Los individuos con trastorno dismórfico corporal (conocido como dismorfofobia) están preocupados por uno o más defectos percibidos en su apariencia física, por lo que se ven feos, poco atractivos, anormales o deformes (Criterio A).
La percepción de los defectos no es observable o solo es apreciada levemente por los demás individuos. El espectro de preocupaciones va de “poco atractivo” o “no normal” a “horrible” o “como un monstruo”. Las preocupaciones pueden centrarse en una o varias zonas del cuerpo, más comúnmente en la piel (ej. percepción de acné, cicatrices, arrugas, palidez), el pelo (ej. adelgazamiento del pelo o excesivo vello facial en el cuerpo o la nariz. Sin embargo, cualquier área del cuerpo puede ser foco de preocupación (ej. ojos, dientes, peso, estómago, pechos, piernas, forma de la cara, labios, barbilla, cejas, genitales). Algunos individuos están preocupados por la asimetría percibida de algunas partes del cuerpo. Las preocupaciones son molestas consumen mucho tiempo y por lo general son difíciles de resistir o controlar.
En respuesta a la preocupación se llevan a cabo comportamientos o actos mentales (ej. comparación) excesivos y repetitivos (Criterio B). El individuo se siente impulsado a realizar estas conductas que no son placenteras y pueden aumentar su ansiedad y disforia. Estas conductas normalmente requieren bastante tiempo y son difíciles de resistir o de controlar. Los comportamientos comunes son: comparar la apariencia de uno mismo con la de otros individuos, comprobación repetitiva de los defectos percibidos usando superficies reflectantes o bajo examen directo, una excesiva preparación (ej. peinado, estilo, afeitado, depilación, arranque de pelo), el disimulo del aspecto (ej. aplicando maquillaje o cubriendo áreas que no les gustan con objetos tales como un sombrero, ropa, maquillaje o pelo), la comprobación de cómo se aprecian los defectos percibidos, tocando las partes que no les gustan para la comprobación, levantamiento de pesas o el ejercicio excesivo y la búsqueda de tratamientos cosméticos.
Algunos individuos se broncean excesivamente para oscurecer la piel pálida o disminuir la percepción del acné, se cambian varias veces de ropa (para esconder los defectos percibidos) o realizar compras compulsivas (productos de belleza). Es frecuente rascarse la piel compulsivamente con el fin de mejorar la apariencia de los defectos percibidos, lo que puede causar daños en la piel, infecciones o ruptura de vasos sanguíneos. La preocupación debe causar un malestar clínicamente significativo o un deterioro en el ámbito social, laboral o de otras áreas importantes del individuo (Criterio C); generalmente se presentan ambas cosas. El trastorno dismórfico corporal se debería diferenciar de los trastornos de conducta alimentaria.
La dismorfia muscular es una forma de trastorno dismórfico corporal que ocurre casi exclusivamente en los varones y consiste en la preocupación por la idea de que el cuerpo es demasiado pequeño o insuficientemente magro o musculado. Las personas con esta forma del trastorno en realidad tienen un cuerpo normal o incluso muy musculoso. También pueden estar preocupados por áreas del cuerpo tales como la piel o el cabello. Una mayoría (pero no todos) realiza levantamiento de pesas, dieta o ejercicio de forma excesiva, a veces causándose daños corporales. Otros utilizan esteroides anabolizantes, androgénicos y otras sustancias potencialmente peligrosas para tratar de hacer que su cuerpo sea más grande y musculoso. El trastorno dismórfico corporal por poderes es una forma de trastorno dismórfico corporal en que los individuos se preocupan por defectos que perciben en la apariencia de otras personas.
La conciencia de enfermedad en relación con las creencias del trastorno dismórfico corporal puede variar de buena a ausente (ej. creencias son delirantes si consisten en la plena convicción de que el aspecto percibido es exacto y no está distorsionado). De promedio, la conciencia de enfermedad es escasa y un tercio o más de los individuos tiene realmente un trastorno dismórfico corporal con consecuencias delirantes. Los individuos con trastorno dismórfico corporal con creencias delirantes tienden a tener una mayor morbilidad en algunas áreas (ej. en las tendencias suicidas) pero esto puede explicarse por la mayor gravedad de los síntomas del trastorno dismórfico corporal cuando se acompaña de creencias delirantes
Consecuencias asociadas
Muchas personas con trastorno dismórfico corporal tienen ideas delirantes de referencia y la creencia de que otras personas se fijan especialmente o se burlan de ellas debido a su aspecto. El trastorno dismórfico corporal está asociado con altos niveles de ansiedad, ansiedad social, evitación social, depresión, neuroticismo y perfeccionismo, así como con baja extroversión y autoestima. Muchas personas sienten vergüenza de su apariencia, dan excesiva importancia a su aspecto y son reticentes a desvelar sus preocupaciones a los demás.
La mayoría de las personas recibe tratamiento cosmético para mejorar sus defectos percibidos. Los tratamientos más comunes son los dermatológicos y la cirugía, pero pueden recibir cualquier tipo de tratamiento (ej. dental, electrolisis). En ocasiones, las personas pueden llegarse a operar. El trastorno dismórfico corporal parece responder mal a estos tratamientos estéticos y a veces empeora. Algunas personas emprenden acciones legales o se muestran violentas contra el clínico porque no están satisfechas con el resultado estético.
El trastorno dismórfico corporal se ha asociado con una disfunción ejecutiva y el procedimiento visual que genera un sesgo en el análisis y la codificación de los detalles en lugar de los aspectos integrales u holísticos de los estímulos visuales. Los individuos con este trastorno tienden a tener un sesgo de interpretación negativa y amenazante de las expresiones faciales y de las situaciones ambiguas.
(Información extraída de DSM-5 manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales / American Psychiatric Association, 2014)