Espectro de la Esquizofrenia

Alimentos Prohibidos para Personas con Esquizofrenia: ¿Qué Deben Evitar?

La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y actúa. Aunque los tratamientos farmacológicos y terapéuticos son fundamentales para el manejo de la esquizofrenia, la nutrición también juega un papel importante en el bienestar general. En este artículo, exploramos los alimentos que deben evitar las personas con esquizofrenia para apoyar su salud mental y física. Cafeína La cafeína, presente en el café, té, refrescos y bebidas energéticas, puede tener efectos negativos en las personas con esquizofrenia. Esta sustancia puede aumentar la ansiedad, alterar el sueño y, en algunos casos, desencadenar síntomas psicóticos. El consumo excesivo de cafeína puede interferir con el tratamiento médico, por lo que es recomendable reducirla o evitarla por completo. Azúcares Refinados y Carbohidratos Simples Los alimentos con alto contenido de azúcares refinados, como pasteles, dulces, galletas y refrescos, pueden provocar fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre. Estas variaciones pueden afectar el estado de ánimo y la energía, lo que puede agravar los síntomas de la esquizofrenia. Además, una dieta rica en azúcares y carbohidratos simples puede contribuir al riesgo de obesidad y diabetes, dos condiciones que son comunes en personas con esquizofrenia. Comidas Altas en Grasas Saturadas y Trans Las grasas saturadas y trans, que se encuentran en alimentos procesados, fritos, carnes rojas y productos lácteos enteros, pueden tener un impacto negativo en la salud cerebral. Estas grasas aumentan la inflamación y pueden contribuir a trastornos metabólicos. En personas con esquizofrenia, una dieta alta en grasas puede empeorar los síntomas cognitivos y emocionales. Alcohol El alcohol es conocido por sus efectos desinhibidores y alteradores de la mente, y su consumo puede interferir con el tratamiento de la esquizofrenia. El alcohol puede interactuar con los medicamentos antipsicóticos, reduciendo su efectividad o provocando efectos secundarios indeseados, como somnolencia excesiva o confusión mental. Además, el alcohol puede aumentar la ansiedad y los síntomas psicóticos, lo que complica aún más el manejo de la enfermedad. Alimentos con MSG (Glutamato Monosódico) El glutamato monosódico (MSG) se encuentra comúnmente en alimentos procesados, sopas enlatadas, condimentos y snacks. Aunque no todos los estudios coinciden, algunas investigaciones sugieren que el consumo de MSG puede empeorar los síntomas de la esquizofrenia, como las alucinaciones y las ideas delirantes. Es recomendable evitar estos productos y optar por ingredientes frescos y naturales siempre que sea posible. Alimentos Ricos en Sodio El exceso de sal en la dieta puede ser perjudicial para la salud cardiovascular, lo que puede ser un problema importante para las personas con esquizofrenia, quienes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y presión arterial alta. El consumo de alimentos procesados, enlatados o empaquetados suele ser una fuente importante de sodio, por lo que se recomienda optar por alimentos frescos y preparar las comidas en casa. Productos Lácteos en Exceso Aunque los productos lácteos pueden ser una buena fuente de calcio y vitamina D, algunas personas con esquizofrenia pueden ser más sensibles a estos alimentos, especialmente si tienen intolerancia a la lactosa o alergias a las proteínas de la leche. La inflamación gastrointestinal puede afectar el bienestar general y empeorar la condición mental, por lo que es recomendable consumir lácteos con moderación o buscar alternativas sin lactosa. Alimentos Procesados y Ricos en Conservantes Los alimentos procesados, como embutidos, comidas rápidas y alimentos congelados, contienen conservantes y aditivos artificiales que pueden interferir con la salud mental. Algunos de estos aditivos pueden tener efectos negativos sobre el cerebro y la función cognitiva, lo que podría agravar los síntomas de la esquizofrenia. Mantener una dieta basada en alimentos frescos y naturales puede contribuir a una mejor salud física y mental. Conclusión Si bien no existe una dieta específica que cure la esquizofrenia, mantener una alimentación saludable y equilibrada puede ayudar a mejorar el bienestar general y la gestión de los síntomas. Evitar alimentos que puedan interferir con el tratamiento o aumentar los síntomas psicóticos es un paso importante en el manejo del trastorno. Siempre es recomendable consultar a un nutricionista o médico especializado para recibir orientación sobre la dieta más adecuada. Recuerda que la salud mental es tan importante como la salud física, y una nutrición adecuada puede ser una herramienta clave en el tratamiento integral de la esquizofrenia.  

Alimentos Prohibidos para Personas con Esquizofrenia: ¿Qué Deben Evitar? Leer más »

