Nombre del autor:Eva María Galán Sempere

¿A que se debe la dispareunia?

Los problemas de dispareunia se han descrito y clasificado de múltiples formas. En términos generales hacen referencia a la experiencia de dolor genital asociado a la relación sexual. En la forma habitual, el dolor se presenta durante el coito, pudiendo aparecer al iniciarse la penetración, en algún punto de entrada de la vagina o sentirse más profundamente. Las quejas sobre la experiencia de dolor son muy variadas, describiéndose como sensaciones de quemazón, irritación, punzadas, escozor intenso o molestias vagas. La intensidad y duración de estas sensaciones son igualmente fluctuantes abarcando desde experiencias ligeras y breves hasta persistentes y de gran intensidad, manteniéndose las molestias varias horas después de finalizada la relación sexual. Los problemas de dolor coital suelen ir asociados a problemas de vaginismo. Cuando se intenta la penetración en los casos de vaginismo la mujer experimenta dolor, lo que fortalece la respuesta de contracción. Por otra parte, puede surgir un problema de vaginismo tras sufrir experiencias de coitos dolorosos. Los problemas de dispareunia suelen afectar a las relaciones sexuales, que se viven de manera insatisfactoria y acaban generando sentimientos de temor y malestar en ambos miembros de la pareja. Cuando la experiencia de dolor tiene lugar en el interior de la vagina, al realizarse penetraciones profundas, puede ocurrir que el problema se deba a una situación de baja excitación en la cual la vagina no se ha dilatado suficientemente y el cérvix y el cuerpo del útero no han alcanzado la elevación adecuada. En esta situación una inserción profunda producirá el choque doloroso del pene con el cérvix. Esto se puede dar también en mujeres con prolapso uterino en las que una porción del útero desciende en la vagina. La dispareunia se origina, frecuentemente por un problema de carácter físico por lo que en este tipo de disfunción es especialmente recomendable una exploración ginecológica específica. (extraído de Disfunciones sexuales femeninas de Mª José Carrasco, 2001)

¿A que se debe la dispareunia? Leer más »

¿Cómo saber si tengo anorexia nerviosa?

