Es indudable que el aumento progresivo de la próstata va a acarrear una serie de complicaciones, debidas sobre todo a la dificultad para vaciar la vejiga
Sangre en la orina
La orina trata de compensar el obstáculo al vaciado, lo cual implica que trabaje más y que se encuentre más congestionada, ya que los vasos por donde llega la sangre están con más presión de lo normal. Este hecho justifica que, con cierta frecuencia, pueda aparecer sangre en la orina “hematuria”, debido a que algún vaso se ha roto por acción de esta presión que tiene en su interior.
Habitualmente, la cantidad de sangre no suele ser muy abundante, aunque sí que es espectacular, por pequeña que sea la cantidad de sangre que exista en la orina. Ocasionalmente puede ocurrir que el sangrado por la orina sea muy abundante, precisando atención urgente en algún centro hospitalario.
No puedo orinar
Si bien no suele ser un problema muy frecuente, sí que es muy fastidioso e inolvidable para quien lo haya padecido en alguna ocasión.
Puede ser que debido al crecimiento progresivo de la próstata o bien a un proceso inflamatorio añadido a ese aumento de tamaño, se produzca una obstrucción total al vaciado de la vejiga, de modo que no se pueda orinar ni una gota “retención aguda de orina”. En estos casos, el sujeto nota que cada vez es mayor la dificultad para orinar hasta que de repente no es capaz de orinar nada.
Es una complicación muy incómoda y arriesgada, ya que además de las considerables molestias en el abdomen puede verse alterada la función de los riñones, apareciendo una insuficiencia renal, con todas las consecuencias. Cuando ocurre esto se precisa atención médica urgente, pues es preciso colocar una sonda que permita salvar la obstrucción y recoger la orina almacenada y la que se irá formando posteriormente.
Las infecciones
En las fases avanzadas del crecimiento prostático sucede con bastante frecuencia que la orina que se encuentra almacenada en la vejiga y que no puede ser eliminada, sufre una infección, empeorando todavía más las molestias urinarias y pudiendo precipitar una retención aguda de orina.
No es infrecuente que se descubra que la próstata esta aumentada de tamaño por la aparición de infecciones urinarias repetidas y frecuentes. En estos casos la solución a las infecciones vendrá de la mano de la eliminación del obstáculo para vaciar la vejiga.
Pérdida de calidad de vida
Cada vez se reconoce más que las molestias urinarias derivadas del crecimiento de la glándula prostática provocan una serie de consecuencias psicológicas y sociales que influyen negativamente sobre la calidad de vida del sujeto que las padece.
Estas consecuencias se deben sobre todo a las limitaciones que provocan los síntomas prostáticos, tales como la necesidad de orinar frecuentemente, el disconfort constante, la falta de previsión de una micción urgente, a lo cual también se puede unir algún escape involuntario de orina.
Por estos motivos, el sujeto mayor que padece de próstata suele evitar los desplazamientos alejados de su casa o ambiente familiar, las reuniones sociales, las visitas a otros domicilios, los actos públicos, viajes largos, etc.
Además de estas limitaciones físicas, puede que se sienta también más inseguro, intranquilo y nervioso, llegando en algunos casos a padecer situaciones de ansiedad o depresión reactivas a su problema urinario.
(Información extraída de Lo suyo tiene solución: los problemas de la incontinencia urinaria Carlos Verdejo Bravo, 1994)