¿En qué puede ayudar la hipoterapia?

La hipoterapia tal y como indica su terminología, esta actividad tiene un carácter terapéutico. Esta tipología consiste en animar al jinete a que realice diferentes ejercicios pie a tierra y sobre el caballo en forma de juegos. Tales ejercicios, combinados con el movimiento tridimensional y rítmico del animal, permiten trabajar aspectos físicos, psicológicos, emocionales y sensoriales del jinete, en función de las necesidades particulares que planteé. Hay que buscar juegos y ejercicios con los que sea posible realizar diferentes movimientos, posturas y sonidos, a fin de que todo ello ayude a desarrollar de manera integral los distintos aspectos de la persona.

Dependiendo del perfil del jinete, el plan de centrado se centra en secuencias encaminadas a lograr los objetivos generales marcados inicialmente por el equipo multidisciplinar. Los planes de trabajo suelen realizarse trimestralmente, aunque el terapeuta evalúa el progreso cada mes. Se establecen objetivos específicos a corto plazo y a medida que se van cumpliendo se van integrando nuevos ejercicios o variantes de las actividades iniciales, que se centran en un solo ámbito o en varios, en función de los objetivos.

En ocasiones, todo este trabajo se realiza de manera involuntaria, ya que el caballo, por medio de su movimiento y su presencia, nos aporta diferentes estímulos al que nuestro cuerpo responde sin que nos demos cuenta. Por ejemplo, el movimiento del caballo ya proporciona por sí mismo una relajación o estimulación de los músculos y articulaciones del jinete. Además, el ritmo producido por el paso del animal ejerce un vaivén en la pelvis y el tronco del jinete que le transmite una sensación muy similar al caminar de las personas. Mientras el movimiento y el calor del cuerpo del animal ayudan a relajar toda la parte física del jinete, se puede llevar a cabo ejercicios para estimular aspectos que nos interese trabajar o reforzar: ejercicios sensoriales, logopédicos, afectivos o lúdicos.

Equipo humano

En hipoterapia, el jinete no dirige al caballo, sino que este es dirigido por un auxiliar ecuestre con conocimiento en este ámbito. Se encarga de controlar, dirigir el ritmo y la dirección del caballo siguiendo las directrices del terapeuta. Su función es esencial, ya que proporciona seguridad, calma y confianza al animal. El terapeuta dirige la sesión. Su posición es cercana al jinete para darle seguridad y confianza a la vez que marca la secuencia de los ejercicios.

Es esencial contar con un equipo multidisciplinar que se reúna de manera periódica para llevar a cabo diferentes evaluaciones iniciales y de control. Debe estar formado por distintos profesionales: médicos, fisioterapeutas, psicólogos, educadores o trabajadores sociales, logopedas, etc. Este equipo debe planificar un trabajo integral de la persona, que incluya todos los aspectos de nuestro jinete; así, el trabajo es mas completo y los beneficios se multiplican. Estos especialistas pueden estar presentes en todas las sesiones o bien participar solo puntualmente en ellas cuando se necesite un soporte especifico relacionado con su área de conocimiento.

El terapeuta o los especialistas que intervendrán directamente en la sesión harán una primera evaluación del jinete para familiarizarse con él y conocer sus particularidades antes de iniciar la sesión. Esta evaluación previa es muy importante, ya que nos dice si el jinete está animado y listo para empezar, o tal vez cansado, dolorido y muy enfadado. Dependiendo de su estado en el momento de comenzar la sesión, los ejercicios serán unos u otros.

Monta gemelar

En la monta gemelar, también conocida como backriding o Bobath, el terapeuta monta en el caballo y se sitúa detrás del jinete. Se recurre a esta posición cuando el jinete tiene dificultad para controlar su tronco y el terapeuta le sirve de ayuda o apoyo para mantener el equilibrio y fortalecer la musculatura de la zona. A medida que el jinete gana fuerza en su tronco y mejora el equilibrio, el terapeuta reduce el tiempo de la monta gemelar.

Equipo para el caballo

Dependiendo del trabajo planificado, existen diferentes opciones de preparación del caballo, en función de estos factores: el perfil y las necesidades del jinete, la comodidad de nuestro caballo o bien el objetivo de la sesión.

A menudo, se requiere usar algunos equipos complementarios para el caballo, por ejemplo, el cinchuelo o una montura adaptada. Asimismo, por lo general, se emplea la cabezada con una cuerda para que el auxiliar pueda controlar el caballo durante la sesión.

Cuando el terapeuta considera necesario hacer determinadas actividades encaminadas a que el jinete empiece a tomar el control del caballo, se recurre también a la brida.

Ejemplo práctico

Se muestra un ejemplo de plan de trabajo inicial de hipoterapia para una persona con autismo. Cada persona requiere un plan de trabajo individualizado que no debe extrapolarse a otros casos

  1. Reconocer los colores
    1. Ámbitos. Contenido cognitivo. Físico
    2. Objetivos específicos:
      1. Distinguir los aros por colores
      2. Reconocer y nombrar los colores
  • Relacionar elementos del mismo color
  1. Actividades:
    1. Colocar los aros en los palos del mismo color
    2. Agarra el aro del color que el terapeuta indica
  • Nombra el color del aro que el terapeuta muestra
  1. Trabajar el manejo del caballo
    1. Ámbitos: emocional, psicológico, contenido cognitivo, físico
    2. Objetivos específicos:
      1. Cepillar de forma autónoma al caballo
      2. Preparar al caballo sin ayuda
  • Llevar al caballo pie a tierra
  1. Actividades:
    1. Reconocer los elementos de cepillado
    2. Cepilla el caballo de manera adecuada
  • Elige el cepillo adecuado para cada zona del caballo
  1. Reconoce las guarniciones del caballo
  2. Aprende el orden adecuado de colocación de las guarniciones
  3. Conduce el caballo por diferentes obstáculos
  1. Trabajar el vínculo afectivo
    1. Ámbitos: emocional, psicológico
    2. Objetivos específicos:
      1. Fomentar el contacto táctil y visual con el caballo
      2. Fomentar el contacto táctil y visual con el terapeuta y el auxiliar
    3. Actividades:
      1. Acariciar el caballo
      2. Abrazar al caballo
  • Mantener contacto visual con el caballo
  1. Acariciar, abrazar y mantener contacto visual con el terapeuta
  1. Aprender a controlar las emociones durante la sesión
    1. Ámbitos: emocional, psicológico
    2. Objetivos específicos:
      1. Reconocer las propias emociones
    3. Actividades:
      1. Busca el motivo que ha desencadenado una emoción
      2. Ayuda a reconducir la emoción expresada

(información extraída de Equinoterapia terapias asistidas con caballos / textos, Cristina Cañadas Guerrero; ilustraciones. Myriam Ferrón; fotografías, Nos i Soto, Thinkstock; dirección editorial, María Fernanda Canal., 2018)

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