Trastorno Neurodesarrollo

TDAH y Biodescodificación: ¿El Trastorno Tiene un Origen Emocional?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos más comunes en la infancia, afectando tanto a niños como a adultos. Sus características incluyen dificultad para mantener la atención, impulsividad y, en muchos casos, hiperactividad. Si bien la ciencia médica tradicional ha ofrecido tratamientos eficaces, como medicamentos y terapias conductuales, existe un enfoque alternativo que ha ganado popularidad en los últimos años: la biodescodificación. Pero, ¿qué es la biodescodificación y cómo se relaciona con el TDAH? ¿Qué es la Biodescodificación? La biodescodificación es una terapia alternativa que se basa en la idea de que las enfermedades y trastornos son manifestaciones físicas de conflictos emocionales no resueltos. Según esta corriente, cada dolencia tiene una causa emocional o psicológica subyacente que debe ser identificada y «descodificada» para sanar el cuerpo y la mente. En lugar de centrarse exclusivamente en los síntomas, la biodescodificación busca explorar las emociones y situaciones pasadas que podrían haber influido en la aparición del trastorno. El TDAH desde la Perspectiva de la Biodescodificación Desde el punto de vista de la biodescodificación, el TDAH no solo es visto como un trastorno neurobiológico, sino como un reflejo de conflictos emocionales o psicológicos que se manifestan a través de los síntomas del TDAH. Estos pueden incluir la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad. Algunos terapeutas que utilizan la biodescodificación sugieren que estos síntomas pueden estar relacionados con experiencias de estrés, traumas infantiles o falta de una estructura emocional adecuada en la infancia. Posibles Causas Emocionales según la Biodescodificación Falta de atención o concentración: Desde la biodescodificación, la incapacidad para mantener la atención podría estar asociada a un sentimiento de desvalorización o a la percepción de no ser reconocido o comprendido. Los niños con TDAH podrían haber vivido situaciones donde no recibieron la atención emocional que necesitaban o se sintieron rechazados, lo que afectó su capacidad para concentrarse. Hiperactividad: La hiperactividad podría interpretarse como una respuesta al miedo o la ansiedad interna. La necesidad constante de moverse y de estar en acción podría estar relacionada con un intento inconsciente de escapar de emociones o situaciones que generan incomodidad o estrés. Impulsividad: La impulsividad es vista como una forma de lidiar con emociones intensas que no se gestionan adecuadamente. Los niños que actúan sin pensar podrían estar reaccionando ante sentimientos de inseguridad o frustración, ya que no han aprendido a regular sus emociones de manera efectiva. ¿Cómo la Biodescodificación Aborda el TDAH? El proceso de biodescodificación para tratar el TDAH implica la identificación de las emociones subyacentes que podrían estar causándolo. Los terapeutas ayudan a los pacientes (y a sus familias) a explorar eventos o traumas pasados que podrían estar vinculados con los síntomas del TDAH. A través de técnicas como la meditación, la visualización, el trabajo con el inconsciente y la reprogramación emocional, se busca sanar los conflictos emocionales que están afectando la mente y el cuerpo. En este enfoque, no solo se trata de aliviar los síntomas del TDAH, sino también de liberar al individuo de los patrones emocionales limitantes que podrían estar interfiriendo en su bienestar general. Integración con Tratamientos Convencionales Es importante resaltar que la biodescodificación no debe ser vista como un sustituto de los tratamientos médicos tradicionales, sino como un complemento. Muchas personas encuentran beneficios al combinar la biodescodificación con terapias convencionales, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o el uso de medicamentos recetados. Esto puede ayudar a abordar tanto los aspectos emocionales como los biológicos del TDAH. ¿Es Efectiva la Biodescodificación para el TDAH? La biodescodificación, aunque popular, no está universalmente aceptada en la comunidad científica y médica. Si bien hay testimonios de personas que han experimentado mejoras significativas con este enfoque, la evidencia científica que respalde su efectividad sigue siendo limitada. Como con cualquier tratamiento alternativo, es fundamental que los pacientes y sus familias hagan una investigación adecuada y consulten con profesionales de la salud antes de optar por este tipo de terapia. Reflexiones Finales La biodescodificación ofrece una visión alternativa y profunda sobre el TDAH, buscando encontrar y sanar los conflictos emocionales que pueden estar detrás de los síntomas. Si bien no reemplaza los tratamientos convencionales, puede ser una herramienta valiosa para aquellos que buscan una comprensión más holística del trastorno y cómo sus experiencias emocionales pueden influir en su bienestar. Si estás considerando la biodescodificación como una opción, asegúrate de hacerlo de la mano de un profesional capacitado y, si es posible, como parte de un enfoque integrador que incluya tratamientos médicos tradicionales. ¿Tienes alguna experiencia o reflexión sobre el TDAH y la biodescodificación? ¡Nos encantaría conocer tu opinión en los comentarios!  

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Los Mejores Especialistas en TDAH en España: Dónde Encontrar Apoyo Profesional