La anorexia nerviosa es un trastorno grave de la conducta alimentaria en el que la persona que la padece presenta un peso inferior al que sería de esperar por su edad, sexo y altura. El peso se pierde por ayunos o reducción extremada de la comida, pero casi el 50% de las personas que lo padecen usan también el vómito autoinducido, el abuso de laxantes y/o diuréticos y el ejercicio extenuante para perder peso (Fairburn y Garner, 1986) sin que exista ninguna enfermedad médica que explique la pérdida de peso. La prevalencia durante la vida de la anorexia nerviosa (AN) está situada en un 0,5 por 100 en mujeres jóvenes (APA, 2000) en Estados Unidos y en Europa. Esto significa que una de cada 200 mujeres puede sufrir AN durante su vida. Aparece más a menudo en jóvenes adolescentes (de 15 a 19 años) y es una enfermedad muy grave. La mortalidad que provoca es una de las mayores causadas por trastornos psicopatológicos. Es mucho más frecuente entre las mujeres que en los hombres. Solamente del 5 al 10% de los pacientes son hombres. Esta discrepancia de género es una de las mayores que se ha hallado en problemas psiquiátricos (Grilo, 2006). Este trastorno ya era conocido desde épocas antiguas. En la descripción de la vida de algunas santas aparece claramente explicado, aunque para el autor de estas historias parece un comportamiento encomiable. La primera descripción clínica de él data de 1873 a cargo de Lasègue, quien la llama “consunción nerviosa”. Gull en 1874 la califica por primera vez de anorexia nerviosa y publica unos casos clínicos muy bien descritos en los que destaca el carácter moral del trastorno, así como el tratamiento de que se sirve para cambiar este proceso. Los criterios para el diagnóstico de la anorexia nerviosa, de Freighner sirvieron para detectar y evaluar este trastorno, pero han cambiado bastante. Entre sus criterios de diagnóstico destacaba: edad de inicio 25 años, anorexia acompañada de una pérdida de peso por lo menos al 25% de peso corporal, actitud distorsionada hacia la ingesta, el alimento o el peso y al menos las siguientes manifestaciones: amenorrea, lanugo, bradicardia (pulso en reposo de 60 o menos), periodos de hiperactividad, episodios de bulimia, vómitos. La Sociedad Americana de Psiquiatría ha presentado unos manuales diagnósticos de los trastornos psiquiátricos, los DSM, en los que se describen los criterios que se han de utilizar para el diagnóstico de cualquiera de ellos. Se realizan gracias al consenso de múltiples especialistas y se van renovando a medida que se tiene un conocimiento más preciso de cada alteración. La edad de inicio de la anorexia ha desaparecido de los criterios diagnósticos posteriores a los de Freighner y adoptados por la American Psychiatric Association (DSM-III, DSM-III-R, DSM-IV, DSM IV-TR y DSM-V), existiendo un acuerdo en que suele aparecer en la primera adolescencia, hacia los 15 años, aunque en la clínica aparece en edades inferiores y sin que ello implique que no pueda presentarse en personas mayores. La pérdida de peso que se considera necesaria para la definición de anorexia ha pasado del 25% de la clasificación de Freighner y del DSM-III, al 15% en el DSM-III-R y el DSM-IV. Además, a partir del DSM-III se incorporan aspectos evolutivos a la pérdida de peso; es decir, en personas menores de 18 años se calcula el peso que debía haber ganado por crecimiento. Los criterios para el diagnóstico de la anorexia nerviosa en el DSM-III (APA, 1980) son: Miedo intenso a engordar que no disminuye a medida que lo hace el peso Alteración de la imagen corporal, por ejemplo, se queja de “sentirse gordo” aun estando demacrado. Pérdida de peso de al menos un 25% del peso original. Por debajo de los 18 años, a la pérdida de peso inicial hay que añadir el peso que le correspondería haber ganado de acuerdo con el proceso de crecimiento, hasta constituir la pérdida del 25%. Negativa a mantener el peso corporal por encima del mínimo normal para la edad y la altura Ausencia de enfermedades que justifiquen la pérdida de peso. Por otra parte, esta clasificación (DSM-III) se centra en aquellos aspectos más relevantes del trastorno (temor al aumento de peso y distorsión de la imagen corporal), dejado de lado aquellos más dudosos. En la revisión de esta clasificación (DSM-III-R, APA, 1987) se recupera el criterio de la presencia amenorrea y la especificación más concreta de la alteración de la percepción de la imagen corporal, peso y silueta. Criterios para el diagnóstico de la anorexia nerviosa en el DSM-III-R (APA, 1987): De acuerdo con el Manual Estadístico de Trastornos Psicopatológicos DSM-III-R (APA,1987), la anorexia nerviosa es un trastorno que se define por las siguientes características: Rechazo a mantener el peso corporal en el mínimo normal correspondiente a la edad y estatura. Pérdida de peso del 15% por debajo del peso esperado o déficit en la ganancia de peso correspondiente al desarrollo, que conduce a una pérdida ponderal del 15% por debajo del peso esperado. Intenso miedo a engordar a pesar de estar en infrapeso Percepción alterada del peso, la configuración y las dimensiones corporales. La persona asegura verse gorda, a pesar de la evidente emaciación o considera que alguna parte de su cuerpo es demasiado gruesa En mujeres, ausencia por lo menos de tres ciclos menstruales consecutivos. En el DSM-IV se expone la clasificación del subtipo bulímico y restrictivo (APA, 1994) Rechazo a mantener el peso corporal por encima de un peso mínimo para su edad y talla Miedo intenso a aumentar de peso o a engordar, aun estando emaciada Alteración en la manera como se experimenta el peso corporal y la silueta. Influencia exagerada de la silueta o el peso en la autoevaluación, o negación de la seriedad de su bajo peso corporal actual En mujeres posmenárquicas, ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos (amenorrea). Se considera que una mujer tiene amenorrea si sus períodos únicamente ocurren tras la administración de hormonas, Subtipo bulímico: durante el periodo de anorexia, la persona

¿Cómo saber si tengo anorexia nerviosa? Leer más »

¿Se puede tener síndrome de Down y autismo?

Los pacientes de Síndrome de Down adicionan al retraso mental características conductuales en cierto modo opuestas al autismo, puesto que suelen ser alegres, simpáticos y con tendencia espontánea a la sociabilidad. No por ello dejan de ser en ocasiones difíciles de manejar a causa de su tozudez. Son obstinados y caprichosos. Aunque se detectan problemas psicopatológicos que requieren un diagnóstico y una atención especial, suelen presentarse menos problemas que los habituales en otras causas de retraso mental. Los problemas observados más frecuentemente son el trastorno de conducta de oposición desafiante, el trastorno de déficit de atención/hiperactividad y la conducta agresiva. En los adultos es relativamente común la depresión. La prevalencia del autismo en el síndrome de Down se ha estimado en un 5-9%. También se ha destacado el retraso en el diagnóstico de autismo en los niños con síndrome de Down. De todos modos, la frecuencia con la que se da el autismo en el síndrome de Down no solo no excede la que se puede hallar en el retraso mental del mismo nivel que el síndrome de Down, sino que incluso es posiblemente inferior, por lo cual es plausible pensar que el fenotipo conductual del síndrome de Down puede incluso representar un factor protector para el autismo. (extraído de Trastornos del neurodesarrollo / editores, Josep Artigas-Pallarés, Juan Narbona, 2011)

¿Se puede tener síndrome de Down y autismo? Leer más »

¿Cómo surgió el teléfono de la Esperanza y quién lo creó?