¿Qué le molesta a una persona con esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno complejo que afecta tanto a la percepción de la realidad como a las emociones, relaciones y calidad de vida de quienes lo padecen. Para mejorar la convivencia y el apoyo hacia estas personas, es crucial identificar y entender qué les puede generar malestar en su día a día. Estigmatización y prejuicios sociales Una de las principales molestias que enfrentan las personas con esquizofrenia es la falta de comprensión y el estigma asociado a su condición. Comentarios desinformados, miradas de rechazo o asumir que son peligrosos pueden resultar profundamente dolorosos. Este tipo de actitudes refuerza su aislamiento y dificulta su recuperación. Ruido y ambientes caóticos La esquizofrenia puede aumentar la sensibilidad a estímulos externos. Ambientes con mucho ruido, desorden o interacciones conflictivas pueden ser abrumadores y desencadenar ansiedad o episodios de estrés. Falta de empatía y comprensión en el entorno cercano Los familiares y amigos bien intencionados a veces minimizan sus experiencias o intentan «razonar» con ellos durante episodios psicóticos. Frases como «Eso no es real» o «Tienes que calmarte» pueden ser percibidas como invalidantes y aumentar su frustración. Rutinas impredecibles o cambios abruptos Las personas con esquizofrenia a menudo encuentran alivio en rutinas estables. Cambios repentinos en el horario, mudanzas o situaciones inesperadas pueden alterar su estabilidad emocional. Exposición excesiva al estrés El estrés es un desencadenante común de los síntomas de la esquizofrenia. Cargas laborales, conflictos familiares o presiones sociales pueden agravar los síntomas y dificultar el manejo de la enfermedad. Ser tratados únicamente como «pacientes» Aunque la esquizofrenia es una parte importante de su vida, no define por completo a la persona. Ser tratados solo en función de su diagnóstico puede hacer que se sientan deshumanizados o reducidos a su enfermedad. Interrupciones en su tratamiento La discontinuidad en el tratamiento, ya sea por falta de acceso a medicamentos, terapias o apoyo médico, es una de las mayores fuentes de angustia para quienes padecen esquizofrenia. La falta de un manejo adecuado puede conducir a recaídas y empeorar su calidad de vida. Ignorar sus necesidades emocionales Además de los síntomas clínicos, las personas con esquizofrenia también experimentan emociones humanas como tristeza, soledad y alegría. Ignorar estas emociones puede hacer que se sientan incomprendidos y abandonados. ¿Cómo podemos ayudar? Educarse sobre la esquizofrenia para comprender mejor lo que experimentan. Escuchar activamente, sin juzgar ni minimizar sus sentimientos. Promover un ambiente tranquilo, estable y predecible. Fomentar su autonomía y tratarlos como iguales, no como pacientes constantes. Asegurar que tengan acceso a los recursos necesarios para su tratamiento y recuperación. Entender qué le molesta a una persona con esquizofrenia no solo mejora su calidad de vida, sino que también fomenta relaciones más saludables y un entorno inclusivo. La clave está en la empatía, el respeto y el deseo genuino de apoyar su bienestar.  

¿Qué le molesta a una persona con esquizofrenia? Leer más »

Actividades para Personas con Esquizofrenia: Fomentando el Bienestar y la Estabilidad Emocional

La esquizofrenia es un trastorno mental complejo que afecta el pensamiento, las emociones y el comportamiento. Aunque cada persona experimenta este trastorno de manera única, es fundamental proporcionar actividades que ayuden a gestionar los síntomas y promover la salud mental. Estas actividades no solo mejoran el bienestar general, sino que también pueden favorecer la integración social, la autonomía y la estabilidad emocional. A continuación, te presentamos algunas actividades útiles para personas con esquizofrenia, diseñadas para reducir el estrés, mejorar la concentración y fomentar la interacción social. Ejercicio Físico El ejercicio es una de las mejores formas de reducir la ansiedad y la depresión, síntomas comunes en personas con esquizofrenia. La actividad física estimula la liberación de endorfinas, lo que genera una sensación de bienestar y reduce el estrés. Sugerencias: Caminatas diarias o paseos al aire libre. Yoga o Tai Chi: Estas actividades no solo son excelentes para la relajación, sino que también mejoran la flexibilidad y la concentración. Natación: La natación es un ejercicio suave pero eficaz para liberar tensiones y mejorar la salud mental. Terapia Creativa Las terapias creativas, como el arte y la música, pueden ser herramientas muy poderosas para mejorar la comunicación y la expresión emocional en personas con esquizofrenia. Sugerencias: Arte terapéutico: Pintar, dibujar o esculpir permite a las personas expresar sus emociones de manera no verbal, ayudando a reducir el aislamiento social y a gestionar el estrés. Música: Escuchar música o tocar instrumentos musicales puede mejorar el estado de ánimo y proporcionar una salida para las emociones reprimidas. Escritura: Escribir diarios o poesía puede ser una excelente forma de procesar pensamientos y emociones. Mindfulness y Meditación Las prácticas de mindfulness y meditación son efectivas para reducir la ansiedad y mejorar la concentración. Estas actividades ayudan a las personas a mantenerse en el presente y a manejar pensamientos intrusivos. Sugerencias: Ejercicios de respiración profunda y meditación guiada. Técnicas de relajación muscular progresiva, que ayudan a liberar tensiones acumuladas. Escuchar audios de meditación con sonidos relajantes. Tareas Cotidianas Involucrar a las personas con esquizofrenia en tareas cotidianas como cocinar, limpiar o hacer compras puede ser beneficioso para fomentar la autonomía, la autoestima y la sensación de logro. Sugerencias: Planificar y preparar comidas saludables juntos. Organizar la casa o realizar tareas de jardinería. Colaborar en actividades de voluntariado, lo que también promueve la socialización y la sensación de propósito. Juegos y Actividades Cognitivas Los juegos de mesa, los rompecabezas y las actividades que desafían al cerebro son útiles para mejorar las habilidades cognitivas y mantener la mente activa. Sugerencias: Juegos como el ajedrez, las cartas o los crucigramas son excelentes para estimular la mente y mejorar la concentración. Actividades de memoria y resolución de problemas, como juegos de lógica y Sudoku. Juegos en grupo, que fomentan la interacción social y la cooperación. Interacciones Sociales y Grupos de Apoyo Las interacciones sociales son esenciales para prevenir el aislamiento. Los grupos de apoyo o actividades grupales pueden proporcionar un entorno seguro donde compartir experiencias y sentirse comprendido. Sugerencias: Participar en grupos de apoyo para personas con esquizofrenia, donde se pueda compartir y aprender de experiencias comunes. Actividades sociales organizadas, como salidas al cine, teatro o cafeterías, que promuevan la integración social. Voluntariado en la comunidad, lo cual ofrece oportunidades de socialización mientras se realiza una actividad con propósito. Terapia Ocupacional La terapia ocupacional se centra en el desarrollo de habilidades para la vida diaria. A través de actividades estructuradas, se puede ayudar a las personas con esquizofrenia a mejorar su funcionalidad y autonomía. Sugerencias: Habilidades para la vida diaria: Enseñar y practicar actividades como manejar el dinero, organizar la rutina diaria o mejorar la higiene personal. Actividades recreativas como la jardinería, la carpintería o el crochet pueden ayudar a mejorar la motricidad fina y proporcionar un sentido de logro. Conclusión Las actividades para personas con esquizofrenia deben adaptarse a las necesidades individuales, y es importante combinar enfoques terapéuticos con actividades recreativas y sociales. Al proporcionar un entorno de apoyo y alentar la participación activa en diversas actividades, se puede mejorar la calidad de vida, reducir el estrés y promover una sensación de bienestar general. Sin duda, estas actividades pueden jugar un papel fundamental en el manejo de la esquizofrenia y en el proceso de recuperación.  