En España, el diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. Afortunadamente, existen muchos especialistas altamente capacitados que pueden ofrecer evaluaciones precisas y tratamientos efectivos. Si sospechas que tú o un ser querido tienen TDAH, buscar la ayuda de los mejores profesionales es crucial para obtener un diagnóstico adecuado y una intervención efectiva. A continuación, te presentamos algunos de los mejores especialistas y centros en España donde puedes encontrar apoyo para el diagnóstico y tratamiento del TDAH. Unidad de TDAH del Hospital Niño Jesús (Madrid) El Hospital Niño Jesús en Madrid es uno de los centros de referencia en España para el tratamiento de trastornos del neurodesarrollo, incluido el TDAH. Su Unidad de TDAH ofrece un enfoque multidisciplinario que involucra psicólogos, psiquiatras y neurólogos, todos especializados en el manejo de este trastorno. Además, tienen un equipo de pedagogos que trabajan en la adaptación de estrategias educativas para niños con TDAH. Servicios destacados: Diagnóstico integral Tratamiento farmacológico y psicológico Seguimiento a largo plazo Centro de Psicología Areté (Madrid) El Centro Areté es conocido por su enfoque en el tratamiento del TDAH en niños y adultos. Dirigido por un equipo de psicólogos y psiquiatras expertos en neuropsicología, ofrecen terapia cognitivo-conductual (TCC) y orientación sobre el manejo de impulsos y mejora de la atención. Además, proporcionan recursos para padres y familiares para ayudarles a entender y gestionar el trastorno. Servicios destacados: Terapia cognitivo-conductual Evaluación neuropsicológica Apoyo a padres y familias Clínica Universitaria de Psicología de la Universidad de Deusto (Bilbao) La Clínica Universitaria de Psicología de la Universidad de Deusto es otro centro destacado en la atención de personas con TDAH. Con un enfoque multidisciplinario, cuentan con profesionales especializados en psicología, neuropsicología y pedagogía. La clínica ofrece un tratamiento integral tanto para niños como para adultos, con un seguimiento personalizado. Servicios destacados: Evaluación diagnóstica especializada Tratamientos individualizados Servicios educativos y pedagógicos Instituto de Psicología y Psiquiatría Infanto-Juvenil (Barcelona) Ubicado en Barcelona, el Instituto de Psicología y Psiquiatría Infanto-Juvenil se especializa en el diagnóstico y tratamiento del TDAH en niños y adolescentes. El equipo está formado por psicólogos, psiquiatras infantiles y pedagogos, quienes ofrecen un tratamiento individualizado que incluye terapia psicológica y, en algunos casos, medicación para el control de los síntomas. Servicios destacados: Evaluación neuropsicológica Terapia para el manejo de la atención y la impulsividad Apoyo escolar y social Centro de TDAH Dr. Antonio Rodríguez (Sevilla) El Dr. Antonio Rodríguez es un referente en el tratamiento del TDAH en Andalucía. Su centro en Sevilla ofrece una evaluación exhaustiva y personalizada, combinando el diagnóstico psicológico con el tratamiento farmacológico adecuado. Además, cuentan con programas de intervención psicopedagógica para ayudar a los pacientes a mejorar su rendimiento académico y su vida diaria. Servicios destacados: Diagnóstico completo del TDAH Tratamiento con medicación Terapia psicológica y educativa Centro de Psicología Psicode (Valencia) En Valencia, el Centro Psicode se destaca por su enfoque integral en el tratamiento del TDAH. Los psicólogos y psiquiatras del centro ofrecen una amplia gama de servicios que incluyen terapia cognitivo-conductual, entrenamiento en habilidades sociales, y apoyo psicológico a padres. Además, están especializados en el TDAH en adultos, lo que es fundamental para quienes continúan enfrentando este trastorno en la adultez. Servicios destacados: Terapia cognitivo-conductual Atención a adultos con TDAH Apoyo psicoeducativo y familiar Clínica de Psicología y Psiquiatría Dr. Ignacio Fernández (Madrid) La Clínica Dr. Ignacio Fernández es reconocida por su enfoque personalizado para el tratamiento del TDAH. Este centro se especializa en la atención integral de niños y adultos con trastornos del neurodesarrollo, incluyendo el TDAH. El equipo ofrece diagnósticos precisos, terapia psicológica y orientación a padres para ayudar a gestionar los síntomas de manera efectiva. Servicios destacados: Evaluación neuropsicológica avanzada Tratamiento farmacológico y psicológico Orientación a padres y familiares ¿Cómo Elegir al Mejor Especialista? A la hora de elegir un especialista para el tratamiento del TDAH, es importante considerar varios factores: Especialización: Busca profesionales con experiencia y formación específica en TDAH, tanto en niños como en adultos. Enfoque multidisciplinario: Los tratamientos más efectivos suelen involucrar a un equipo de expertos, que incluye psicólogos, psiquiatras y pedagogos. Tratamientos personalizados: Es fundamental que el tratamiento se adapte a las necesidades individuales del paciente. Referencias y opiniones: Las recomendaciones de otros pacientes o de profesionales de la salud pueden ser muy útiles para tomar una decisión. Conclusión Si crees que tú o alguien cercano podría tener TDAH, no dudes en buscar el apoyo de un especialista. España cuenta con numerosos centros y profesionales altamente capacitados que pueden ofrecer un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este trastorno. No dejes de consultar con un especialista para obtener la orientación que necesitas y empezar el camino hacia una vida más plena y controlada.  

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Test de Altas Capacidades: Qué Son, Cómo Funcionan y Por Qué Son Importantes