El reverendo Chad Varah, fundador de la “Ayuda por Teléfono” es un pastor lleno de humor, se diría que un personaje de Dickens. El día que asumió las funciones de su primer destino en 1935 una muchacha de catorce años acababa de suicidarse ¿Qué había pasado? Al iniciarse los síntomas de una menstruación primera, la niña no se atrevió a preguntar la causa, se atemorizó creyéndose afectada de la sífilis y se suicidó. Drama de soledad y de abandono. Si hubiera hablado a alguien, viviría. Pero no se había atrevido a informarse en el seno familiar y no hubo nadie que la escuchara ¿Cómo se actúa cuando alguien está en un apuro o atraviesa una crisis aguda? Cuando es posible saltar sobre el teléfono y pedir socorro. Chad Varah da forma a su idea y crea en 1953 Samaritans en Londres. Después sería el mundo entero el que seguirá su ejemplo. Los métodos empleados difieren de un país a otro, pero el “Teléfono de la Esperanza” responde las 24 horas del día. La duda, el enfrentamiento con la sociedad, la desesperanza y el anonadamiento no son atributos exclusivos de los otros. También a nosotros puede llegarnos ese momento, concluye Jorge Ras.

¿Cómo surgió el teléfono de la Esperanza y quién lo creó? Leer más »

¿Qué es la psicoterapia y cuáles son sus tipos?

La psicoterapia ha constituido desde siempre una sólida base en la práctica de la medicina. El prestigio y la autoridad del médico, del chamán o del curandero y la esperanza o la fe del enfermo son ya elementos de valor psicoterápico que intervienen en el tratamiento, aun en el caso de que ni el paciente ni el médico los utilicen conscientemente. La psicoterapia intuitiva se erige en método técnico cuando sus elementos son analizados y usados conscientemente con fines terapéuticos. Así ocurrió en el siglo XIX con el estudio y la aplicación de los fenómenos hipnóticos que culminó en la elaboración del método psicoanalítico. TIPOS DE PSICOTERAPIA Las psicoterapias pueden dividirse en superficiales o sintomáticas y profundas o estructurales, según se proponga solo la desaparición del síntoma o síntomas que molestan al paciente, o más ambiciosamente, una modificación de la estructura de la personalidad, que le permita superar sus conflictos patológicos y patógenos y desplegar mejores formas de relación consigo mismo y con los demás. Las psicoterapias superficiales utilizan técnicas de persuasión, sugestión, apoyo, explicación y catarsis para aliviar la angustia del paciente, tranquilizarlo, fomentar la confianza y seguridad en sí mismo, ofrecerle en lo posible una mejor comprensión de sus problemas, reforzar sus propios mecanismos psicológicos (apoyo) y darle una posibilidad de considerar y discutir sus conflictos en una atmósfera de comprensión y ecuanimidad. La catarsis o abreacción que interviene en mayor o menor grado en toda forma de psicoterapia, consiste en la descarga afectiva de emociones reprimidas o retenidas y se utiliza a veces, especialmente en la neurosis traumáticas, facilitándola mediante la disminución del nivel de conciencia con la inyección intravenosa de un barbitúrico para favorecer el recuerdo de la experiencia traumática y la eclosión de las emociones reprimidas. Las psicoterapias superficiales admiten técnicamente una intervención directa del psicoterapeuta en la vida del paciente, sea en forma de consejos, orientación o incluso manejo de la realidad que le envuelve. Capítulo aparte, dentro de las psicoterapias sintomáticas, corresponde a las técnicas del tratamiento conductista basadas en el manejo de los reflejos condicionados y en los conceptos de inhibición y refuerzo de la conducta. Se han aplicado al tratamiento de síntomas muy concretos (fobias, enuresis, etc.) considerándolos como hábitos que han de inhibirse creando por ejemplo circunstancias en que queden asociados a estímulos desagradables. Las psicoterapias profundas derivan todas de las técnicas y los conocimientos psicoanalíticos y basan sus efectivos madurativos de la personalidad en el insight (conocimiento claro y profundo) que va obteniendo el enfermo a lo largo del continuo esclarecimiento de sus motivaciones inconscientes, en la relación con el psicoterapeuta. En la psicoterapia profunda representan también un papel los factores curativos de las psicoterapias superficiales, como son la esperanza y el deseo de curación del paciente, los efectos sugestivos que la autoridad del psicoterapeuta puede ejercer sin proponérselo, la catarsis emocional y lo que Alexander llama “experiencia emocional correctiva” (vivencia del contraste entre las reacciones emocionales propias y las del psicoterapeuta); pero la diferencia fundamental radica en que todo esto no es la finalidad de la psicoterapia, sino fenómenos que se dan en la relación psicoterapéutica y que también son objeto de análisis y esclarecimiento. Todas las psicoterapias profundas exigen del paciente, un esfuerzo psicológico importante, lo que, unido a las exigencias de dedicación de tiempo y al coste de un tratamiento largo y continuado, limita sus posibilidades. Muchos psicoanalistas se han esforzado en perfeccionar métodos de psicoterapia de orientación analítica que, basados en los conocimientos adquiridos con la práctica del psicoanálisis, se encaminan a la obtención de resultados parecidos, si bien menos ambiciosos y completos, con menor frecuencia de sesiones o en menos tiempo total. Estas psicoterapias breves están especialmente indicadas en personas que sufren trastornos neuróticos recientes relacionados con situaciones ambientales traumáticas psicológicamente.