Actividades para Personas con Esquizofrenia: Fomentando el Bienestar y la Estabilidad Emocional Leer más »

Cuando la Esquizofrenia se Niega

La esquizofrenia es un trastorno mental que afecta los pensamientos, las emociones y el comportamiento de quien la padece. Uno de los desafíos más comunes en el manejo de esta enfermedad ocurre cuando el paciente deja de creer que está enfermo. Este fenómeno, conocido como anosognosia, no es simplemente una negación, sino una incapacidad genuina para reconocer su condición. Esto puede complicar el tratamiento y el apoyo familiar, generando frustración y preocupación. En este artículo, exploramos qué significa esta falta de conciencia, cómo impacta y qué estrategias pueden ayudar a manejarla. ¿Qué es la anosognosia y por qué ocurre? La anosognosia es una condición neurológica que afecta la capacidad de una persona para darse cuenta de su enfermedad. No se trata de un acto voluntario ni de una negación deliberada; es un síntoma derivado de cambios en las áreas del cerebro responsables del autoconocimiento. En personas con esquizofrenia, la anosognosia es común y puede manifestarse como una falta de conciencia sobre los síntomas, como alucinaciones o delirios. Para el paciente, estas experiencias son reales y no consideran que estén fuera de lo normal. Impacto de la falta de conciencia en la esquizofrenia Cuando un paciente con esquizofrenia no reconoce su enfermedad, pueden surgir múltiples problemas: Interrupción del tratamiento: El paciente puede negarse a tomar medicamentos o asistir a terapia, lo que aumenta el riesgo de recaídas. Mayor riesgo de hospitalización: La falta de tratamiento adecuado puede derivar en crisis que requieran intervenciones de emergencia. Conflictos familiares: Los seres queridos pueden sentir frustración o impotencia al no poder convencer al paciente de que necesita ayuda. Aislamiento social: Sin tratamiento, los síntomas pueden empeorar, dificultando la interacción con otras personas. Cómo manejar la falta de conciencia en pacientes con esquizofrenia Evitar confrontaciones directas En lugar de tratar de convencer al paciente de que está enfermo, enfócate en promover su bienestar. Por ejemplo, en lugar de decir «Necesitas tomar tu medicación porque estás enfermo», podrías decir: «Esta medicación podría ayudarte a sentirte más tranquilo o a dormir mejor». Establecer una comunicación empática Escucha al paciente sin juzgar ni contradecir sus creencias. Validar sus emociones, aunque no estés de acuerdo con sus ideas, puede ayudar a construir confianza. Buscar apoyo profesional El acompañamiento de un psiquiatra o psicólogo es esencial para manejar la esquizofrenia y sus síntomas asociados. Los profesionales pueden sugerir enfoques como la terapia cognitivo-conductual adaptada a personas con anosognosia. Optar por tratamientos alternativos Existen opciones como los medicamentos inyectables de larga duración, que pueden ser útiles para pacientes que no quieren o no pueden tomar medicación diaria. Educar al entorno familiar Los familiares y cuidadores necesitan entender qué es la anosognosia y cómo manejarla. Participar en grupos de apoyo o recibir orientación puede ser de gran ayuda. El papel de los cuidadores y la familia Cuidar de un paciente con esquizofrenia puede ser agotador emocionalmente. Es fundamental que los cuidadores también se cuiden a sí mismos. Buscar apoyo psicológico, descansar adecuadamente y establecer límites saludables son pasos importantes para evitar el agotamiento. Conclusión La falta de conciencia de la enfermedad en la esquizofrenia es un desafío real, pero no insuperable. Con comprensión, estrategias adecuadas y apoyo profesional, es posible manejar esta situación de manera más efectiva. La clave está en el respeto, la paciencia y el trabajo en equipo entre el paciente, la familia y los especialistas. Si tienes un ser querido que enfrenta esta situación, recuerda que no estás solo y que hay recursos y profesionales dispuestos a ayudarte.

Cuando la Esquizofrenia se Niega Leer más »

¿Quién Estudia la Esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno mental complejo que afecta a la forma en que una persona piensa, siente y actúa. Su estudio involucra a varios tipos de expertos, cada uno aportando una perspectiva única para comprender mejor la enfermedad y mejorar los tratamientos disponibles. Psiquiatras Los psiquiatras son médicos especializados en el diagnóstico, tratamiento y prevención de trastornos mentales. En el caso de la esquizofrenia, los psiquiatras son responsables de diagnosticar el trastorno, manejar los tratamientos farmacológicos, y ofrecer un seguimiento adecuado. Su enfoque es clínico y está orientado hacia la gestión de los síntomas mediante medicación y terapias. Psicólogos Clínicos Los psicólogos clínicos juegan un papel fundamental en el tratamiento de la esquizofrenia, enfocándose en la psicoterapia. A través de diversas técnicas, como la terapia cognitivo-conductual, ayudan a los pacientes a manejar los síntomas y mejorar su calidad de vida. Los psicólogos también realizan evaluaciones psicológicas para comprender mejor las capacidades cognitivas y emocionales de los pacientes. Neurocientíficos Los neurocientíficos investigan las bases biológicas y neurológicas de la esquizofrenia. Estudian cómo los cambios en el cerebro, en particular en áreas relacionadas con la percepción, el pensamiento y la toma de decisiones, pueden estar involucrados en el desarrollo del trastorno. Mediante el uso de tecnologías avanzadas como la neuroimagen, intentan identificar patrones cerebrales asociados con la esquizofrenia, lo que podría llevar a nuevos tratamientos. Genetistas La genética juega un papel importante en la esquizofrenia, y los genetistas se centran en entender la predisposición hereditaria del trastorno. Investigaciones en genética molecular buscan identificar los genes específicos que podrían estar involucrados en el desarrollo de la esquizofrenia. El estudio de los factores hereditarios puede ayudar a predecir el riesgo y mejorar los enfoques terapéuticos. Investigadores en Salud Pública Los investigadores en salud pública estudian cómo la esquizofrenia afecta a la sociedad en términos de prevalencia, acceso a tratamientos, y el impacto de políticas públicas. También investigan factores ambientales y sociales que puedan contribuir al desarrollo o empeoramiento del trastorno, como el estrés, el abuso de sustancias o la pobreza. Trabajadores Sociales y Terapeutas Ocupacionales Estos profesionales ayudan a las personas con esquizofrenia a reintegrarse a la sociedad y a gestionar su vida diaria. Los trabajadores sociales brindan apoyo emocional y practico, mientras que los terapeutas ocupacionales diseñan programas que facilitan la adquisición de habilidades para la vida independiente. Estos roles son esenciales para el bienestar a largo plazo de los pacientes. Sociedades de Investigación y Fundaciones Organizaciones como la Schizophrenia International Research Society y diversas fundaciones dedicadas a la salud mental también juegan un papel importante. Financian investigaciones, difunden conocimientos y promueven el entendimiento público sobre la esquizofrenia. Conclusión La esquizofrenia es un trastorno que requiere un enfoque multidisciplinario para ser comprendido y tratado de manera efectiva. Médicos, psicólogos, neurocientíficos, genetistas, trabajadores sociales y otras figuras están unidos en su misión de mejorar la vida de quienes padecen esta enfermedad y descubrir nuevas formas de intervención. La colaboración entre estos campos científicos es esencial para avanzar en el tratamiento y la comprensión de la esquizofrenia.  

