Efectos del trastornos del ritmo circadiano

Dentro de los trastornos del ritmo circadiano se incluyen aquellos trastornos que están causados por una alteración o modificación del ritmo sueño-vigilia. Los criterios diagnósticos del DSM-IV para los trastornos del ritmo circadiano son:

    1. Persistente alteración en el patrón de sueño manifestada por somnolencia excesiva o insomnio, como consecuencia de un desajuste entre el horario de sueño y el ritmo circadiano
    2. Esa alteración provoca un conflicto clínicamente significativo o un deterioro social, ocupacional o de otras áreas importantes de funcionamiento del sujeto
    3. Esta alteración no está asociada ni a un trastorno de sueño ni a un trastorno mental
    4. El trastorno no es un efecto psicofisiológico directo del consumo de sustancias o de un trastorno médico

JET LAG

El síndrome del Jet Lag es un trastorno que aparece normalmente al viajar en avión atravesando diversas zonas horarias. El principal problema asociado a este trastorno es que el sujeto no consigue dormir cuando quiere debido a que el sueño se produce en momentos inapropiados y también se producen momentos de vigilia en periodos no adecuados (Miró y Buela-Casal, 1994). Por ello, los sujetos con este trastorno del sueño presentan quejas de cansancio, somnolencia a horas inapropiadas, alteraciones gastrointestinales, cefaleas, malestar general, dificultades para conciliar el sueño, despertares durante la noche y a primera hora de la mañana, alteraciones del apetito, etc.

La severidad y duración de los síntomas del trastorno va a depender de los siguientes factores:

      1. Número de horas horarias cruzadas
      2. Dirección de vuelo (este u oeste)
      3. El horario de salida y de llegada
      4. La ritmicidad biológica circadiana
      5. Diferencias individuales para adaptarse a los cambios de horario

La duración de estos síntomas puede oscilar entre 4 y 5 días. El trastorno afecta a sujetos de cualquier edad, aunque a partir de los 50 años los síntomas son más acusados. En el caso de los vuelos orientales (donde los días se acortan) los síntomas son mas marcados, ya que el ciclo circadiano se ve reducido a menos de 24 horas. Por el contrario, en vuelos occidentales la severidad de los síntomas es menor ya que el día se alarga y el ciclo circadiano de 24 horas se ve aumentado.

SUEÑO RETRASADO Y SUEÑO ADELANTADO

La característica principal del sueño retrasado es que la fase de sueño del ritmo circadiana aparece atrasada en relación con el horario normal de acostarse; así, el sujeto cuando se acuesta no se duerme, y al levantarse se encuentra con sueño. Este trastorno es bastante frecuente entre los adolescentes, los cuales durante los fines de semana o las vacaciones se acuestan a altas horas de la madrugada. Cuando regresan a la escuela se van a la cama temprano, pero no consiguen dormir, de forma que al día siguiente tienen problemas para despertarse. Cuando llega el fin de semana vuelven a repetir el mismo horario.

En cuanto al sueño adelantado ocurre lo contrario, estos pacientes se levantan pronto por la mañana y se acuestan pronto, puesto que a última hora de la tarde ya se sienten somnolientos.

 INSOMNIO POR PAUTA IRREGULAR DEL CICLO SUEÑO-VIGILIA

Dentro de esta categoría se incluirían aquellos sujetos que no tienen un horario regular mínimo en cuanto a la hora de acostarse; entre los que cabe destacar los trabajadores por turnos, estudiantes universitarios, etc. que de forma periódica se ven obligados a alterar el ciclo normal de sueño-vigilia. Como consecuencia, se observa una pérdida del rendimiento y del nivel de atención durante el trabajo. Además, se observan algunas alteraciones del sueño, principalmente en la fase MOR y en la fase II del sueño (Buela-Casal 1990b).

TRASTORNO DEL SUEÑO RELACIONADO CON UN CICLO DIFERENTE A 24 HORAS

Este tipo de personas presentan un ritmo de sueño-vigilia que no sigue las 24 horas habituales, produciéndose una disincronía con el horario habitual del ambiente del sujeto. Cuando el ritmo se acerca a 180 grados de desplazamiento con el ambiente, el sujeto se encontrará muy somnoliento durante el día y muy activado por la noche. Posteriormente de forma gradual, el ritmo se irá sincronizando con el horario estándar, hasta alcanzar la sincronía total y a partir de entonces comienza nuevamente la desincronización (Buela-Casal 1990b).

(extraído de Trastornos del sueño / Gualberto Buela-Casal, Ana Isabel Sánchez, 2002)

 

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