¿Qué es la psicoterapia y cuáles son sus tipos? Leer más »

¿Existen las depresiones?

¿Existen las depresiones? Es ésta una pregunta que merece la pena ser contestada ahora que tanto se habla de ellas. Es cierto que en este campo hay que enfrentarse al escepticismo conjugado del paciente, de sus familiares y a veces, hasta de su propio médico. Pero la depresión existe. Desgraciadamente, resulta a menudo difícil localizar y definir. Frecuentemente está oculta entre un conjunto de síntomas difusos y variados, o incluso es debido a causas patológicas que esconden sus signos precursores. Para el psicoanalista, la depresión es una realidad. El doctor Pasche ha dado una definición dentro de la tradición freudiana “la esencia de la depresión es la despreciación del individuo por él mismo. Todos los otros signos, según el psicoanalista, se desprenden de esta autodespreciación”. Y añade “únicamente hablamos de depresión cuando percibimos un conflicto entre el yo y el super yo, que viene causado por la pérdida de un objeto. Lo que ocurre reviste la forma de un duelo (pérdida de separación de un ser querido, pérdida de un afecto o de un ideal o desvalorización de una religión). En realidad, el objeto causante del duelo es un objeto narcisista de autoestima. La pérdida del objeto es en sí la pérdida del afecto por sí mismo. La autodeterminación entraña un sentimiento de culpabilidad y cuando el individuo llega a estar obsesionado, es cuando empieza justamente a hacer un esfuerzo por superarse y comienza a autocurarse” ¿Permite esta definición que el médico general establezca la diferencia entre una verdadera y una falsa depresión? Probablemente no, por lo cual necesitará recurrir a otros medios. Y, sin embargo, una verdadera depresión se distingue por la vivencia que se tiene de ella. Aunque el afectado no sepa exactamente lo que ha perdido, sabe que ha perdido algo. Aun en el caso de que presente todas las características exteriores de la verdadera depresión, la “falsa” carece de este autosentimiento. Ambas se entrecruzan, no obstante, en dos grandes categorías de enfermedades: las afecciones neurológicas y las endocrinas Todas estas indicaciones siguen siendo generales, por ello, el médico deberá emplear toda su “astucia” para localizar en el enfermo un síntoma que pueda considerarse como propio de una verdadera depresión. (información extraída de El médico informa, 1973)

¿Existen las depresiones? Leer más »

¿Cuáles son los trastornos del sueño relacionados con la respiración?

