Cuidar de Alguien con Esquizofrenia: Lo Esencial que Debes Saber

La esquizofrenia se diagnostica cuando se observan alteraciones en las principales funciones mentales:

  • Percepción
  • Pensamiento
  • Emociones
  • Movimiento
  • Capacidades cognitivas (atención, memoria, etc.)
  • Control de la conducta

Sin embargo, las distintas alteraciones no están presentes en todos los casos, sino que se combinan de forma muy diversa. Tanto es así, que es fácil encontrar personas diagnosticadas de la misma enfermedad que presentan síntomas totalmente distintos, y que incluso resulta difícil creer que padecen la misma afección. Además, en una misma persona, el tipo de síntomas puede variar a lo largo del tiempo.

Las alteraciones pueden producirse por exceso o por defecto; es decir, las funciones mentales normales pueden aparecer de forma distorsionada o excesiva, o pueden fallar o presentar déficits importantes. En el primer caso se dice que la persona presenta síntomas positivos porque las funciones se han alterado en exceso, mientras que en el segundo se dice que presenta síntomas negativos porque las funciones operan por debajo de lo normal o se han perdido. Todas las personas diagnosticadas de esquizofrenia presentan síntomas de ambos tipos, tienen unas funciones mentales alteradas por exceso y otras por defecto. Algunos de los síntomas positivos y negativos más característicos de la enfermedad son los siguientes:

Síntomas positivos

  • Alucinaciones
  • Delirios
  • Lenguaje y pensamiento desorganizado
  • Comportamiento desorganizado

Síntomas negativos

  • Pobreza afectiva
  • Abulia-apatía
  • Anhedonia-insociabilidad
  • Alogia
  • Aislamiento social

No se presentan normalmente todos los síntomas y la gravedad de las alteraciones varia, tanto de unas personas a otras como en la misma persona en distintos momentos. Algunos de los síntomas le resultarán familiares y los habrá apreciado en su familiar, mientras que otros, nunca le habrán sucedido y es posible que no le sucedan jamás.

Síntomas positivos

  • Cuando la persona sufre alucinaciones tiene sensaciones sin que reciba la estimulación necesaria para sentirlas. Estas alteraciones pueden ocurrir en cualquiera de los cinco sentidos:
    • Se ven cosas o personas inexistentes
    • Se sienten olores extraños en el ambiente o se perciben olores corporales en uno mismo o en los otros
    • Se notan sabores extraños en la boca, en el sabor de algunos alimentos o bebidas
    • Se notan sensaciones en la piel si que nada ni nadie les esté tocando
    • Oído. Pueden oír ruidos o voces cuando no se están produciendo

Las alucinaciones pueden afectar a una modalidad sensorial o a varias: una persona puede únicamente oír voces que hablan sobre ella y otra puede notar que alguien les toca y percibir que despide un olor pestilente.

Suelen asustar y angustiar mucho a quienes la sufren. Muchos se sienten confusos y no saben explicar muy bien lo que les está ocurriendo. Otros pueden explicarlas con detalle y responder a ellas como si realmente estuvieran ocurriendo. De hecho, quien sufre alucinaciones está totalmente convencido de que lo que está sintiendo es real, no diferencia esas sensaciones de las que se producen en condiciones normales.

  • Son ideas y creencias distorsionadas que se mantienen con mucha convicción y que suelen causar mucha preocupación y angustia. Pueden ser muy peculiares y extrañas o más verosímiles y usuales. Se trata de convicciones muy rígidas, que se mantienen a pesar de que se presenten argumentos y pruebas en contra o a pesar de que sean lógicamente imposibles.

Una característica de este tipo de creencias es que la persona se altera mucho emocionalmente y suele dedicar mucho tiempo a pensar en ellas. Cuando pueden ser ciertas, los familiares pueden cuestionarse si son realmente delirantes o incluso intentar comprobar si es así.