Las altas capacidades no solo se refieren a un cociente intelectual elevado, sino a un conjunto de habilidades que incluyen creatividad, pensamiento crítico, facilidad de aprendizaje y resolución de problemas. Algunas de las características comunes de las personas con altas capacidades son: Rápido aprendizaje: Comprenden conceptos complejos con facilidad. Curiosidad insaciable: Siempre están buscando aprender y descubrir. Alto nivel de creatividad: Encuentran soluciones únicas a problemas. Empatía y sensibilidad: Suelen mostrar una gran comprensión de las emociones propias y ajenas. ¿Cómo se identifican las altas capacidades? La identificación de las altas capacidades requiere un enfoque integral, que combine evaluaciones psicológicas, observación conductual y el análisis del entorno educativo. Algunos de los métodos más utilizados incluyen: Test psicométricos: Herramientas como el WISC (Wechsler Intelligence Scale for Children) o el Raven son útiles para evaluar habilidades cognitivas. Observación en el aula: Los docentes pueden detectar signos de altas capacidades, como rapidez en completar tareas o preguntas avanzadas. Entrevistas familiares: La información de padres y cuidadores ayuda a contextualizar los comportamientos del niño. La importancia de una atención adecuada Detectar altas capacidades es solo el primer paso. Es crucial brindar el apoyo necesario para que estas personas puedan desarrollar su potencial sin enfrentar problemas como el aburrimiento, el aislamiento social o la ansiedad. Algunos pasos clave para apoyar a las personas con altas capacidades incluyen: Adaptación curricular: Diseñar programas educativos que desafíen sus habilidades y fomenten su interés. Apoyo emocional: Proveer estrategias para gestionar la frustración y las altas expectativas. Fomentar la creatividad: Ofrecer oportunidades para explorar actividades artísticas, tecnológicas y científicas. Retos comunes Aunque tener altas capacidades puede parecer una ventaja evidente, también conlleva retos, entre ellos: Aislamiento social: En ocasiones, las personas con altas capacidades se sienten desconectadas de sus pares. Perfeccionismo: La búsqueda de la excelencia puede generar ansiedad. Aburrimiento académico: Las tareas repetitivas o poco desafiantes pueden desmotivar. Conclusión Las altas capacidades son un recurso valioso que merece ser identificado y nutrido. Con el apoyo adecuado, las personas con estas habilidades pueden no solo alcanzar su máximo potencial, sino también contribuir de manera significativa a la sociedad. El reto está en crear entornos que celebren la diversidad de talentos y promuevan un desarrollo integral. ¿Conoces a alguien con altas capacidades? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios y comparte este artículo para generar conciencia sobre este importante tema.      

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El Estrés Prenatal: Impacto en la Salud Materna y Fetal

El embarazo es una etapa llena de cambios físicos y emocionales, y, aunque muchas mujeres la experimentan con alegría y anticipación, también puede ser un periodo de estrés significativo. El estrés prenatal, el cual se refiere al estrés experimentado por la madre durante el embarazo, ha sido objeto de numerosos estudios debido a sus efectos potenciales en la salud tanto de la madre como del bebé. ¿Qué es el Estrés Prenatal? El estrés prenatal se refiere a cualquier tipo de estrés psicológico, emocional o físico que una mujer embarazada pueda experimentar durante el embarazo. Este estrés puede ser causado por factores externos como problemas financieros, relaciones familiares o laborales tensas, o preocupaciones sobre el embarazo mismo, así como por problemas internos, como la ansiedad o depresión. Efectos en la Salud Materna El estrés crónico durante el embarazo puede tener una serie de consecuencias para la salud materna. Las mujeres que experimentan altos niveles de estrés pueden ser más propensas a desarrollar hipertensión, diabetes gestacional, o complicaciones relacionadas con el corazón. Además, el estrés puede interferir con la capacidad de la madre para tomar decisiones saludables, lo que a su vez afecta su bienestar general. Impacto en el Bebé Los efectos del estrés prenatal no se limitan a la madre. El bebé también puede verse afectado por el estrés que experimenta la madre. Investigaciones han demostrado que el estrés crónico durante el embarazo puede estar relacionado con un mayor riesgo de complicaciones en el embarazo, como parto prematuro, bajo peso al nacer, e incluso problemas de desarrollo cognitivo y emocional a largo plazo. El estrés también puede activar el sistema nervioso autónomo de la madre, lo que puede alterar los niveles hormonales y, en consecuencia, influir en el desarrollo fetal. Los estudios sugieren que los bebés de madres que experimentan estrés extremo pueden tener un mayor riesgo de sufrir trastornos de ansiedad, dificultades en el aprendizaje o incluso trastornos del comportamiento a medida que crecen. ¿Cómo Manejar el Estrés Prenatal? Aunque es normal experimentar cierto nivel de estrés durante el embarazo, hay estrategias efectivas que pueden ayudar a reducir su impacto: Técnicas de relajación: La meditación, la respiración profunda y el yoga prenatal son herramientas útiles para reducir la ansiedad y el estrés. Apoyo emocional: Hablar con amigos, familiares o un terapeuta puede proporcionar el apoyo necesario para manejar los desafíos emocionales. Ejercicio regular: El ejercicio moderado, como caminar, puede ser muy beneficioso tanto para la madre como para el bebé, ayudando a reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Alimentación balanceada y descanso adecuado: Cuidar el cuerpo con una dieta saludable y asegurarse de dormir lo suficiente puede ser crucial para controlar los niveles de estrés. Asesoramiento psicológico: Si el estrés se vuelve abrumador o se convierte en depresión, buscar ayuda profesional es esencial. Conclusión El estrés prenatal es una realidad que muchas mujeres enfrentan durante el embarazo, pero sus efectos no deben ser subestimados. Al tomar medidas para manejar el estrés y buscar apoyo cuando sea necesario, las futuras madres pueden proteger tanto su salud como la de su bebé. Un enfoque integral que combine apoyo emocional, autocuidado y atención profesional es fundamental para navegar este periodo de forma más saludable y menos estresante.  