Los criterios diagnósticos del DSM-IV para los trastornos del sueño relacionados con la respiración se reflejan en: Alteración del sueño manifestada por una excesiva somnolencia o insomnio provocado por un trastorno respiratorio asociado al sueño (apnea obstructiva o central o hipoventilación alveolar central) El trastorno no está asociado a trastornos mentales, ni es un efecto psicofisiológico directo del consumo de sustancias o de un trastorno médico que no sea respiratorio. Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) La apnea del sueño es un trastorno que se define como un intervalo de 10 segundos como mínimo de duración durante el cual no existe intercambio de aire a través de las vías aéreas superiores. El índice de severidad se establece en función del número de apneas/hipopneas por hora de sueño considerándose patológico más de 10 episodios por hora de sueño. La mayoría de los episodios son cortos (10-30 segundos), aunque en algunos casos pueden llegar a durar hasta 60 segundos. La prevalencia del trastorno aumenta con la edad, siendo más común en los varones que en mujeres, ya que se considera que ciertos factores hormonales protegen a la mujer frente a este trastorno. En las mujeres, el trastorno suele aparecer después de la menopausia. Además, la mayoría de los estudios demuestran que la mayor cantidad de apneas tiene lugar durante la fase de sueño MOR. Uno de los principales problemas asociados a este trastorno es que puede pasar desapercibido durante muchos años, llegando a producir graves consecuencias físicas Tipos de apnea A partir de los estudios polisomnográficos se han distinguido tres tipos de apnea: a) apnea obstructiva del sueño, definida como un cese del flujo aéreo, aunque los movimientos respiratorios torácicos y abdominales se mantienen normales; b) apnea central caracterizada por un cese del flujo aéreo y ausencia de movimientos respiratorios torácicos y abdominales, y c) apnea mixta que es una combinación de las dos anteriores Sintomatología A la hora de establecer el diagnóstico de SAOS es importante realizar una distinción entre los síntomas manifestados durante el día y los síntomas manifestados durante la noche SÍNTOMAS DIURNOS Somnolencia diurna. Es uno de los síntomas que más deteriora la calidad de vida de estos pacientes afectando seriamente sus relaciones sociales, familiares y profesionales. La mayoría de los pacientes informan quedarse dormidos mientras ven la televisión, leen, etc., es decir, realizando tareas aburridas o monótonas. Características de la personalidad. Determinados estudios han planteado la existencia de alteraciones en la personalidad y en el carácter como consecuencia del déficit de sueño nocturno Cambios en la función cognitiva. La apnea es uno de los trastornos del sueño que más deteriora la ejecución cognitiva de los pacientes. Se han observado déficit en memoria y aprendizaje verbal, además de déficit en las llamadas funciones ejecutivas Cambios en el estado emocional. El SAOS es uno de los trastornos que más afecta la calidad de vida de los pacientes, provocando elevados niveles de ansiedad, así como cambios en el estado de ánimo. Sin embargo, a pesar de que la sintomatología depresiva se ha relacionado con la apnea del sueño, hay un gran desacuerdo en la mayoría de los estudios con respecto a su prevalencia real en este trastorno del sueño Problemas sexuales. Algunos pacientes con SAOS presentan problemas sexuales (por ej. Disminución del deseo sexual y en algunos casos impotencia) SÍNTOMAS NOCTURNOS Cambios en la arquitectura del sueño. Los cambios en la arquitectura del sueño es uno de los síntomas más característicos de este trastorno. Los cambios más frecuentes son una reducción marcada o ausencia de las etapas 3 y 4 de sueño de ondas lentas y de la etapa de sueño MOR y un aumento de las etapas 1 y 2 de sueño Sueño interrumpido. La presencia de despertares nocturnos es un síntoma característico de este trastorno. Sin embargo, un aspecto muy observado durante la entrevista clínica es que la mayoría de los pacientes informan no ser conscientes ni de la frecuencia ni de la intensidad de estos despertares Es más frecuente en hombres que en mujeres y más común en personas de mayor edad, así como en personas con un incremento de peso. Se produce por una vibración del tejido blando de la vía aérea superior. En los pacientes con SAOS el ronquito es muy fuerte y en muchos casos puede provenir de la adolescencia. A la hora de evaluar este síntoma, es muy importante entrevistar a la pareja del paciente ya que en la mayoría de los casos es el cónyuge el que observa la presencia de apneas, las cuales describe como períodos de silencio que acompañan al ronquido. Actividad motora durante el sueño. La actividad motora durante el sueño es uno de los síntomas más frecuentes asociados a la apnea del sueño y uno de los más observados por el compañero de cama Asfixia durante el sueño. Algunos pacientes con apnea durante la noche se despiertan sobresaltados debido a la falta de oxígeno que presentan. Entre las causas más importantes de la apnea del sueño caben destacar las siguientes: Disminución anormal en el diámetro de las vías aéreas superiores, debido a alteraciones estructurales a infiltraciones de grasa en las vías aéreas superiores o a ambas cosas Función anormal de las vías aéreas superiores. En este caso, se han observado pacientes que presentan ciertas anomalías en la función de la faringe, como un incremento en el colapso de la faringe, o una anormal función de los músculos dilatadores de la misma. SÍNDROME DE PICKWICK Es otro de los trastornos del sueño relacionados con la respiración. El trastorno es relativamente raro, existiendo a veces dificultades para diferenciarlo de la apnea del sueño. Los sujetos con síndrome de Pickwick son pacientes muy obesos, somnolientos, hipoventilados y con pulmones y cambios de fuerza respiratoria normales; por su parte, los pacientes con SAOS son obesos y presentan pausas respiratorias durante el sueño como resultado de un colapso en las vías aéreas superiores. Sin embargo, a pesar de sus similitudes, una diferencia importante que se establece entre ambos trastornos es que

¿Cuáles son los trastornos del sueño relacionados con la respiración? Leer más »

¿Cómo combatir el insomnio?

