Más de 4 millones de personas mayores de 65 años tienen problemas de control de esfínteres urinarios o fecales. No es un problema aislado, la persona que la padece no está sola, ni es algo nuevo.
Es un problema que puede solucionarse y pueden reducirse al mínimo las incomodidades y los riesgos existentes. En la solución participan los profesionales sanitarios, la familia, los cuidadores y la persona afectada.
Es necesario evitar la ocultación de esta situación, ya que cuanto antes la conozca el médico y los profesionales sanitarios, antes se podrá poner tratamiento para resolverlo.
Un punto importante es las actuaciones frente a este problema será promover los cuidados en el propio domicilio de la persona afectada. Estos cuidados pueden englobar desde la higiene básica, los cuidados de colectores, sondas, movilizaciones en la cama, etc.
Los profesionales sanitarios siempre estarán dispuestos a ayudar, pero es necesario comprender que la ayuda de la familia y de los cuidadores es imprescindible, ya que serán los que más tiempo pasen con el afectado y los que detectarán precozmente los problemas.
Definición y tipos
La incontinencia urinaria suele definirse como la pérdida involuntaria de orina que provoca en los individuos, problemas higiénicos, psicológicos y sociales. Podemos distinguir:
- Incontinencia urinaria de esfuerzo: situación en que la persona experimenta una pérdida de orina por debajo de 50 ml y se produce a consecuencia de un aumento de la presión abdominal.
- Incontinencia urinaria de urgencia: el individuo experimenta una pérdida involuntaria de orina poco después de sentir una gran sensación de urgencia al orinar.
- Incontinencia urinaria por rebosamiento: situación en que la persona experimenta una pérdida involuntaria de orina, que se produce cada cierto tiempo, de algún modo pronosticable y que tiene lugar cuando la vejiga alcanza un determinado volumen de orina
- Incontinencia urinaria funcional. Situación en que la persona experimenta pérdida de orina involuntaria e impredecible y suele estar asociada a enfermedades u otras alteraciones
- Incontinencia urinaria total: situación en que el individuo experimenta pérdidas de orina de forma continua e involuntaria
Factores predisponentes
Habrá una serie de factores que favorezcan la aparición de incontinencia
Factores ambientales
Uno de los más importantes, es la existencia de las denominadas “barreras arquitectónicas”; son aquellos objetos, muebles, parte de la arquitectura de los edificios, etc. que impiden y dificultan el acceso de manera rápida y eficaz al aseo por parte de la persona incontinente. Ejemplos de éstas son: mobiliario mal colocado, escalones altos, alfombras dobladas, suelos resbaladizos, etc.
Factores personales (biológicos y orgánicos)
- Existencia de impedimento físico: encamado, enfermo terminal, minusvalía
- Que tenga impedimentos psíquicos: demencia, desorientación, etc.
- Que viva solo, aislamiento, etc.
Cuidados
Hay que dejar claro desde el principio que no está solo; todos, su familia, cuidadores y los profesionales sanitarios están para ayudarle. Será necesario recordarle que existen los medios y conocimientos necesarios para resolver el problema. Es importante facilitar el camino hasta el cuarto de baño lo más cómodo y directo posible, evitando los obstáculos como sillas, plantas, etc. En el cuarto de baño debe mejorarse la iluminación, colocar pasamanos y asideros.
Las ropas serán amplias y fáciles de abrir y quitar, vestidos con broches automáticos, velcros, etc.
Evitar el estreñimiento, porque aumenta la presión en la vejiga y facilita la aparición de la sensación de ganas de orinar. ¿Cómo lo evitamos? Proporcionando comidas ricas en fibras, legumbres, verduras, fruta fresca. Controlar las micciones diarias y evitar en lo posible la urgencia.
En caso de necesidad urgente de orinar, realizar respiraciones profundas y no contraer el abdomen ya que de esta manera, se evitará que aumente la presión en la vejiga.
No ser demasiado insistente en preguntar al mayor si está seco o mojado o si tiene necesidad de orinar. Es importante dar estímulos positivos, apoyar y compartir los episodios de incontinencia, evitar frases del tipo “ya está otra vez, es que no se puede aguantar” y la marginación.
Evitar el consumo excesivo de líquidos excitantes como colas, café y también el alcohol, porque irrita la vejiga y aumenta la necesidad de orinar. Establecer un horario de micción y favorecer una rutina para mantener la vejiga vacía.
