeuta muestra Trabajar el manejo del caballo Ámbitos: emocional, psicológico, contenido cognitivo, físico Objetivos específicos: Cepillar de forma autónoma al caballo Preparar al caballo sin ayuda Llevar al caballo pie a tierra Actividades: Reconocer los elementos de cepillado Cepilla el caballo de manera adecuada Elige el cepillo adecuado para cada zona del caballo Reconoce las guarniciones del caballo Aprende el orden adecuado de colocación de las guarniciones Conduce el caballo por diferentes obstáculos Trabajar el vínculo afectivo Ámbitos: emocional, psicológico Objetivos específicos: Fomentar el contacto táctil y visual con el caballo Fomentar el contacto táctil y visual con el terapeuta y el auxiliar Actividades: Acariciar el caballo Abrazar al caballo Mantener contacto visual con el caballo Acariciar, abrazar y mantener contacto visual con el terapeuta Aprender a controlar las emociones durante la sesión Ámbitos: emocional, psicológico Objetivos específicos: Reconocer las propias emociones Actividades: Busca el motivo que ha desencadenado una emoción Ayuda a reconducir la emoción expresada (información extraída de Equinoterapia terapias asistidas con caballos / textos, Cristina Cañadas

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Los 7 Mitos y dietas milagro en internet

Se exponen una serie de mitos o leyendas urbanas que van recirculando de manera periódica y recurrente, unos más imaginativos y sorprendentes que otros, pero todos carentes de evidencia o de base científica Mito 1. No se deben mezclar carbohidratos con proteínas En los bocatas de jamón o tortilla de patatas, en las paellas y en otros muchos platos tradicionales se mezclan sin ningún problema. De hecho, muchos alimentos ya presentan “de origen” dicha mezcla, sobre todo los frutos secos y las legumbres, por lo que es fácil comprobar que esa afirmación es uno de los disparates que con más frecuencia se encuentra en la red. Mito 2. Los carbohidratos no se pueden tomar por la noche porque engordan más que por la mañana Lo que cuenta es el balance de calorías ingeridas y gastadas a lo largo del día; no hay ningún reloj en nuestro organismo que cambie el poder calórico ni la estructura molecular de los carbohidratos a partir de una hora determinada; no obstante, cenar a las 10 o 11 de la noche un plato hondo lleno de lentejas o una paella no es aconsejable por su lenta digestión, pero cenar pronto un poco de arroz integral o dos tostadas de pan con algún componente mas no tiene por qué suponer ningún problema, si el balance con el que hemos llegado a las 8 o a las 9 de la noche así nos lo exige. Mito 3. Si se quiere adelgazar hay que limitar la manera drástica los hidratos de carbono y comer más proteínas Es el mito más peligroso y el decreto-ley de muchas dietas. Estas recomendaciones de falso gurús es absurda y nociva; de todos modos, hay que señalar que si en la dieta hay una ingestión excesiva de carbohidratos simples, esto es, azucares, la limitación tendría sentido. Dentro de este mito, hay que hacer referencia a las dietas milagro, hiperproteicas, que surgidas ya en los años 70 vuelven al circo mediático actual con la famosa dieta Dukan y la paleodieta, como últimas versiones actualizadas. La dieta Dukan puede ser muy perjudicial en temas de desequilibrio metabólico y otros desordenes orgánicos. El reconocido dietista-nutricionista Juan Revenga, en su último libro Adelgázame, miénteme (ediciones B, 2015) hace una soberbia y fenomenal critica de este tipo de dietas, que consiguen, en demasiadas ocasiones, sacar dinero a personas con problemas de peso. Mito 4. Después de comer la fruta engorda Ni la composición ni el valor energético cambian por ingerir la fruta a una hora determinada. Muy al contrario, lo que sucede es que la ingesta de fruta después de comer puede ayudar a la absorción del hierro que hayamos ingerido con la comida Mito 5. Los alimentos que alcanalizan y otros que adifican el organismo Los alimentos no intervienen en el pH de la sangre ni queriendo pues sea cual sea el grado de acidez o alcalinidad les espera en nuestro aparato digestivo un autentico infierno químico que se inicia en la boca, al ser mezclados con la saliva y alcanza su máxima expresión en el fondo del estomago, donde reina una acidez extrema y gracias entre otras secreciones gástricas, al acido clorhídrico producido por las células parietales del estomago. La regulación del equilibrio ácido-base es compleja y puede consultarse en cualquier tratado básico de fisiológica médica. El pH sanguíneo es una de las variables biológicas que el organismo debe mantener en estrechos límites y el cuerpo es tan listo que no nos deja cambiarlo fácilmente y mucho menos con algo que podamos hacer voluntariamente y cada pocas horas, como sucede con las tomas de alimento. Entre otras causas, la fiebre, el ayuno prolongado, la deshidratación aguda, una crisis de ansiedad, la falta de oxigeno en altura, intoxicaciones medicamentosas, ingesta excesiva y aguda de alcohol, enfermedades importantes respiratorias, renales, hepáticas o metabólicas pueden alterar el equilibrio acido-básico del organismo, pero comer un bocata de queso en lugar de dos naranjas, no. Para un mejor asesoramiento es mejor consultar con webs fiables como Meline Plus. Mito 6. La leche produce mocos y es mejorar retirarla cuando los niños estén enfriados Si semejante estupidez fuera verdad, los bebés y niños pequeños se transformarían en seres verdes y viscosos, pues se pasan dos años tomando leche a todas horas. Lo que produce mocos son los catarros de repetición que se pillan en las guarderías a las que se lleva a los bebés cuando su sistema inmunológico  aun es inmaduro, con la intención de que haga amiguitos, pero a estas edades los amiguitos tienen nombres extraños: rotaperez, neumosanchez, adenogómez, etc. Lo malo es que este mito se ha extendido incluso al mundo adulto y muchas personas dejan de tomar lácteos cuando tienen procesos catarrales, convencidos de que producirán menos moco y gastarán menos en pañuelos; lo triste es que algunos vivales difunden estas teorías en sus consultas de medicina neurópata, homeopática, integrativa, holística y chupi guay y no solo te quitan los lácteos sino también un buen pellizco de tu cartera, recetando suplementos con su nombre o bolitas con sacarosa. Para informarse bien y no piense que el autor es extremista, recomienda el libro Medicina sin engaños de J.M. Mulet en el que se encarga de poner en su sitio a las pseudociencias y otras ¿medicinas? Alternativas. Mito 7. El pan y las galletas integrales no engordan o engordan menos que sus versiones no integrales Es mejor el pan integral que el pan blanco, por conservar más nutrientes y tener más fibra, pero el poder energético o calórico suele ser similar, por lo que si tiene la intención de bajar peso, tendrá que tenerlo en cuenta. Lo que sucede es que además de ser más saludable, el pan integral sacia más, lo que implica que solemos comer menos cantidad, por lo que el resultado final puede ser la ingestión de algunas calorías menos. En cuanto a las galletas, aquí el problema es el alto contenido en azúcar y grasas saturadas que llevan, por lo que aunque tengan fibra, y estén

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