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Escucha el corazón de un niño con autismo

La lista de sugerencias, peticiones, instrucción propuesta por Ángel Rivière ha sido clave en la mejora de la atención y tratamiento a los niños con autismo. Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura y evítame el caos No te angusties conmigo, porque me angustio. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más. No me hables demasiado, ni demasiado deprisa. Las palabras son aire que no pesa para ti, pero pueden ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte conmigo. Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consigas. Hazme saber de algún modo, cuando he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a ti: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas Necesito más orden del que tu necesitas, que el medio que me rodea sea más predecible de lo que tu requieres. Tenemos que negociar mis rituales para convivir Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo. Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo No me invadas excesivamente. A veces, las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo Lo que hago no es contra ti. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que llamáis alteradas son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme Las otras personas sois demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No vivo en una fortaleza vacía sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que os consideráis normales. No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tu autista para ayudarme. El autista soy yo, no tu No solo soy autista. También soy un niño, un adolescente, o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis “normales”. Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es mas lo que compartimos que lo que nos separa Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas. Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía No me ataques químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No sirve de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es culpa de nadie. La idea de culpa no produce mas que sufrimiento en relación con mi problema. No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser mas autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de mas No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mi no me sirve de nada que tu estes mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias actividades. Acércate a mí, no te vayas, pero no te sientas como sometido a un peso insoportable. En mi vida, he tenido momentos malos, pero puedo estar cada vez mejor Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista. Sé optimista sin hacerte novelas. Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con lo que os decís normales. Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprende las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si no se me pide constantemente y solo aquello que mas me cuesta. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya. En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias. (información extraída de Autismo y síndrome de Asperger: guía para familiares, amigos y profesionales / José́ Ramón Alonso Peña, 2009)

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Autismo en la niñez: conductas, retos y habilidades

Aunque los niños con trastornos del espectro autistas son diferentes entre sí, y pueden tener afectadas facetas muy diferentes, los aspectos mas característicos están relacionados con la tríada de discapacidades: comportamiento social, comunicación e imaginación. Discapacidad en el comportamiento y la interacción social Los problemas de comportamiento de las personas con autismo varían de graves a leves. Los problemas mas graves son comportamientos anómalos, agresivos, llegando en ocasiones a causarse daño a sí mismos. Estos comportamientos pueden persistir durante años y ser muy difíciles de cambiar. En su forma menos severa, el autismo se parece a una dificultad de aprendizaje, pero incluso las personas con un autismo más leve tienen una discapacidad importante para desarrollar su vida en comunidad debido a los déficits en las áreas de comunicación y sociabilidad Normas y rutinas. Los niños con autismo reclaman consistencia y persistencia en su ambiente. Pueden insistir en comer en los mismos platos, a una hora determinada, sentados en un lugar preciso de la mesa. Pueden seguir el mismo orden al vestirse y mantener un esquema determinado en muchas de las actividades del día. Pueden ponerse muy nerviosos y estresados o incluso violetos si, por ejemplo, un cuadro está torcido en una pared o su cepillo de dientes ha sido movido de su sitio habitual. Cualquier cambio en las rutinas generales, por ejemplo, variar la ruta al colegio, unos cubiertos diferentes, etc. puede alterarles mucho, aumentando su ansiedad y generando rabietas o bloqueos. Estereotipias. Normalmente los niños con autismo tienen un aspecto físico normal y un buen control de sus movimientos. Sin embargo, es frecuente que presenten movimientos extraños y repetitivos. Estos comportamientos denominados estereotipias o actividades auto estimulatorias, pueden aislarles de otros niños, que se extrañan, asustan o burlan. Ejemplos de ellos sería aletear con las manos, balancearse hacia atrás y adelante, hacer giros, chasquear los dedos o andar de puntillas. Pueden repetir estos movimientos durante horas y de repente quedarse quietos en una postura determinada, durante un periodo prolongado. Además de estos movimientos algunos niños con autismo desarrollan fijaciones anómalas con algunos objetos. Pueden llegar a comportamientos lesivos o peligrosos para el propio niño o disruptivos para su relación con otros niños. como un ejemplo externo, un niño puede insistir en llevar sus heces desde el bajo hasta la clase. Otro comportamiento es simplemente llamativos, graciosos o pueden poner en situaciones embarazosas a los que están a su alrededor. Cuando los niños se hacen mayores pueden pasar meses centrados en un tema de su interés, aunque no amplían su campo de actividad, no le sacan partido, no se ve una evolución en su afición. La mayoría de los niños con autismo no parecen reconocer a las otras personas como seres importantes y tienen una gran dificultad para aprender esa relación social, ese dar y tomar entre diferentes personas. La comprensión del otro es pobre o no existe y muestran poco interés en comunicarse, excepto para conseguir algo que desean. Algunos evitan el contacto visual incluso en los primeros meses de vida. Pueden rechazar la atención y los síntomas de afecto o aceptar abrazos pasivamente. Al contrario de otros niños, raramente se enfadan cuando el padre o la madre se marchan o muestran placer cuando ven que vuelve. El comportamiento del niño con autismo puede afectar emocionalmente también a los padres que ven que sus abrazos, deseos de jugar juntos, de enseñar algo son rechazados o no compartidos Los niños con autismo también tienen dificultad para interpretar lo que otros piensan o sienten. Algunos de los gestos sutiles: una sonrisa, guiño, mueca, tienen poco significado para ellos. “Ven aquí” puede significar lo mismo tanto si quien lo dice está sonriendo y extendiendo los brazos para acogerle o con el ceño fruncido y los puños en las caderas. Sin la habilidad para interpretar gestos y expresiones de la cara y las sutilezas del lenguaje corporal, el mundo social es caótico, incomprensible y parece peligroso. Según el comportamiento social, se ha clasificado a los niños con autismo en cuatro grupos. Niños aislados. No participan en la interacción social y son a menudo descritos como “viviendo en su propio mundo”. Les gusta pasar largos periodos solos y la comunicación si existe se limita a cubrir las necesidades básicas Niños pasivos. No buscan de forma activa relacionarse con otros. Sin embargo, cuando se les incluye en distintas actividades, lo aceptan e incluso muestran su agrado. Raramente piden algo a sus cuidadores. Los otros niños a veces juegan con ellos como si fueran muñecos grandes. Niños activos pero raros. Estos niños desean relacionarse con otros niños, pero no tiene las habilidades sociales para hacerlo adecuadamente, no saben como dirigirse a los niños de los que quisieran ser amigos y cometen errores que causan rechazo Niños excesivamente formales. Es una discapacidad social que aparece en los adolescentes y adultos más capacitados, siendo más característica del síndrome de Asperger. Suelen tener unas maneras estiradas y muy rígidas para relacionarse con familiares, amigos y extraños. Es el hijo que se dirige a sus padres como Sr. Y Sra. Tal. no todos los niños encajan en uno de estos grupos y los padres pueden reconocer algunas de estas características en sus hijos en diferentes épocas. Discapacidad en el lenguaje Muchos niños con autismo tienen dificultades de lenguaje, siendo una de las primeras causas de preocupación de los padres. A los tres años de edad, la mayoría de los niños con desarrollo normal han superado una serie de etapas en el camino de aprendizaje de un lenguaje. Una de las primeras es el balbuceo y los pa-pa-pa y ma-ma-ma que hacen emocionarse a los padres. A la edad de un año, el niño dice palabras, se vuelve cuando oye su nombre, cuando se le ofrece o se le pide algo que no quiere, dice rotundamente lo que para algunos parece su palabra favorita ¡no! Y señalan con el dedo cuando quieren algo. El gesto de señalar tiene dos funciones básicas: pedir y mostrar. Los niños con autismo no lo