¿Quién Estudia la Esquizofrenia? Leer más »

Cuidar y Cuidarse: El Equilibrio para Evitar el Agotamiento

Una de las principales dificultades con que suelen tropezar los cuidadores es que no dan casi importancia al cuidado de su propia salud y bienestar, cuando es evidente que, si enferma o se sobrecarga mental o físicamente, no podrá cuidar de sus seres queridos. Básicamente, el cuidador tiene que vigilar sus emociones negativas, el estrés al que está sometido y su propio estado físico y mental. Manejo de sus emociones negativas El cuidado de otra persona durante un tiempo prolongado produce emociones negativas en todos los cuidadores. Es normal que en muchas ocasiones se sientan desanimados, tristes, enfadados o asustados. Muchos suelen pasar por alto esas emociones y van dejando que esos sentimientos vayan acrecentándose y envolviendo cada vez mas su estado de animo cotidiano. Con el tiempo, pasan la mayor parte del día malhumorados, deprimidos o desesperanzados. Cuando aparecen estos sentimientos, es conveniente intentar manejarlos, encontrar formas que nos ayuden a convertirlos en episodios pasajeros, de tal manera, que impidamos que se vayan instaurando en nuestras vidas. Manejo de algunas emociones negativas del cuidador Tristeza. Repase las actividades que le gusten y procure incluir alguna de ellas en su rutina cotidiana (por ejemplo, leer, escuchar música, hablar por teléfono, etc.) Desanimo. Plantéese vivir el día a día haciendo lo mas agradable posible cada momento e intente aceptar lo que no puede cambiar Enfado. Dese un respiro y procure alejarse temporalmente de la situación. Respire profundamente varias veces. Procure centrar su enojo en la enfermedad y no en la persona Miedo. Planifique lo que puede hacer en el caso de que ocurra algo peor Culpabilidad. Procure centrarse en las cosas que hace bien. Plantéese metas específicas y realistas. A pesar de intentar seguir estas y otras sugerencias, muchos cuidadores tienen dificultades para manejas esas emociones, bien porque son demasiado intensas, bien porque se han mantenido durante mucho tiempo y están demasiado instauradas. En estos casos, es conveniente buscar asesoramiento profesional que le proporcione medios específicos para manejarlas Señales que indican la necesidad de ayuda profesional Abuso de alcohol o de medicamentos para los nervios Pérdida o aumento de peso significativos Depresión, desesperanza Ideas de suicidio o de querer morirse Episodios repetidos de pérdida de control físico o emocional Ignorar o tratar mal a la otra persona Manejo del estrés Todas las personas están sometidas a situaciones que les producen cierto grado de estrés. El estrés forma parte de la vida de todo el mundo y nuestro cuerpo está preparado para enfrentarse a él. Sin embargo, cuando es demasiado intenso y se prolonga en el tiempo, no solo provoca malestar, sino que puede provocar enfermedades o agravar las que ya se padecen. Por ello, es conveniente disponer de estrategias que nos permitan controlar el estrés al que nos sometemos. Existen dos formas de controlar el estrés: Limitando el nivel de exigencia y la exposición a situaciones que lo provocan: Es conveniente que determine las exigencias a las que tiene que atender. Y que valore hasta qué punto puede afrontarlas cotidianamente. Todos podemos enfrentarnos a obligaciones muy exigentes durante periodos cortos de tiempo, pero si se alargan, acaban provocando estrés crónico en quien lo hace. Por eso es conveniente que en situaciones de cuidado prolongado valore lo que las circunstancias le están exigiendo de usted y que busque alternativas para descargarse parcialmente de alguna de sus obligaciones Aprendiendo a ajustar nuestra valoración de lo que sucede a lo que realmente está pasando: nuestro organismo no responde a los hechos objetivos, sino a las interpretaciones que hacemos de lo que nos sucede. En situaciones que nos afectan mucho emocionalmente, podemos exagerar sus consecuencias y responder como si fueran más graves de lo que realmente son. En esas circunstancias, resulta de ayuda buscar información que le permita contrastar sus impresiones con alguna persona de su confianza, también puede ayudarle a mantener una visión mas realista y a sentirse menos presionado. El cuidado de su propio estado físico y mental Uno de los aspectos que más fácilmente suelen descuidarse cuando se está inmerso en el cuidado de otra persona es el propio estado físico. La alimentación, el respeto de los periodos de descanso y el descenso en la actividad física son los aspectos que más fácilmente suelen descuidarse. Es muy frecuente que los cuidadores se planteen como prioridad esencial el cuidado y bienestar del otor y descuiden el propio. El cuidado de otra persona es una labor muy exigente que requiere un esfuerzo importante por parte del cuidador. Son muchos los familiares que han dado tanto de sí que han acabado agotados, han tenido que claudicar y renunciar al cuidado del familiar por incapacidad. Algunas pautas de cuidado básicas para mantener el buen estado físico y mental serían: Alimentación. Los alimentos nos proporcionan la energía necesaria para enfrentarnos a las exigencias del día a día. Procure seguir un horario regular de comidas y mantener una dieta equilibrada; las carencias y desequilibrios nutricionales nos debilitan y a la larga producen trastornos en el cuidador que pueden dificultar su labor Sueño. En los periodos de descompensación, la persona puede estar despierta durante toda la noche y requerir la atención del cuidador. Si bien estas alteraciones deben remitir con el tratamiento adecuado y con una higiene del sueño apropiada, cuando esta situación se prolonga más allá de unos días es necesario buscar alternativas que le permitan descansar. Establecer turnos con otras personas se hace imprescindible en esas circunstancias. Aunque no se perciba remuneración alguna, cuidar de otra persona es un trabajo. Nadie puede trabajar durante las 24 horas de día todos los días del año sin que su salud mental y física se resienta. Es absolutamente imprescindible que el cuidador tenga momentos de respiro, que disponga de tiempo para descansar y dedicarlo a sí mismo. Es necesario programar el descanso periódico del cuidador y poder aprovechar ese tiempo para ver a amigos o para disfrutar de actividades de ocio que le resulten gratificantes. Solicitar la colaboración de otros familiares, amigos, utilizar servicios de la comunidad o pagar