Realizar ejercicios para fortalecer los músculos del suelo de la pelvis y favorecer un tono adecuado que ayude a controlar la orina. Algunos de estos ejercicios son:
- Debe estar sentado o de pie, sin tensión en los músculos de las piernas o del abdomen. Imagine que quiere controlar su deposición y contraiga los músculos del ano. Estos ejercicios no son visibles y los puede practicar en cualquier momento.
- Al comenzar a orinar debe interrumpir el chorro contrayendo los músculos en la zona. Al contraerlos cuente hasta cuatro y relájelos de nuevo. El número de contracciones se irá aumentando progresivamente. Realizarlos una vez por hora durante al menos 3 meses.
No debe impacientarse si ve que los resultados no se alcanzan inmediatamente, puede pasar algún tiempo hasta que los ejercicios surtan efecto. Si la persona mayor está en la cama y no puede por sus medios ir al cuarto de baño existen aparatos, cuñas y orinales que pueden ser útiles. Intentar usar los pañales como último recurso. Evitar la palabra “pañal” usar sinónimos como protector o similar para evitar avergonzarles o hacerles sentir mal.
Es necesario, que al elegir el protector u otra medida, el afectado participe en la elección. Hay que aumentar el cuidado y la vigilancia de la piel en contacto con estos protectores, porque tienden a estar húmedas, favoreciendo la aparición de irritaciones, infecciones y lesiones en la piel.
Complicaciones
Las posibles complicaciones de la incontinencia urinaria, si no se trata a tiempo, podrán ser:
- Complicaciones psicológicas y sociales:
- Desajuste familiar, aumento de los gastos, dedicación constante, etc.
- Aislamiento social
- Cuadros depresivos
- Auto marginación y aislamiento
- Complicaciones orgánicas:
- Alteración de la piel
- Hemorragias
- Rotura de vejiga
- Complicaciones iatrogénicas del sondaje vesical:
- Lesiones en la uretra
- Contracción de los músculos de la vejiga
- Obstrucción de la sonda
- Deterioro de la sonda
Signos y síntomas de alarma
En caso de observar alguno de los siguientes signos o síntomas acuda a su médico:
- Orina turbia
- Hemorragia o sangre en la orina
- Fiebre
- Escalofríos
- Malestar general
- Pérdida del apetito
- Orina mal oliente
Es de destacar que, si tiene dispositivos externos, puede presentarse:
- Irritación de la piel
- Lesiones en zonas cercanas
- Inflamación
- Cambios en la coloración del pene
Incontinencia fecal
Tiene gran importancia y está seleccionada con la incontinencia urinaria. La incontinencia fecal es la pérdida involuntaria de heces, provocando, si cabe, mayores problemas de higiene, psicológicos y sociales que la incontinencia urinaria
Consejos para su cuidado
- Deben lavarse las manos antes y después de tener contacto con las heces (aunque se usen guantes)
- Mantener la piel limpia y seca
- Realizar una higiene adecuada con agua tibia, jabón de PH neutro y secar con toques, sin friccionar
- La zona que rodea al ano debe protegerse con óxido de zinc, vaselina, crema hidratantes o similar
- Establecer higiene y pautas de defecación regulares, estableciendo un horario y un registro de las deposiciones
- Ayudar al individuo en la colocación de la cuña, llegar al cuarto de baño, etc.
- Usar sábanas y protectores suaves cuando se produzcan escapes
- Usar prendas fáciles de utilizar, cambiar o desabrochar
- Ventilar la habitación
- Prevenir el estreñimiento
- Hay que actuar con mucho tacto, sugiriendo el uso de ropa interior especial, con pañales desechables, con el fin de que se sienta a gusto al moverse
Consejos nutricionales
- Estimular la ingesta oral de líquidos y alimentos, siempre que no exista contradicción médica, ya que si no podría existir una deshidratación por la expulsión continua de heces
- Puede ser útil comer alimentos en pequeñas cantidades, eligiendo preferiblemente los alimentos de consistencia blanda porque son más fáciles de ingerir
- Procurar presentar la comida de una manera más apetecible
- Siempre que sea posible, deben evitarse los líquidos excesivamente calientes o fríos porque facilitan los movimientos del intestino y favorece la expulsión de heces
- Deben evitarse los alimentos con muchas especias
(Información extraída de Guía de cuidados de personas mayores / Andrés Pérez Melero (editor); [autores Álvaro Noguera Macarena… et al.], 1999)