El estrés y el insomnio constituyen uno de los círculos viciosos más frecuentes y perjudiciales de la agitada vida moderna, ya que las tensiones alteran la capacidad de conciliar el sueño y a su vez el insomnio genera más tensión, por lo que tanto el cuerpo como la mente se enfrentan con menos defensas a los problemas cotidianos. La importancia del sueño reside en que durante éste, mientras se descansa, tiene lugar una especie de limpieza y de reestructuración mental, así como una liberación de tensiones inconscientes, provocadas por la continua represión de los impulsos y los deseos que se experimentan durante la vigilia. En consecuencia, las personas que duermen mal o poco suelen sufrir notorios fallos de memoria, irritabilidad, depresión, lentitud de reacción y un deterioro de la percepción y del sentido de la realidad. Las investigaciones sobre el sueño han puesto de manifiesto que, para que éste sea adecuadamente reparador, es necesario que sea suficiente en duración y que se realice sin interrupciones. Se ha experimentado con individuos a los que se despertaba de forma reiterada, interrumpiendo repentinamente su sueño, y éstos han presentado luego síntomas de angustia, confusión y dificultades de coordinación. CÓMO COMBATIR EL INSOMNIO Las personas que padecen de insomnio deberían procurar ciertas comodidades que les facilitaran un descanso reparador. Una de ellas consiste en elegir un lugar y una postura adecuados para dormir. Una cama dura mantiene la columna vertebral en posición correcta mientras que una cama demasiado blanda, aunque pueda dar una falsa sensación de comodidad, perjudica los músculos de la espalda y del cuello. También resulta importante la elección de la almohada, ya que algunas, demasiado gruesas, son inadecuadas para la posición de las vértebras cervicales y dificultan la respiración durante el sueño. Una infusión de tila o melisa o un vaso de leche caliente endulzado con una cucharada de miel o de melaza ayudan a conciliar el sueño. El triptófano, uno de los aminoácidos esenciales contenido en la leche, facilita la producción de serotonina por parte del organismo, una sustancia fundamental para el sueño. Por el contrario, tanto fumar como tomar café u otro tipo de estimulantes antes de dormir mantienen el estado de vigilia, por lo que es aconsejable que los insomnes eviten estas costumbres. Una de las formas más características en que se presenta el insomnio consiste en dormirse con relativa facilidad y luego despertarse al poco rato. Lo mejor, en estos casos, es levantarse y realizar alguna actividad, en vez de permanecer en la cama obsesionándose por no poder conciliar el sueño. La falta de relaciones sexuales, así como una carencia afectiva, resultan una causa frecuente de tensión nerviosa, y pueden generar un insomnio como primer síntoma de un estado depresivo. En estas circunstancias, lo más adecuado sería intentar resolver dichas carencias, o bien consultar a un especialista en los trastornos del sueño. También pueden ser nocivos algunos cambios en los hábitos previos al descanso. Por ejemplo, el simple hecho de trasnochar varias noches seguidas puede perjudicar al sueño de las personas que no están acostumbradas a hacerlo, a pesar de que se encontrarán mucho más cansadas y aparentemente tendrán más ganas de dormir. Para algunas personas, la lectura es una ayuda para reposar el espíritu y les ayuda a conciliar el sueño. Por el contrario, para otras, el esfuerzo de atención y la actividad mental contribuyen más a desvelar que a adormecer. Algunos sostienen, por otra parte, que conciliar el sueño requiere cierto esfuerzo de concentración para relajarse y desechar las preocupaciones cotidianas, mientras que otros intentan llegar a la hora de dormir con el mayor cansancio posible. En resumen, todo depende de la costumbre o de la rutina más asimilada por cada persona, si bien resulta evidente que todo periodo de cambios provoca ciertos trastornos con consecuencias en el funcionamiento del organismo. EL EJERCICIO FÍSICO Y LA DIETA El ejercicio físico es importante para producir un cansancio saludable que acreciente los deseos de dormir. Sin embargo, no conviene practicarlo en los momentos previos a acostarse, debido a que la excitación que provoca puede resultar negativa. Por otra parte, una dieta pobre en vitaminas del grupo B y en minerales como calcio, cinc, magnesio y manganeso puede provocar insomnio. Esto puede solucionarse tomando una cucharada de levadura de cerveza o un caso de leche cada día. Cabe tener en cuenta que la hipoglucemia o bajo nivel de azúcar en la sangre, que se presenta en las mujeres, también puede ser causa de la aparición o el agravamiento del insomnio. Pero paradójicamente, consumir mucho azúcar blanco puede sobreexcitar los mecanismos neutralizadores del exceso, y provocar un mayor descenso del nivel de azúcar ENFERMEDADES QUE PROVOCAN EL SUEÑO Existen ciertas dolencias que, de forma directa o indirecta, son causas de somnolencia Quizás no se puede considerar que la enfermedad del sueño sea propiamente un trastorno que modifica negativamente las funciones del sueño, ya que se produce debido a un accidente: el organismo es invadido por cierto tipo de tripanosomas. El síndrome de Pickwick es una dolencia que se caracteriza por provocar un estado de somnolencia permanente acompañado de espasmos musculares, faciales cianóticas e insuficiencia cardiaca derecha. Por lo general, se presenta en personas con tendencia a la obsesidad y con ciertas afecciones respiratorias. También se puede observar somnolencia como síntoma de la osteomielitis enfermedad producida por estafilococos u otras bacterias que se introducen en el organismo y provocan una infección local en los huesos o en la médula ósea. Muchos psiquiatras consideran como estados de sueño, ciertos estados que dependen de causas diversas, como la amnesia cerebral, la anestesia, la asfixia, la hipertemia, el coma, la narcolepsia, la insolación, la inanición, el hipnotismo, la senilidad o la ingestión de sueros neurotóxicos. Todos estos casos presentan alteraciones celulares y secreciones internas, en particular de la glándula tiroidea, que libera hipnógenos en la sangre, cuya función es desintoxicante y reparadora. Otros estados o enfermedades que suelen provocar la somnolencia son la diabetes, los neoplasmas, la sífilis, la insuficiencia hepática y