Cuidar y Cuidarse: El Equilibrio para Evitar el Agotamiento Leer más »

Cuidar de Alguien con Esquizofrenia: Lo Esencial que Debes Saber

La esquizofrenia se diagnostica cuando se observan alteraciones en las principales funciones mentales: Percepción Pensamiento Emociones Movimiento Capacidades cognitivas (atención, memoria, etc.) Control de la conducta Sin embargo, las distintas alteraciones no están presentes en todos los casos, sino que se combinan de forma muy diversa. Tanto es así, que es fácil encontrar personas diagnosticadas de la misma enfermedad que presentan síntomas totalmente distintos, y que incluso resulta difícil creer que padecen la misma afección. Además, en una misma persona, el tipo de síntomas puede variar a lo largo del tiempo. Las alteraciones pueden producirse por exceso o por defecto; es decir, las funciones mentales normales pueden aparecer de forma distorsionada o excesiva, o pueden fallar o presentar déficits importantes. En el primer caso se dice que la persona presenta síntomas positivos porque las funciones se han alterado en exceso, mientras que en el segundo se dice que presenta síntomas negativos porque las funciones operan por debajo de lo normal o se han perdido. Todas las personas diagnosticadas de esquizofrenia presentan síntomas de ambos tipos, tienen unas funciones mentales alteradas por exceso y otras por defecto. Algunos de los síntomas positivos y negativos más característicos de la enfermedad son los siguientes: Síntomas positivos Alucinaciones Delirios Lenguaje y pensamiento desorganizado Comportamiento desorganizado Síntomas negativos Pobreza afectiva Abulia-apatía Anhedonia-insociabilidad Alogia Aislamiento social No se presentan normalmente todos los síntomas y la gravedad de las alteraciones varia, tanto de unas personas a otras como en la misma persona en distintos momentos. Algunos de los síntomas le resultarán familiares y los habrá apreciado en su familiar, mientras que otros, nunca le habrán sucedido y es posible que no le sucedan jamás. Síntomas positivos Cuando la persona sufre alucinaciones tiene sensaciones sin que reciba la estimulación necesaria para sentirlas. Estas alteraciones pueden ocurrir en cualquiera de los cinco sentidos: Se ven cosas o personas inexistentes Se sienten olores extraños en el ambiente o se perciben olores corporales en uno mismo o en los otros Se notan sabores extraños en la boca, en el sabor de algunos alimentos o bebidas Se notan sensaciones en la piel si que nada ni nadie les esté tocando Oído. Pueden oír ruidos o voces cuando no se están produciendo Las alucinaciones pueden afectar a una modalidad sensorial o a varias: una persona puede únicamente oír voces que hablan sobre ella y otra puede notar que alguien les toca y percibir que despide un olor pestilente. Suelen asustar y angustiar mucho a quienes la sufren. Muchos se sienten confusos y no saben explicar muy bien lo que les está ocurriendo. Otros pueden explicarlas con detalle y responder a ellas como si realmente estuvieran ocurriendo. De hecho, quien sufre alucinaciones está totalmente convencido de que lo que está sintiendo es real, no diferencia esas sensaciones de las que se producen en condiciones normales. Son ideas y creencias distorsionadas que se mantienen con mucha convicción y que suelen causar mucha preocupación y angustia. Pueden ser muy peculiares y extrañas o más verosímiles y usuales. Se trata de convicciones muy rígidas, que se mantienen a pesar de que se presenten argumentos y pruebas en contra o a pesar de que sean lógicamente imposibles. Una característica de este tipo de creencias es que la persona se altera mucho emocionalmente y suele dedicar mucho tiempo a pensar en ellas. Cuando pueden ser ciertas, los familiares pueden cuestionarse si son realmente delirantes o incluso intentar comprobar si es así. Los delirios mas frecuentes en la esquizofrenia suelen ser los de persecución, perjuicio, referencia y control. En los de persecución, el afectado cree que alguna persona u organización le vigilan o acosan. En los de prejuicio, el individuo cree que una o varias personas están haciendo cosas contra él para hacerle daño. En los de referencia, la persona cree que acontecimientos neutros están referidos a él o tienen significados ocultos que solo él puede entender. Y en los de control el afectado cree que sus acciones o pensamientos están dominados por otros. Aunque estos son los mas frecuentes, puede darse también delirios somáticos cuando la persona creer que tiene alguna alteración en su cuerpo. Y también delirios de grandeza, en los que la persona cree que es una figura muy importante o que tiene poderes especiales. En este último caso, la persona no suele sentirse preocupada ni angustiada. Lenguaje y pensamientos desorganizados. Consiste en la pérdida de las asociaciones lógicas en el pensamiento; es decir, la relación entre unas ideas y otras se pierde. La persona puede saltar de un tema a otro e incluso su discurso puede llegar a ser incoherente para los demás. Puede divagar y caer en pequeños detalles irrelevantes o cambiar de un tema a otro sin ningún hilo conductor. Comportamiento desorganizado. Algunas personas presentan conductas que se caracterizan por la falta de lógica y sentido común. Se manifiesta con conductas que pueden ir desde una gran agitación hasta conductas carentes de lógica. Pueden tener dificultades en las actividades de la vida diaria, como ducharse o lavarse, debido a la desorganización de sus acciones. Son características las risas inmotivadas y la conducta caótica y peculiar. Síntomas negativos Pobreza afectiva. Cuando la persona sufre pobreza afectiva sufre un empobrecimiento en la expresión de emociones y sentimientos y una disminución de la capacidad emocional. Entre sus manifestaciones, están la expresión facial inmutable, menos movimientos espontáneos que antes o la reducción de los además expresivos; rehúye la mirada o tiene una mirada extraviada, el habla no presenta inflexiones vocales, es monótona y no enfatiza las palabras relevantes. Consiste en el empobrecimiento del pensamiento y de la cognición. Es frecuente que tengan un lenguaje empobrecido, sus respuestas sean breves y que no añadan información adicional. También pueden bloquearse, interrumpiendo su discurso antes de que una idea haya sido completada o que, tras unos segundos de silencio, no puedan recordar qué querían decir. En ocasiones, el lenguaje es pobre, vago y aunque las respuestas sean largas, tiene poco contenido. También pueden tardar más tiempo del normal en responder.