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Rompiendo mitos sobre el TDAH en la infancia

Algunos autores se han referido al TDAH como a una discapacidad oculta, haciendo referencia a que otras discapacidades, como la sordera, ceguera, parálisis o cualquier deficiencia física se ve o es fácilmente constatable por cualquier observador externo. Sin embargo, el niño con TDAH padece unas dificultades que solo se hacen evidentes con una observación cuidadosa, experta e interesada. La inteligencia general suele ser normal, la apariencia física también, no hay signos externos o estigmas acusatorios del problema. Sin embargo, esto que en principio es una ventaja, se convierte en una dificultad para la aceptación y comprensión del problema, siendo mucho más fácil que ante otras adversidades achacar los comportamientos anómalos y los fracasos a cuestiones como falta de voluntad, desinterés, mala intención, mala educación, problemas familiares, etc. Mamá yo no estoy loco El trastorno por déficit de atención e hiperactividad TDAH es uno de los trastornos infantiles más frecuentes y explica por qué muchos niños con una inteligencia buena fracasan escolarmente y niños con una educación adecuada tienen un comportamiento problemático. Consiste en un conjunto de disfunciones del desarrollo del sistema nervioso central que hacen que el niño tenga dificultades escolares, sociales, de adaptación y del desarrollo de su personalidad. No es una enfermedad como tal, pero sí supone unas alteraciones del funcionamiento del sistema nervioso central que son más evidentes en las etapas del crecimiento del niño y del adolescente y que sino se tienen en cuenta al educar al niño pueden tener consecuencias graves en la adolescencia y vida adulta. La expresión básica del trastorno, que hace el diagnóstico, consiste en un exceso de actividad y una menor capacidad de atención y concentración que la correspondiente a la edad del niño. La repercusión funcional, es decir, que haya un impacto negativo en el funcionamiento del niño, define el trastorno, En general, si un niño presenta varios problemas psiquiátricos, se debe diagnosticar el más importante y aludir a los otros como síntomas asociados y no pensar y diagnosticar que el niño tiene varios trastornos Hace las cosas mal porque es un vago Es cierto que en situaciones altamente motivantes los niños hiperactivos se pueden concentrar, al menos durante mas tiempo que en actividades que no les apetece nada. Esto no le ocurre solo a ello, sino a todas las personas. Lo que es propio de ellos es que, sin motivación, sin el suficiente nivel de alerta, son incapaces de rendir. Al no atender de forma continuada no se enteran de lo que hacen, y retiran el esfuerzo. O la retiran por adelantado ante la anticipación del fracaso. Pregúntese lo que haría en una situación en que la resolución de una tarea le resulta compleja y poco estimulante y piense que para el niño hiperactivo muchas de las tareas escolares son complejas y poco estimulantes. Antes de juzgar si es vago o no, pregúntese también qué hace el niño en otras situaciones de la vida en las que no tiene dificultad. ¿es un niño abúlico que quiere estar siempre tirado en el sofá, al que le da pereza coger la bici, hacer una excursión, etc.? ¿le motiva o no que le feliciten a sacar una buena nota? Quizá no es el esfuerzo, sino el esfuerzo estéril, sin resultados, el que le hace rechazar el estudio. Pregúntese qué tareas se le dan bien y procure que tenga la posibilidad de realizarlas con frecuencia. Hay que evitar caer en el circulo vicioso de mal rendimiento-clases particulares continuas-deberes toda la tarde mal rendimiento-rechazo al aprendizaje escolar. Intente que varias veces a la semana tenga actividades en las que le resulte fácil lograr buenos resultados, en las que se ponga en práctica su capacidad de esfuerzo, en las que se sienta reconfortado por verse capaz. Esto alimenta su autoestima y generará un estado de animo favorable. No caiga en el error de castigar sin actividades extraescolares que pueden ser la única fuente de sentimientos de competencia y logros, los malos resultados escolares. Se puede llegar a la situación en que el niño vea su vida reducida a aquella parcela para la que está más limitado. No va a aprender a concentrarse si se concentra con una pastilla La atención y la concentración precisan de un habito y un entrenamiento, como cualquier otra capacidad mental, como la memoria o el calculo mental. Sin embargo, si el potencial innato para la atención es inferior al resto de capacidades puede ser un obstáculo para el desarrollo general. Si el niño no se concentra lo suficiente, difícilmente va a poder practicar la lectura, las matemáticas y resto de capacidades que también precisan de un entrenamiento y práctica constantes para su aprendizaje. La medicación permite que la intención deje de ser un problema para el aprendizaje general, y permite preservar en la tarea escolar de manera que se puedan ir entrenando todas las habilidades, incluida la propia concentración. La medicación no impide, sino que facilita el entrenamiento en atención. Permite que el niño se mantenga suficiente tiempo en la tarea como para afrontar las dificultades, buscar soluciones, preservar y llegar a conseguir completar adecuadamente los ejercicios que se le presenten. Si duerme bien, no puede tener TDAH Los problemas de sueño no tienen nada que ver con el TDAH. Sin embargo, es frecuente que los niños con TDAH necesiten dormir menos horas que la mayoría de los niños, estando a pesar de ello descansados por el día. Algunos se acuestan siempre muy tarde, porque no tienen sueño antes y otros se levantan muy temprano sistemáticamente. Solo unos pocos tienen problemas de insomnio importantes y los padres recuerdan con horror los primeros años en que su hijo apenas durmió. Sin embargo, la mayoría duermen bien Se va a acostumbrar a la medicación La medicación especifica para el TDAH no provoca tolerancia. Tolerancia es un término técnico que significa que la medicación pierde efecto con el tiempo, que para conseguir el mismo efecto de una medicación hay que aumentar las dosis cada cierto tiempo. Los psicoestimulantes no tienen este efecto.