¿Cómo combatir el insomnio? Leer más »

Herramientas para la gestión del estrés

El exceso de ruidos, los impactos luminosos, la insistencia publicitaria, la sobrecarga de información o la necesidad de tomar decisiones con rapidez en la vida cotidiana, la angustia por el porvenir, los problemas sentimentales complejos, así como todos los cambios importantes que se experimentan en la rutina individual imponen exigencias sobre los recursos físicos, mentales y emocionales de cada persona. Todas estas circunstancias causan un estado de tensión en el organismo, que a su vez se manifiesta mediante diversas alteraciones, tales como la jaqueca, el insomnio, el reumatismo, el asma, las úlceras, el agotamiento, y la sensación de angustia entre otras, e incluso debilitan las defensas del individuo, que se vuelve más propenso a contraer enfermedades tanto físicas como psíquicas, así como a sufrir accidentes de diversos tipos. En algunas ocasiones es necesario encontrar maneras de liberar las tensiones internas, para lo cual la risa, el llanto o los gritos pueden servir cuando constituyen expresiones reales de esta liberación. Muchas personas desarrollan hábitos de comportamiento o desarrollan ejercicios o técnicas que tienden a aumentar las tensiones en su vida. A pesar del ritmo trepidante de la vida moderna, a algunos individuos el ritmo vital les parece muy lento y dedican su tiempo de ocio a la práctica de algún deporte de riesgo. La gente joven, aburrida y frustrada con una vida urbana y sin motivaciones, puede dedicarse al vandalismo a la delincuencia, con el propósito de dar salida a una tensión y una agresividad incontrolada. Pero para la mayoría de la gente, padecer una sobretensión conlleva numerosos sentimientos desagradables, por lo que es algo que tiende a evitarse; para lo cual se ha desarrollado una industria del ocio que proporciona supuestas abstracciones del estrés, aunque en la mayoría de los casos son más aparentes que reales. TÉCNICAS DE RELAJACIÓN Para relajarse es necesario tomar conciencia del propio cuerpo, ya que mediante su conocimiento se pueden percibir las zonas del organismo donde se manifiestan las tensiones, si bien las más habituales suelen ser la espalda, la nuca y el estómago. La toma de conciencia sobre los diferentes estados del cuerpo debe servir, para que cada individuo corrija las malas posturas y los hábitos indeseados que se adquieren como consecuencia de las tensiones. Las técnicas de relajación, que tuvieron su origen en Oriente hace varios milenios, tienen por objeto obtener una desconcentración psíquica y muscular, es decir, la búsqueda del reposo más eficaz posible. En Occidente, donde dichos conocimientos se han adoptado en una época relativamente reciente, se han desarrollado dos corrientes modernas: la técnica de relajación progresiva del estadounidense Jacobson, que hace hincapié en la relajación del físico y el entrenamiento autógeno del alemán Schultz, que prepara al individuo para aliviar las tensiones mediante el control mental. Ambas técnicas tienen en común la necesidad de movilizar la atención de la persona y parten del principio de que cualquiera que sea el origen del estrés, tanto el cuerpo como la mente, se hallan afectados y comprometidos en el estado de salud de la persona. RELAJACIÓN PROGRESIVA DE JACOBSON El método de relajación progresiva de Jacobson enseña a reconocer las sensaciones particulares que aparecen cuando los músculos se tensar, para llegar a controlar su estado y evitar un desgaste cotidiano de energías. Estudiando las relaciones entre el pensamiento y el cuerpo, Jacobson llegó a la conclusión de que al disminuir la tensión muscular se logra reducir la ansiedad, abandonar las obsesiones, vencer el insomnio y llegar a un estado de equilibrio. Mediante esta técnica se puede conseguir una relajación general de todo el cuerpo o bien una relajación parcial, distendiendo ciertos músculos mientras los demás siguen en actividad. La técnica utilizada consiste básicamente en contraer o bien en tensar los músculos para luego aflojarlos, puesto que así se recupera la posición relajada de ellos. Partiendo de una posición muy cómoda, tumbada con los brazos y las piernas extendidos y sin tocarse, se tensan y se relajan por orden las manos, los brazos, los pies, las piernas y el tronco, metiendo el vientre, arqueando la espalda y realizando profundas inspiraciones, luego se relaja el cuello dejando caer la cabeza a uno y otro lado, y se termina distendiendo los músculos de la cara. Después de unos minutos de relajación se recupera la actividad de forma progresiva, moviendo lentamente los miembros y abriendo los ojos, para recuperar sin brusquedades el contacto con el exterior. EL ENTRENAMIENTO AUTÓGENO DE SCHULTZ Consiste en obtener un estado de desconcentración global, de relajación muscular y distensión psíquica mediante la autosugestión, la concentración sobre fórmulas precisas y la observación de las propias sensaciones corporales. Para practicar esta técnica es imprescindible disponer de un mínimo de comprensión o de autonomía, por lo cual resulta inadecuada para los niños, los enfermos mentales y las personas de edad avanzada. La técnica de Schultz, como la de Jacobson, se puede practicar en posición horizontal o bien sentado en un sillón, con las piernas separadas y los brazos apoyados. De todas maneras, el lugar elegido debe ser preferentemente tranquilo, silencioso, semioscuro y con temperatura agradable. Resulta ideal practicar esta técnica dos o tres veces por día, con una duración de uno a cinco minutos cada vez. La eficacia del entrenamiento autógeno depende de la creencia real en sus fórmulas, puesto que con una actitud escéptica no se alcanzará el grado de autosugestión necesario. El método consta de seis pasos o ejercicios correlativos, que parten de una autosugestión sobre la sensación de pesadez y de calor en todo el cuerpo, el control del funcionamiento de la respiración y de los latidos del corazón, una sensación de calor en el abdomen que evoca el efecto de las comprensas calientes o el baño sobre el vientre, y finalmente una sensación de frescura en la mente como la que se consigue al aplicar agua de colonia en la frente y en la nuca. De las dos técnicas expuestas, a las personas muy racionales les suele convenir el método Jacobson, en tanto que las más intuitivas tienden a seguir