Cuidar de Alguien con Esquizofrenia: Lo Esencial que Debes Saber Leer más »

Rasgos clínicos de la psicosis de angustia-felicidad

Los rasgos clínicos de la psicosis de angustia-felicidad son los siguientes: Angustia intensa y fluctuante Angustia desconfiada Felicidad, éxtasis y placidez Delirios místico-religiosos Preocupación por la muerte Alucinaciones visuales complejas En esta psicosis la ansiedad, que es uno de los síntomas que se observa más frecuentemente no suele darse en forma pura y es habitual que aparezca junto a ideas de referencia, dando lugar a un cuadro de angustia desconfiada cursando con ideas de auto referencia frecuentemente complicada con pseudopercepciones. Así, los enfermos creen que son espiados que los vigilan, temen que serán castigados, etc. Es frecuente que aparezcan ideas hipocondriacas, con sensación de malestar fisco y no es raro que el paciente esté intranquilo, quejándose a veces con gritos, que realice intentos de fuga y en general, viviendo su situación con intenso terror. La angustia suele ser fluctuante, es decir, que oscile en intensidad de un momento a otro de su enfermedad, pero también que cambie a la experiencia contraria y el paciente experimente una intensa sensación de felicidad, verdaderas experiencias de éxtasis que pueden ser de felicidad plena. Perris (1974) llama la atención sobre el hecho de que un análisis superficial puede llevar al diagnóstico equivocado de manía, pero que una adecuada observación del paciente lleva al diagnóstico correcto. De acuerdo con una serie de autores puede afirmarse que frente a la experiencia del maniaco asociada a una manifiesta intranquilidad motora, la experiencia de felicidad del enfermo cicloide es estática, calmada y placentera. No es infrecuente que el sentimiento de felicidad de estos enfermos se acompañe de una sensación de contacto con Dios, llegándose a verdaderas experiencias de iluminación y de éxtasis pseudomístico, lo que constituye el centro de las psicosis de inspiración. En relación con estas experiencias místicas es interesante destacar, como ha mostrado Leonhard (1959) que los pacientes no se explican el origen de tales vivencias, que no pueden achacar a ninguna circunstancia, por lo que hablan de revelaciones. Los pacientes se sienten profetas, redentores, caudillos y sienten que pueden ayudar a los demás. Proclaman sus ideas con entusiasmo, hablan de forma patética y se sienten impulsados a grandes obras. Las psicosis paranoides agudas de Kleist, en la que este autor incluye la auto psicosis expansiva con ideas autóctonas de Wernicke y la alucinosis paranoide agudo, el modo en que el paciente vive el delirio es diferente al de los cuadros de grandeza de los enfermos maniacos. Lo que Wernicke entendía por ideas autóctonas eran creencias y revelaciones que crecen repentina y bruscamente, inspiraciones debidas a Dios, los ángeles y los santos. El psicótico de inspiración se siente conmovido y extrañado y si hace cosas importantes es, no porque él tenga ese poder, sino porque le es dado por Dios. Tal como ha señalado Anderson (1938); mientras que el paciente maniaco intenta olvidar sus experiencias al curar de su fase, el paciente cicloide que ha experimentado episodios de éxtasis tiende a interpretarlos como una experiencia enriquecedora que no debe ser olvidada. Un hecho notable que había señalado Vaillant (1964) en paciente que deben ser diagnosticados de psicosis cicloides (Perris, 1974) y que han sido confirmado por otros autores, es la existencia de una pronunciada preocupación por la muerte, un hecho que ha sido investigado por Perris y que debe ser considerado como característico de estas psicosis. La manifestación más común consiste en rumiación sobre la muerte sin ideas de suicidio, delirios sobre la muerte de parientes o en casos extremos experiencias alucinatorias visuales referentes a cuerpos muertos. Las experiencias alucinatorias son también frecuentes y estructuradas con el cuadro alucinatorio-confusional o con las experiencias de éxtasis anteriormente descritas. Pueden darse todas las formas posibles respecto al tipo de alucinaciones experimentado y aunque seguramente son mas frecuentes las auditivas son quizás más características las visuales sobre todo si se compara con la esquizofrenia procesual. Como ocurre con las ideas delirantes, la experiencia alucinatoria del cicloide es también diferente al del esquizofrénico. Tsutsumi et al (1967) analizaron el fenómeno alucinatorio y pusieron de manifiesto que no hay diferencias en términos de incidencia entre la esquizofrenia y la psicosis cicloides, pero que la diferencia se vuelve significativa cuando se analiza el modo de experimentar la alucinación. Estos autores estudiaron especialmente las alucinaciones olfatorias y señalaron que en los esquizofrénicos la alucinación olfatoria es vivida como si el olor procediera del propio cuerpo y fuera percibido por otras personas, mientras que en la psicosis cicloide el olor venia de afuera, de alguna parte y se asemejaba a la experiencia de las crisis uncinadas. (Información extraída de Psicosis cicloides: (psicosis marginales, bouffées delirantes) / Demetrio Barcia, 1998)