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Asperger: Desarrollo de Vínculos y Amistades

Si el factor clave para el desarrollo de las personas con un síndrome de Asperger es desarrollar su competencia social, hay tres áreas de desarrollo sobre las que se puede incidir para mejorar su integración y felicidad: Apego y seguridad Aprendizaje social instrumental Compartir experiencias Apego y seguridad El apego se inicia al formarse lazos entre el bebé y sus padres, un vínculo que se va ampliando y reforzando en la infancia. Los niños ven al padre como un refugio en momentos de ansiedad y como un apoyo para explorar y jugar en momentos tranquilos. Al pasar a la vida escolar ese vinculo se generaliza a otros adultos como los profesores. Ejemplos de esta relación son: El niño que se cae y se acerca a la madre para que le consuele El niño se agarra a las piernas de uno de los padres ante la presencia de un extraño El niño se confunde y llama “mamá” a su profesora, cuando le está atendiendo El niño está esperando a su madre que se retrasa y se dice a sí mismo “no te preocupes. Ahora viene mamá. Siempre viene y me lleva a casa” Los niños con Asperger establecen vínculos de apego, aunque algunos pueden mantener un nivel elevado de inseguridad. Diferencian y reaccionan de manera diferente a sus madres y a extraños. También muestran comportamientos específicos, como los que se producen en un momento de separación y al volverse a juntar. Aprendizaje social instrumental Una acción social instrumental consiste en llevar a cabo algo para obtener un objetivo determinado en una situación social. De alguna manera usamos a las otras personas, como herramientas para conseguir un objetivo y sabemos de antemano lo que queremos conseguir y porqué estamos haciendo ese esfuerzo. Puede ser pedir algo, obtener ayuda, hacer turnos para compartir un juguete, portarse bien para que te premien, etc. el niño aprende cómo actuar relacionando acciones comunicativas con resultados específicos; por ejemplo, que si pide algo de forma educada tiene mas posibilidades que si gruñe. También se da cuenta que hay situaciones y momentos mas favorables y a ampliando un repertorio de acciones para aplicarlas en distintas circunstancias: Señalar para obtener un juguete que no puede obtener Portarse bien en clase para que le den un premio Estar en la cola del supermercado para conseguir que le den lo que ha metido al carro Pedir ayuda para que le expliquen algo y tener mejores notas Los niños con Asperger desarrollan la habilidad para la interacción instrumental, piden cosas a los adultos de forma similar a los niños sin Asperger, usan gestos del mismo modo y establecen contacto visual para obtener ayuda o conseguir algo. Algunos niños con Asperger, sin embargo, no desarrollan un nivel de competencia social instrumental como los niños típicos. El querer compartir algo, lo que se llama una invitación social, es siempre mucho menos habitual en cualquier persona con un trastorno del espectro autista. En una persona con Asperger, se intenta iniciar la conversación como un medio para dar información. En comparación, los niños de la misma edad sin el trastorno tienen como prioridad el compartir juegos y buscar información (conocer la experiencia del otro) Compartir experiencias El tercer elemento de la competencia social incluye el deseo y la habilidad de establecer relaciones reciprocas, valorar el punto de vista de los otros, desarrollar una amistad y modular todo tipo de interacciones basadas en la emoción. No existe una recompensa especifica externa, sino que compartir es un fin en sí mismo. Las emociones y experiencias de un grupo se ajustan entre los distintos componentes. Algunos ejemplos: Después de perder un partido, todos los miembros del equipo se apiñan y se consuelan unos a otros Dos niños van en bici uno junto a otro, solo por esa sensación feliz, sin competir ni pretender ir a ninguna parte Al encontrarse con su amigo, un muchacho dice la misma broma que les hace reír a los dos sin ninguna razón aparente Hay un compañero nuevo en clase y se siente una excitación al ver que se comparten intereses u opiniones Tras un trabajo duro en grupo se celebra juntos con un sentimiento de unión Al enamorarse, quiere saber todo lo que siente y piensa la otra persona, para sentirse más cercano a ella. Las personas con trastornos del espectro autista tienen problemas para compartir su excitación y sus intereses con otros. De los tres aspectos, la dificultad de compartir experiencias parece ser lo más definitorio de las personas con Asperger. Los problemas para compartir experiencias son evidentes hasta el final del primer año de edad. Al final del segundo año, estos niños pueden tener patrones de actuaciones sociales y emocionales anómalos, en los que no se una mejoría clara. Al no intervenir en el intercambio intuitivo de experiencias, el niño y adolescente con Asperger no lleva a cabo una búsqueda del vinculo emocional, los miles de situaciones e interacciones con las que un niño típico va construyendo y manteniendo sus relaciones interpersonales. La amistad sería el ejemplo prototípico de compartir experiencia. En las personas con síndrome de Asperger se considera que el desarrollo de amistades reciprocas es una señal clave de que la intervención está teniendo éxito. Los elementos que permiten desarrollar y afianzar una amistad son los siguientes: Compartir entusiasmo y diversión. La respuesta cuando se le pregunta a un niño porqué le gusta estar con su amigo es “porque es divertido”, “porque me lo paso bien”. Las personas con trastornos del espectro autista suelen tener una menor implicación emocional y son menos expresivos que los niños y adolescentes típicos. De hecho, una señal temprana que permite la discriminación es que los niños con desarrollo normal rápidamente muestran su interés en compartir emociones, saludando, mostrando su excitación o respondiendo a las indicaciones de placer del otor. Es mas raro en niños con síndrome de Asperger. Coordinación social y emocional. A los 4 años, los niños saben ajustar su comportamiento al juego con otros niños sin que haya reglas muy