Herramientas para la gestión del estrés Leer más »

¿Qué es la narcolepsia y en qué consiste? Sus síntomas

La narcolepsia o síndrome narcoléptico es un trastorno del sueño caracterizado por una tendencia anormal del sueño. El trastorno está formado por cuatro síntomas que forman la denominada “tétrada narcoléptica”: somnolencia diurna excesiva, cataplexia, parálisis del sueño y alucinaciones de hipnagógicas. El trastorno suele comenzar en la adolescencia con la aparición de somnolencia excesiva apareciendo el resto de síntomas años después. Una vez iniciado el trastorno, se mantiene durante toda la vida. Sin embargo, a medida que se va incrementando la edad, los pacientes muestran una disminución de la eficiencia del sueño nocturno y un incremento de la somnolencia diurna. No hay diferencias entre hombres y mujeres y normalmente aparece entre la segunda y la tercera década de vida, siendo muy infrecuente que ocurra antes de los cinco años o después de los cincuenta. Síntomas más conocidos del trastorno del sueño Los cuatro síntomas más frecuentes de este trastorno del sueño son los siguientes: SOMNOLENCIA. Es el síntoma que más impacto tiene en el paciente. Consiste en periodo de sueños cortos durante el día que se presentan de forma súbita. En la mayoría de los casos estos ataques de sueño se observan en situaciones de rutina, aunque también puede ocurrir en situaciones en las que la persona está haciendo alguna actividad como caminar, conducir, hablar, etc. CATAPLEXIA. Son episodios caracterizados por una disminución o pérdida del tono muscula repentina que suele aparecer ante emociones intensas como la risa, la cólera, el llanto, etc. La pérdida del tono muscular puede ser global o parcial. La duración de los episodios es corta (máximo de dos minutos) y el sujeto no pierde la conciencia. La musculatura más frecuentemente afectada es la de la cara, mandíbula, cuello y ocasionalmente el tronco y las extremidades. PARÁLISIS DE SUEÑO. Se define como episodios transitorios en los que la persona pierde la capacidad para moverse o hablar durante la transición entre la vigilia y el sueño. Durante este tiempo, el paciente no puede mover las extremidades o abrir los ojos. La duración de estos episodios puede ir desde unos segundos a varios minutos, terminando con un movimiento vigoroso de los ojos o al ser tocado. ALUCINACIONES HIPNAGÓGICAS. Se caracterizan por percepciones vividas y aterrorizantes que se producen cuando el paciente está dormido. Pueden ser visuales, auditivas y táctiles, aunque las más frecuentes son las visuales Para explicar la causa de la narcolepsia se han formulado tres hipótesis explicativas: inmunológicas, neuroquímicas y neuropatológicas (para obtener una descripción más detallada véase Navarro, 1990) (extraído de Trastornos del sueño / Gualberto Buela-Casal, Ana Isabel Sánchez, 2002)

¿Qué es la narcolepsia y en qué consiste? Sus síntomas Leer más »