La anorexia nerviosa es un trastorno grave de la conducta alimentaria en el que la persona que la padece presenta un peso inferior al que sería de esperar por su edad, sexo y altura. El peso se pierde por ayunos o reducción extremada de la comida, pero casi el 50% de las personas que lo padecen usan también el vómito autoinducido, el abuso de laxantes y/o diuréticos y el ejercicio extenuante para perder peso (Fairburn y Garner, 1986) sin que exista ninguna enfermedad médica que explique la pérdida de peso.
La prevalencia durante la vida de la anorexia nerviosa (AN) está situada en un 0,5 por 100 en mujeres jóvenes (APA, 2000) en Estados Unidos y en Europa. Esto significa que una de cada 200 mujeres puede sufrir AN durante su vida. Aparece más a menudo en jóvenes adolescentes (de 15 a 19 años) y es una enfermedad muy grave. La mortalidad que provoca es una de las mayores causadas por trastornos psicopatológicos.
Es mucho más frecuente entre las mujeres que en los hombres. Solamente del 5 al 10% de los pacientes son hombres. Esta discrepancia de género es una de las mayores que se ha hallado en problemas psiquiátricos (Grilo, 2006).
Este trastorno ya era conocido desde épocas antiguas. En la descripción de la vida de algunas santas aparece claramente explicado, aunque para el autor de estas historias parece un comportamiento encomiable.
La primera descripción clínica de él data de 1873 a cargo de Lasègue, quien la llama “consunción nerviosa”. Gull en 1874 la califica por primera vez de anorexia nerviosa y publica unos casos clínicos muy bien descritos en los que destaca el carácter moral del trastorno, así como el tratamiento de que se sirve para cambiar este proceso.
Los criterios para el diagnóstico de la anorexia nerviosa, de Freighner sirvieron para detectar y evaluar este trastorno, pero han cambiado bastante. Entre sus criterios de diagnóstico destacaba: edad de inicio 25 años, anorexia acompañada de una pérdida de peso por lo menos al 25% de peso corporal, actitud distorsionada hacia la ingesta, el alimento o el peso y al menos las siguientes manifestaciones: amenorrea, lanugo, bradicardia (pulso en reposo de 60 o menos), periodos de hiperactividad, episodios de bulimia, vómitos.
La Sociedad Americana de Psiquiatría ha presentado unos manuales diagnósticos de los trastornos psiquiátricos, los DSM, en los que se describen los criterios que se han de utilizar para el diagnóstico de cualquiera de ellos. Se realizan gracias al consenso de múltiples especialistas y se van renovando a medida que se tiene un conocimiento más preciso de cada alteración.
La edad de inicio de la anorexia ha desaparecido de los criterios diagnósticos posteriores a los de Freighner y adoptados por la American Psychiatric Association (DSM-III, DSM-III-R, DSM-IV, DSM IV-TR y DSM-V), existiendo un acuerdo en que suele aparecer en la primera adolescencia, hacia los 15 años, aunque en la clínica aparece en edades inferiores y sin que ello implique que no pueda presentarse en personas mayores.
La pérdida de peso que se considera necesaria para la definición de anorexia ha pasado del 25% de la clasificación de Freighner y del DSM-III, al 15% en el DSM-III-R y el DSM-IV. Además, a partir del DSM-III se incorporan aspectos evolutivos a la pérdida de peso; es decir, en personas menores de 18 años se calcula el peso que debía haber ganado por crecimiento. Los criterios para el diagnóstico de la anorexia nerviosa en el DSM-III (APA, 1980) son:
- Miedo intenso a engordar que no disminuye a medida que lo hace el peso
- Alteración de la imagen corporal, por ejemplo, se queja de “sentirse gordo” aun estando demacrado.
- Pérdida de peso de al menos un 25% del peso original. Por debajo de los 18 años, a la pérdida de peso inicial hay que añadir el peso que le correspondería haber ganado de acuerdo con el proceso de crecimiento, hasta constituir la pérdida del 25%.
- Negativa a mantener el peso corporal por encima del mínimo normal para la edad y la altura
- Ausencia de enfermedades que justifiquen la pérdida de peso.
Por otra parte, esta clasificación (DSM-III) se centra en aquellos aspectos más relevantes del trastorno (temor al aumento de peso y distorsión de la imagen corporal), dejado de lado aquellos más dudosos.
En la revisión de esta clasificación (DSM-III-R, APA, 1987) se recupera el criterio de la presencia amenorrea y la especificación más concreta de la alteración de la percepción de la imagen corporal, peso y silueta. Criterios para el diagnóstico de la anorexia nerviosa en el DSM-III-R (APA, 1987):
De acuerdo con el Manual Estadístico de Trastornos Psicopatológicos DSM-III-R (APA,1987), la anorexia nerviosa es un trastorno que se define por las siguientes características:
- Rechazo a mantener el peso corporal en el mínimo normal correspondiente a la edad y estatura. Pérdida de peso del 15% por debajo del peso esperado o déficit en la ganancia de peso correspondiente al desarrollo, que conduce a una pérdida ponderal del 15% por debajo del peso esperado.
- Intenso miedo a engordar a pesar de estar en infrapeso
- Percepción alterada del peso, la configuración y las dimensiones corporales. La persona asegura verse gorda, a pesar de la evidente emaciación o considera que alguna parte de su cuerpo es demasiado gruesa
- En mujeres, ausencia por lo menos de tres ciclos menstruales consecutivos.
En el DSM-IV se expone la clasificación del subtipo bulímico y restrictivo (APA, 1994)
- Rechazo a mantener el peso corporal por encima de un peso mínimo para su edad y talla
- Miedo intenso a aumentar de peso o a engordar, aun estando emaciada
- Alteración en la manera como se experimenta el peso corporal y la silueta. Influencia exagerada de la silueta o el peso en la autoevaluación, o negación de la seriedad de su bajo peso corporal actual
- En mujeres posmenárquicas, ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos (amenorrea). Se considera que una mujer tiene amenorrea si sus períodos únicamente ocurren tras la administración de hormonas,
Subtipo bulímico: durante el periodo de anorexia, la persona presenta episodios recurrentes de sobreingesta
Subtipo restrictivo: durante el periodo de anorexia, la persona no presenta episodios recurrentes de sobreingesta.
En la propuesta que hace Fairburn (2008) para el DSM-V se establecen las siguientes características:
- Sobreevaluación o sobreestimación de la figura o el peso o su control, esto es, juzgando su autovalor o autoestima casi exclusivamente en términos de forma o peso o su capacidad para controlarlo
- Mantenimiento activo de un peso extremadamente bajo
- Amenorrea (en mujeres post-puberales)
Sin embargo, el valor de este criterio es cuestionable, y puede que se desaparezca en el DSM-V, ya que la mayor parte de pacientes que presentan los dos criterios anteriores son amenorreicas, y si no lo son se parecen muchísimo a las que sí lo son.
(extraído de Anorexia, bulimia y otros trastornos alimentarios de Rosa María Raich, 2011)