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¿Puede el Ejercicio Físico Mejorar los Síntomas del TDAH?

El potencial valor terapéutico del ejercicio en el tratamiento del TDAH ha sido objeto de diferentes estudios. En la mayor parte de ellos, se contempla dentro de un tratamiento multimodal, lo que dificulta la valoración de los efectos del ejercicio de forma aislada. En otros casos, se evalúa el efecto del ejercicio sobre diversas manifestaciones del síndrome. Lemura, Von Duvillard y Moolerjee (2000) han mostrado sus efectos positivos de la práctica de la actividad física sobre el funcionamiento cognitivo y especialmente, que la actividad física vigorosa puede beneficiar a niños que padecen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Tantillo, Keisck, Hynd y Dishman (2002) publicaron un estudio donde aplicaron ejercicio aeróbico en niños con TDAH y encontraron que el ejercicio podría tener un efecto positivo en las conductas típicas del trastorno, pudiendo aportar al niño con TDAH los siguientes beneficios: A nivel físico: corregir problemas de lateralidad o de coordinación y trabajar la motricidad gruesa y fina A nivel educativo: favorecer el aprendizaje motor, facilitar el conocimiento del esquema corporal y propiciar la comprensión del movimiento A nivel social: compartir una actividad en grupo, aprender a respetar las normas, aceptar a los demás y ser respetado por el grupo Sin embargo, este trabajo no especifica los resultados objetivos tras el programa de ejercicio aeróbico, limitándose a proponer los supuestos beneficios que de dicho programa podrían derivarse. Algunos de tales beneficios, como por ejemplo los que los autores proponen a nivel social, serian difíciles de obtener mediante la caminata en banda rodante, ya que esta actividad no implica, en principio, relación social ni el desarrollo del respeto propio y ajeno. Tampoco es fácil entender cómo podrían corregirse problemas de lateralidad o coordinación ni mejorar la motricidad fina con el trabajo en la banda rodante, etc. en suma, estudios de esta índole, lejos de clarificar las relaciones entre el ejercicio físico y el TDAH pueden incluso inducir a confusión. En relación al ejercicio, como parte del tratamiento, Barkley (2002) presenta estudios de caso de los pacientes con TDAH en cuyo tratamiento se incluye el ejercicio físico y/o la práctica deportiva, fundamentalmente de carácter aeróbico intenso, afirmando haberse observado un claro beneficio. En ninguno de estos estudios se operativiza el tipo de ejercicio prescrito a los sujetos, ni se cuantifican las mejoras obtenidas. Lo que ofrece el autor es una descripción somera del tratamiento, indicando la prescripción de ejercicio y se añade un comentario anecdótico sobre los efectos obtenidos Winnick (2004 p.153) estudió 19 niños con TDAH que tomaban estimulantes y constató que el desempeño de estos niños, en términos de aptitud física y habilidades motrices gruesas, estaba por debajo de la media, comparada con los estándares establecidos para los niños de estas edades y generó. También mostraron como la incompetencia atlética y el fracaso escolar podía contribuir para que estos niños mantuvieran un auto concepto bajo, lo que les ocasionaba un sentimiento de desvalorización y frustración frente a actividades de relaciones sociales. La Educación física puede proporcionar un campo grande de aprendizaje para mejorar las habilidades sociales en los estudiantes con TDAH. Si existen diferentes causas y formas de TDAH, debe haber también varias formas de enseñar a los niños con este trastorno. Winnick (2004 p.156) sugiere estrategias específicas de enseñanza para profesores de Educación física que ayuden a los niños con TDAH a mantener la atención y concentración en los diferentes ambientes escolares. Estas estrategias implican el abordaje de rutinas altamente estructuradas y consistentes, el establecimiento de reglas, el uso de programas de control del comportamiento, expresar claramente todas las expectativas esperadas, escoger actividades que involucren movimientos lentos y controlados para disminuir la hiperactividad e impulsividad, destacar comandos relevantes, estimular al niño, variar permanentemente las tareas motrices, minimizar las actividades de juegos competitivos y estimular la cooperación. En la misma línea, Tantillo et al (2002) recomiendan la actividad física a los niños con TDAH, hasta donde sea posible. Consideran que se les debe proveer por lo menos una hora diaria de aeróbicos, karate, natación, gimnasio, danzas, u otros deportes. Estos autores sostienen que el gasto energético realizado por el niño al hacer ejercicio le permitirá mayores niveles de quietud. Además, argumentan que el ejercicio superior al nivel la condición física requiere mayor concentración del niño, lo que se generalizaría a tareas de índole intelectual. Aunque ambos argumentos puedan ser razonables, disminuir la hiperactividad mediante el aumento del gasto energético lograría, en todo caso una reducción temporal y no una modificación de los mecanismos neuropsicológicas que subyacen en la etiología del trastorno. Asimismo, esperar una trasferencia desde la supuesta concentración generada por el ejercicio físico hacia las tareas intelectuales sugiere un conocimiento muy superficial del funcionamiento de los procesos atencionales. En general, los estudios sobre la influencia del ejercicio físico en los síntomas del TDAH son simplistas y marcados por deficiencias metodológicas. Esto dificulta conocer con precisión: El efecto del ejercicio físico sobre síntomas concretos del TDAH El tipo de ejercicio más adecuado en la mejora de tales síntomas Las vías neurológicas y bioquímicas mediante las cuales se expliquen las mejoras obtenidas Y la eficacia del ejercicio frente a otros tratamientos tradicionales o como parte del tratamiento multimodal.     (Información extraída de TDAH y motricidad: Perfil psicomotor de los niños diagnosticados clínicamente con TDAH / José A. Vidarte Claros, 2010)

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Circuitos Cerebrales y TDAH: ¿Qué Nos Dice la Neuroquímica?