Los delirios mas frecuentes en la esquizofrenia suelen ser los de persecución, perjuicio, referencia y control. En los de persecución, el afectado cree que alguna persona u organización le vigilan o acosan. En los de prejuicio, el individuo cree que una o varias personas están haciendo cosas contra él para hacerle daño. En los de referencia, la persona cree que acontecimientos neutros están referidos a él o tienen significados ocultos que solo él puede entender. Y en los de control el afectado cree que sus acciones o pensamientos están dominados por otros.

Aunque estos son los mas frecuentes, puede darse también delirios somáticos cuando la persona creer que tiene alguna alteración en su cuerpo. Y también delirios de grandeza, en los que la persona cree que es una figura muy importante o que tiene poderes especiales. En este último caso, la persona no suele sentirse preocupada ni angustiada.

  • Lenguaje y pensamientos desorganizados. Consiste en la pérdida de las asociaciones lógicas en el pensamiento; es decir, la relación entre unas ideas y otras se pierde. La persona puede saltar de un tema a otro e incluso su discurso puede llegar a ser incoherente para los demás. Puede divagar y caer en pequeños detalles irrelevantes o cambiar de un tema a otro sin ningún hilo conductor.
  • Comportamiento desorganizado. Algunas personas presentan conductas que se caracterizan por la falta de lógica y sentido común. Se manifiesta con conductas que pueden ir desde una gran agitación hasta conductas carentes de lógica.

Pueden tener dificultades en las actividades de la vida diaria, como ducharse o lavarse, debido a la desorganización de sus acciones. Son características las risas inmotivadas y la conducta caótica y peculiar.

Síntomas negativos

  • Pobreza afectiva. Cuando la persona sufre pobreza afectiva sufre un empobrecimiento en la expresión de emociones y sentimientos y una disminución de la capacidad emocional. Entre sus manifestaciones, están la expresión facial inmutable, menos movimientos espontáneos que antes o la reducción de los además expresivos; rehúye la mirada o tiene una mirada extraviada, el habla no presenta inflexiones vocales, es monótona y no enfatiza las palabras relevantes.
  • Consiste en el empobrecimiento del pensamiento y de la cognición. Es frecuente que tengan un lenguaje empobrecido, sus respuestas sean breves y que no añadan información adicional. También pueden bloquearse, interrumpiendo su discurso antes de que una idea haya sido completada o que, tras unos segundos de silencio, no puedan recordar qué querían decir. En ocasiones, el lenguaje es pobre, vago y aunque las respuestas sean largas, tiene poco contenido. También pueden tardar más tiempo del normal en responder.
  • Abulia-apatía. Se habla de abulia cuando se aprecia falta de energía e impulso y de apatía cuando hay falta de interés por las cosas. Se manifiesta con problemas de higiene y falta de persistencia en las tareas, tendencia a sentirse agotado física o mentalmente y también como lentitud al llevar a cabo acciones.

estos síntomas producen angustia y desesperación en los cuidadores ya que lo atribuyen a su personalidad o a la voluntad de fastidiar. La interpretación de estas dificultades se corresponde con síntomas negativos característicos de la esquizofrenia, contribuye a la conflictividad y dificulta la mejora en áreas tan básicas como la higiene personal.

  • Anhedonia-insociabilidad. La anhedonia es la dificultad para experimentar placer e interés por las cosas que antes les gustaba hacer. Se manifiesta por la ausencia de hobbies, menos interacciones sexuales, disminución del nivel de actividad e incapacidad para establecer nuevas relaciones. Son bastante frecuentes las quejas de no sentir por las cosas el mismo placer tras un periodo de recuperación
  • Problemas en el funcionamiento cognitivo. Consisten en problemas en la concentración y en la atención. Pese a que en la esquizofrenia la inteligencia se conserva, se presentan distintas anomalías en la atención y memoria. Pueden tener dificultades para mantener la atención en actividades que antes realizaba sin dificultad. También pueden aparecer problemas para recordar cosas que le han pasado o que tienen que hacer. Pueden aparecer inconvenientes en su capacidad para planificar y organizar las acciones.

 

(información extraída de Guía práctica para el manejo de la esquizofrenia: manual para la familia y el cuidador / Elena Aznar Avendaño, Ángeles Berlanga Adell, 2004)

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