Rasgos clínicos de la psicosis de angustia-felicidad Leer más »

Evaluación de la sintomatología depresiva en esquizofrenia

Se presentan diferentes instrumentos dirigidos a evaluar sintomatología depresiva en psicosis según una perspectiva dimensional. Esta aproximación facilita cuantificar la intensidad y la frecuencia de los principales síntomas que constituyen el trastorno. Esto favorece llevar a cabo una descripción del cuadro clínico mucho más compleja e individualizada, facilitando la evaluación longitudinal, la selección de técnicas de tratamiento y el establecimiento de criterios de las técnicas terapéuticas aplicadas. Existen algunos instrumentos de evaluación psicopatológica de la esquizofrenia que también incluyen síntomas que evalúan la dimensión afectiva. Entre ellos destacan la Escala de evaluación psiquiátrica breve (BPRS) y la Escala de los síntomas positivos y negativo (PANSS). Escala de evaluación psiquiátrica breve (BPRS) La Brief Psychiatric Rating Scale (BPRS) es una entrevista semiestructurada con gran predominancia de síntomas afectivos. La versión más conocida y usada es la de los 18 ítems, aunque existe una versión breve de 10 y otra expandida de 24. Esta escala se dirige a evaluar gravedad psicopatológica mediante una escala tipo Likert de 7 puntos. Contiene seis ítems que evalúan la dimensión depresiva: preocupación somática, ansiedad psíquica, auto desprecio y sentimientos de culpa, ansiedad somática, humor depresivo y enlentecimiento psicomotor. En una meta análisis de la BPRS de 18 ítems se encontraron cinco factores centrales: síntomas positivos, síntomas negativos, resistencia, activación y afecto, formada esta última por los ítems de ansiedad psíquica, sentimientos de culpa, humor depresivo y preocupación somática. Otro meta análisis con la versión extendida de 24 ítems halló una estructura similar en el factor afectivo, pero sustituyendo la preocupación somática por tendencia suicida. En cuanto a sus propiedades psicométricas y según una magnifica revisión de Lako et al. centrada en promediar las características psicométricas de varios instrumentos de medición de la depresión en esquizofrenia en un conjunto de 48 publicaciones, se refieren los siguientes datos de fiabilidad para la subescala de la depresión de la BPRS. Escala de síndromes positivos y negativo (PANSS) La Positive and Negative Syndrome Scale destaca por ser un instrumento de amplísima difusión que también recoge fenomenología depresiva. Entre entrevista permite evaluar dimensionalmente tres áreas psicopatológicas de la esquizofrenia mediante 30 ítems. Los síntomas de la dimensión afectiva se encuentran distribuidos en la subescala de la psicopatología general de 16 ítems. Cada síntoma debe ser puntuado en una escala de gravedad de 7 puntos según la última semana. Los estudios dirigidos a contrastar la validez factorial de la PANSS han encontrado un modelo pentagonal compuesto por los factores de síntomas positivos, negativos, desorganizados/cognitivos, excitación y depresión/ansiedad. Los síntomas que suelen conformar el factor depresión/ansiedad corresponden a los ítems de depresión, sentimientos de culpa y ansiedad, aunque otros estudios también han incluido las preocupaciones somáticas y la tensión motora. Es interesante contrastar que el estudio de Emsley et al (2003) analizó la estructura factorial de la PANSS en una muestra de primeros episodios de psicosis, en lugar de la acostumbrada muestra de pacientes con esquizofrenia crónica, consiguiendo separar el factor depresión/ansiedad en dos, uno para ansiedad y otro para depresión. Aunque la PANSS está más focalizada en las dimensiones psicóticas de la esquizofrenia, también es una herramienta útil para evaluar otras áreas psicopatológicas de los trastornos psicóticos como la depresión y la ansiedad. No obstante, resulta recomendable incluir otras medidas específicas para la depresión que permitan refinar la evaluación de este constructo tan rico con matices. Las escalas enfocadas en la evaluación cuantitativa de la dimensión depresiva, haciendo énfasis en aquellas que han sido ampliamente utilizadas en el ámbito de la esquizofrenia. La mayoría de las escalas disponibles fueron diseñadas para la evaluación de la dimensión depresiva en el contexto de los trastornos afectivos, no psicóticos, lo que puede afectar a la validez de la medida por el posible solapamiento entre síntomas depresivos y síntomas negativos o los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos. Son las siguientes: Escala de depresión de Calgary para la esquizofrenia (CDSS) Es una escala hetero aplicada para adultos diseñada para evaluar sintomatología depresiva en el contexto de la esquizofrenia, mejorando así los problemas de validez encontrados en otros instrumentos de evaluación de la depresión no específicos para la psicosis. Contiene un total de nueve síntomas puntuados en una escala de gravedad de 4 puntos según las dos últimas semanas: humor depresivo, desesperanza, autodespreciación, ideas culpables de referencia, culpa patológica, depresión matutina, despertar precoz, ideación de suicidio y un ítem de depresión observada. Ofrece una puntuación dimensional total de gravedad (0-27) y un punto de corte orientativo de posible presencia de trastorno depresivo (puntuación igual o superior a 5). Un aspecto muy relevante de la CDSSS es que sus ítems están muy centrados en la vivencia cognitiva de la depresión. Escala de evaluación de la depresión de Hamilton (HDRS) Es probablemente la escala heteroadministrada mas difundida teniendo también un gran protagonismo en los estudios con muestras de pacientes esquizofrénicos. La versión de 17 ítems es la más usada y contiene los siguientes síntomas: humor deprimido, sensación de culpabilidad, suicidio, insomnio precoz, insomnio medio, insomnio tardío, trabajo y actividades, inhibición, agitación, ansiedad psíquica, ansiedad somática, síntomas somáticos gastrointestinales, síntomas somáticos generales, síntomas genitales, hipocondría, pérdida de peso y conciencia de enfermedad. Escala de evaluación de la depresión de Montgomery-Asberg (MADRS) Es una escala heteroaplicada concebida como medida sensible al cambio en pacientes con trastorno depresivo. Se estructura en diez síntomas evaluados según una escala de gravedad tipo Likert de 7 puntos. Los ítems abarcan las siguientes áreas: tristeza observada, tristeza declarada por el paciente, tensión interna, sueño reducido, apetito reducido, dificultades para concentrarse, lasitud, incapacidad para sentir, pensamientos pesimistas y pensamientos suicidas. La puntuación posible es de 0 a 60 puntos. De 0 a 10 se considera ausencia de depresión. Los síntomas que conforman la MADRS están muy focalizados en el estado de ánimo y la experiencia cognitiva de la depresión. Escala de evaluación de la melancolía de Bech-Rafaelsen (BR-MES) Es una escala heteroadministrada basada en la HDRS concebida para evaluar y cuantificar sintomatología grave de la depresión. Evalúa 11 áreas: actividad social e intereses, humor disminuido, trastornos