Aunque no se conoce con exactitud las causas bioquímicas del TDAH, se acepta la existencia de una disfunción de los impulsos nerviosos en determinados circuitos frontoestriados mediados por la dopamina y la noradrenalina, lo que origina déficit ejecutivos en las funciones cognitivas. Los resultados de los tratamientos mediante psicoestimulantes apoyan la verosimilitud de estas hipótesis añadiendo que las personas con TDAH, que reciben tratamiento farmacológico basado en el metilfenidato, mejoran significativamente reduciendo los niveles de actividad y aumentando la atención. Explicaciones basadas en la dopamina La dopamina es un neurotransmisor inhibitorio derivado de la tirosina que se encuentra en los ganglios basales y en el cuerpo estriado. Es un neurotransmisor muy importante ya que modula numerosas funciones cerebrales implicadas en el TDAH, entre ellas los procesos sicológicos del SE y sus funciones y el control motor. Una de las teorías más prominentes de este trastorno es que existe una alteración en el gen de los receptores o de los transportadores de la dopamina y como consecuencia, se generan receptores menos sensibles a ella, o transportadores hipereficaces que la absorben tan rápidamente que no le dejan tiempo suficiente para adherirse a los receptores dopaminérgicos de una neurona vecina. Provocando la desregulación de la corteza frontal y de los circuitos subcorticales modulador por este neurotransmisor. Esta teoría explicaría el conocido como efecto paradójico del beneficio en los pacientes con TDAH del uso de agonistas dopaminérgicos como los psicoestimulantes. El fármaco más comúnmente utilizado en el tratamiento de personas con TDAH es el metilfenidato, ya que es muy efectivo en la reducción de los síntomas cardinales del trastorno. Concretamente, reduce los niveles de actividad y aumenta la atención, debido a que bloquea la recaptación de la noradrenalina y la dopamina en la neurona pre sináptica y aumenta la liberación de estas monoaminas en el espacio extraneural. Según el profesor Eric Taylor (2001) el metilfenidato bloquea el transportador de la dopamina (DAT) de manera más eficaz que el de la noradrenalina y mucho más que el de la serotonina. En las personas con TDAH, se ha encontrado un aumento del tono dipaminérgico en el estriado. Este hallazgo parece correlacionarse con la dimensión de hiperactividad. Por el contrario, presentan un descenso del tono de este neurotransmisor en el cíngulo anterior, lo que podría justificar las manifestaciones cognitivas propias del trastorno En definitiva, la disfunción en el proceso de trasmisión de la dopamina en los sujetos con TDAH, se manifiesta en un déficit en la inhibición conductual y el autocontrol, que impide a los sujetos hiperactivos ejecutar de forma adecuada los componentes psicológicos del SE y sus funciones, ambos necesarios para implicarse con éxito en actividades mentales. Explicaciones basadas en la noradrenalina Al igual que la dopamina, la noradrenalina es otro importante neurotransmisor que participa en numerosos procesos cognitivos que parecen funcionar de manera deficitaria en los sujetos con TDAH. El mantenimiento de un buen nivel de vigilancia y la atención dependen de la modulación que las catecolaminas ejercen sobre la corteza prefrontal y sus proyecciones hacia otras estructuras subcorticales. En todas estas estructuras existe una importante participación de neuronas catecolaminérgicas. La masa más compacta y densa de neuronas adrenérgica la constituye el locus coeruleus y sus axones se distribuyen por el tronco encefálico, la médula, el cerebelo, el hipocampo y especialmente por la corteza cerebral. Su distribución generalizada hace pensar que puede tener funciones múltiples, relacionadas con la excitabilidad o el mantenimiento de la activación y la regulación de la función correspondiente a las diferentes áreas en las que actúa. Su principal papel estriba en la regulación de los niveles de vigilancia y en la actividad mínima de la vigilia, definiendo claramente los niveles de atención, emoción e hiperexcitabilidad. En las personas con TDAH parece existir una alteración en la producción de este neurotransmisor. Los niveles de noradrenalina en el cortex pre frontal dorso lateral de estos sujetos podrían estar disminuidos mientras que el tono noradrenérgico desde el locus coeruleus parece estar incrementando Los psicoestimulantes como el meltifenidato alteran la producción, la liberación y el metabolismo de las monoaminas, entre ellas la noradrenalina, provocando una mejora en las sintomatologías nuclear del síndrome. El conocimiento de las bases neuroquímicas del TDAH permite que el tratamiento pueda abordarse de forma adecuada desde una perspectiva farmacológica, sin olvidar, que el correcto enfoque del tratamiento para estos pacientes debe ser multidisciplinar. De manera global se acepta que existe una disfunción en los circuitos frontoestriados mediados por la dopamina y la noradrenalina.     (Información extraída de El TDAH: ¿qué es?, ¿qué lo causa?, ¿cómo evaluarlo y tratarlo? / Rocío Lavigne Cerván, Juan Francisco Romero Pérez, 2010)  

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