Incontinencia fecal y estreñimiento

La incontinencia fecal (IF) es la incapacidad para retener el contenido intestinal. Se estima que la IF afecta ENTRE UN 3 y un 21% de la población  general mayor de 65 años, un 50% de las personas mayores institucionalizadas y más de un 80% de pacientes con demencia hospitalizados. García-Cabrera describe la etiología multicausal de la IF y señala el deterioro cognitivo como una de las principales causas de este problema en población anciana, por la influencia del sistema nervioso central en la regulación y el control de los esfínteres.

Este síndrome es uno de los que más afecta a la calidad de vida del anciano y del mismo modo, uno de los que más sobrecarga a los cuidadores. Además, provoca un gran impacto a nivel físico, económico y psicosocial. Es una de las principales causas de institucionalización en ancianos, sobre todo cuando esta incontinencia se asocia también a la urinaria.

Se distinguen dos tipos de IF, la IF menor, que se refiere a soiling (ej. Ensuciarse la ropa), incontinencia de gas, urgencia defecatoria e incontinencia verdadera a heces liquidas. Y por otro lado la IF mayor que incluye la pérdida de la continencia para hacer heces solidas por lesiones en el suelo pélvico, fármacos, prolapso, cáncer de recto, alteraciones neurológicas centrales, espinales y periféricas, enfermedades miopáticas y enfermedades sistemáticas.

El origen multicausal de este problema hace que una buena evaluación sea fundamental para elegir su abordaje. Tradicionalmente, en el tratamiento de la IF se intentan establecer medidas de cuidado higiénica y dermatológica, programar las defecaciones, realizar ajustes en la dieta y en la actividad física y modificar las posibles barreras arquitectónicas. Si existe impactación fecal, esta se trata mediante enemas y sistemas de irrigación. Cuando estas medidas no son suficientes, también se recurre al tratamiento farmacológico, y según las características del paciente, se aplican también técnicas de biofeedback y rehabilitación del suelo pélvico, así como intervenciones quirúrgicas.

Por otro lado, el estreñimiento no es una enfermedad, sino un síntoma que se define como la evaluación de las heces excesivamente secas, escasas o infrecuentes. Es más frecuente en mujeres que en hombres y una cuarta parte de las personas mayores de 60 años cumplen con algunos criterios de estreñimiento. El problema principal del estreñimiento son las complicaciones que tiene, como la impactación fecal, ulceras colónicas, fisura anal, prolapso de la mucosa anal, hernias, alteraciones circulatorias, vólvulo de colon, incontinencia fecal y retención urinaria.

 

 

(Información extraída de Perspectivas de estudio en gerontología y salud en el siglo XXI  / Coordinadores: Jesús Rodríguez Marín, Esther Sitges Maciá, 2020)

 

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