Evaluación de la sintomatología depresiva en esquizofrenia Leer más »

Déficits neurocognitivos en psicosis 

El primer autor en detallar el deterioro cognitivo característico de los trastornos psicóticos fue a principios del siglo XX, Emir Kraepelin (1919-1971) en sus descripciones clínicas de la demencia precoz. Kraepelin se percató de que determinados pacientes manifestaban una progresiva disminución funcional e intelectual a edades tempranas e identificó diversos déficits que incluían las alteraciones en la atención, aprendizaje y la resolución de problemas. Sugirió que estas alteraciones neurocognitivas explican el pobre funcionamiento social, personal y laboral de estos pacientes. Se estima que en torno a un 90% de los individuos con esquizofrenia presenta un deterioro clínicamente significativo en al menos un dominio neurocognitivo y el 75% en dos. Es probable, además que estas cifrase sean aun mayores debido a las limitaciones de los estudios que examinan estos déficits. El hecho de que solo un pequeño porcentaje de pacientes no manifieste déficits puede deberse al efecto de presentar un nivel superior de funcionamiento pre mórbido y/o reserva cognitiva frente a los pacientes que presentan déficits. Se ha planteado la necesidad de llevar a cabo comparaciones con subgrupo clínicos mas específicos. Por ejemplo Heinrichs et al. (2015) examinaron el funcionamiento neurocognitivo en pacientes con trastorno de espectro psicótico sin aparentes déficits neurocognitivos, controlando: El nivel de funcionamiento pre mórbido estimado El perfil neurocognitivo El nivel de razonamiento social y probabilístico Cuando se controlan estas variantes lo que se observa es que el subgrupo sin déficits presenta en realidad niveles inferiores en velocidad de procesamiento que individuos sin el trastorno. Estos resultados son consistentes con otros hallazgos que ponen de manifiesto una menor velocidad de procesamiento en los pacientes categorizados como “cognitivamente normales” Los déficits neurocognitivos parecen ser independientes de los síntomas clínicos de la psicosis. Aunque cabria suponer que la capacidad neurocognitiva estuviera afectada por la presencia de síntomas positivos (por ejemplo, las alucinaciones auditivas o los delirios), existe poca evidencia que apoye esta relación. Por el contrario, estos déficits parecen relacionarse de manera más consistente con los síntomas negativos (por ejemplo, la abulia, la alogia, la apatía o la anhedonia) y desorganizados, pero la cantidad de varianza compartida sigue siendo relativamente pequeña entre el 5 y 10%. La independencia entre el funcionamiento neurocognitivo y los síntomas clínicos se apoya en múltiples estudios que relevan la persistencia de las alteraciones neurocognitivas tanto en momentos de sintomatología severa como de revisión. Estas alteraciones han sido identificadas en estudios con muestras de individuos a lo largo de todo el continuo de severidad de la psicosis. El alcance y la gravedad de los déficits neurocognitivos tampoco parecen asociarse de forma consistente con el uso de anti psicóticos. A pesar de que algunos estudios han concluido que los anti psicóticos de primera generación podrían afectar a la neurocognición, este efecto no se ha observado con los de segunda generación e incluso su uso se ha realizado con ciertos beneficios. En todo  caso, estas diferencias a favor de los anti psicóticos de segunda generación  pueden deberse a otras variantes tales como las dosis utilizadas, la presencia de síntomas extra piramidales o la administración de agentes anti colinérgicos. Otros datos apoyan que los efectos adversos de los anti psicóticos sobre la neurocognición podrían ser el mecanismo por el cual se reducen los síntomas positivos. En concreto, Moritz et al. (2013) han considerado que la disminución de la velocidad de procesamiento y el incremento de la duda secundarios a los neurolépticos podrían ser el requisito previo para poder trabajar sobre los delirios y las alucinaciones. Diversos estudios han relacionado la capacidad neurocognitiva con el nivel de funcionamiento psicosocial en los trastornos del espectro de la psicosis. En concreto, se ha encontrado que los niveles de atención y vigilancia se asocian con el funcionamiento social; la memoria y el aprendizaje  verbal, con el nivel de independencia social y ocupacional, las funciones ejecutivas con el grado de independencia y la velocidad de procesamiento con la capacidad para trabajar. También se ha visto que son determinantes a la hora de predecir la evolución clínica del trastorno. En este sentido, los problemas de memoria pueden afectar a la adherencia a los tratamientos psicofarmacológicos y psicoterapéuticos. Los problemas de atención, razonamiento y memoria pueden limitar, a su vez la capacidad para comprender e interiorizar los conocimientos y habilidades adquiridos en psicoterapia y por tanto, impedir la correcta transferencia de las habilidades aprendidas a la vida diaria. (Información extraída de Evaluación de los trastornos del espectro psicótico Eduardo Fonseca Pedrero (Coordinador), 2018)

Déficits neurocognitivos en psicosis  Leer más »