Nombre del autor:Eva María Galán Sempere

Ortorexia: La Obsesión con la Comida Saludable

En la era de la información y la preocupación por la salud, la ortorexia se ha convertido en un tema cada vez más relevante. Aunque no está oficialmente reconocida como un trastorno en muchos sistemas de diagnóstico, la ortorexia se refiere a una obsesión extrema con la comida saludable y la pureza alimentaria. Esta obsesión puede tener impactos significativos en la salud mental y física de quienes la padecen. ¿Qué es la Ortorexia? La ortorexia, un término acuñado por el médico Steve Bratman en 1997, se caracteriza por una preocupación obsesiva por la calidad y la pureza de los alimentos. Las personas con ortorexia sienten que su salud depende exclusivamente de la ingesta de alimentos que consideran «perfectos» o «puros». Este enfoque rígido y exclusivo hacia la alimentación puede llevar a una serie de problemas. Síntomas y Comportamientos Asociados Restricción Dietética Extrema: Las personas con ortorexia a menudo eliminan de su dieta una gran cantidad de alimentos que consideran no saludables, incluyendo muchas frutas y verduras si no cumplen con sus estrictos criterios. Preocupación Constante: La preocupación por la calidad de los alimentos puede ocupar la mayor parte del tiempo del individuo, afectando su vida social, laboral y personal. Sentimientos de Culpa: Comer algo que no se alinee con sus normas estrictas puede provocar una gran culpa y ansiedad. Aislamiento Social: Las personas con ortorexia pueden evitar eventos sociales o comidas fuera de casa para evitar la exposición a alimentos que consideran perjudiciales. Impacto en la Salud: La dieta restrictiva y desequilibrada puede llevar a deficiencias nutricionales, pérdida de peso excesiva, y otros problemas de salud. Causas y Factores Contribuyentes Las causas exactas de la ortorexia no están completamente claras, pero varios factores pueden contribuir a su desarrollo: Presión Social: La creciente presión social y mediática para adoptar dietas «perfectas» puede fomentar una obsesión poco saludable con la alimentación. Perfeccionismo: Las personas con tendencias perfeccionistas pueden ser más propensas a desarrollar ortorexia debido a su necesidad de controlar todos los aspectos de su vida. Experiencias Previas: Algunas personas pueden desarrollar ortorexia como una forma de controlar o compensar otras áreas de su vida. Tratamiento y Manejo El tratamiento de la ortorexia puede ser desafiante debido a la naturaleza de la obsesión. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudar a manejar y superar el trastorno: Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una opción eficaz para tratar la ortorexia, ayudando a las personas a desafiar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales relacionados con la comida. Educación Nutricional: Trabajar con un dietista o nutricionista puede ayudar a equilibrar la dieta de manera saludable y realista. Apoyo Social: La terapia de grupo o el apoyo de amigos y familiares puede ser útil para romper el aislamiento y fomentar un enfoque más equilibrado hacia la alimentación. Mindfulness y Autoaceptación: Técnicas de mindfulness y prácticas de autoaceptación pueden ayudar a las personas a desarrollar una relación más saludable con la comida y su cuerpo.  

Ortorexia: La Obsesión con la Comida Saludable Leer más »

Deja de castigarte y comienza a aprender

Aun cuando su culpa no sea sana y esté basada en la distorsión, una vez que empiece a sentirse culpable, quedará atrapado en una ilusión que hará que la culpa parezca legitima. Esas ilusiones pueden ser poderosas y convincentes. Sus razonamientos son estos: Me siento culpable y merecedor de una condena. Esto significa que he sido malo Puesto que soy malo, merezco sufrir En consecuencia, su culpa lo conviene de su maldad y le produce mas sentimientos de culpa. Esta conexión cognitiva-emocional enlaza sus pensamientos y sus sentimientos entre sí. Y termina atrapado en un sistema circular que se denomina el ciclo de la culpa. El razonamiento emocional alimenta este ciclo. Supone automáticamente que, porque se siente culpable, debe de haber hecho algo malo y merece sufrir. Se dice “me siento mal, por lo tanto, debo de ser malo”. Esta conclusión es irracional porque su auto aborrecimiento no prueba necesariamente que haya hecho algo mal. Su culpa solo refleja el hecho de que usted cree que se ha comportado mal. Podría ser así, pero a menudo no lo es. Si realmente he hecho algo inadecuado o hiriente, ¿piensa que merece sufrir? Si cree que la respuesta a esta pregunta en sí, pregúntese: ¿durante cuánto tiempo debo sufrir? ¿un día? ¿un año? ¿Durante el resto de mi vida? ¿Qué sentencia elegirá para imponerse a sí mismo? ¿Está dispuesto a dejar de sufrir y de sentirse desdichado cuando su sentencia haya expirado? Este modo de castigarse sería por lo menos responsable, porque tendría un limite de tiempo. Pero ¿qué sentido tiene abusar de sí mismo con los sentimientos de culpa? Si realmente ha cometido un error y ha actuado de un modo hiriente, su culpa no borrará su equivocación por arte de magia. Tampoco acelerará sus procesos de aprendizaje para reducir la probabilidad de comer el mismo error en el futuro. Otras personas no lo amarán ni respetarán mas porque se sienta culpable y se degrade de ese modo. Ni siquiera sus sentimientos de culpa le harán llevar una vida productiva. Entonces ¿qué sentido tiene? Muchas personas preguntan: pero ¿Cómo podría comportarme moralmente y controlar mis impulsos si no me siento culpable? El cambio y el aprendizaje se producen mucho más fácil cuando: Usted reconocido que ha habido un error Desarrolla una estrategia para solucionar el problema. Una actitud de egoísmo y relajamiento hace las cosas más fáciles mientras que la culpa siempre es un obstáculo Usted puede preguntarse ¿cómo sé que he hecho algo mal si no me siento culpable? ¿No me entregaría a un ciego ataque de egoísmo destructivo e incontrolado si no fuese por mis sentimientos de culpa? Puede reemplazar su culpa por un fundamento más sensato de conducta moral: la empatía. La empatía es la capacidad de visualizar las consecuencias buenas y malas de su conducta. Es la capacidad de conceptualizar el impacto de lo que usted se hace a sí mismo y a la otra persona y de sentir una tristeza y remordimientos adecuados y genuinos sin ponerse a sí mismo etiqueta de inherentemente malo. La empatía crea el clima emocional y mental necesario para guiar su conducta de un modo moral y auto enriquecedor sin el látigo de la culpa. Aplicando estos criterios, puede determinar si sus sentimientos contienen una sensación normal y sana de remordimiento o una sensación de culpa contraproducente y distorsionada. Hágase las siguientes preguntas: ¿consciente y voluntariamente he hecho algo malo, injusto o innecesariamente hiriente que no debería haber hecho? ¿o acaso espero de un modo irracional ser perfecto, omnisciente y todopoderoso? ¿me estoy poniendo la etiqueta de mala persona a causa de esta acción? ¿mis pensamientos contienen otras distorsiones cognitivas como magnificación, generalización excesiva, etc.? ¿estoy sintiendo un pesar o un remordimiento realistas, originados en un conocimiento empático del efecto negativo de mi acción? La intensidad y la duración de mi dolorosa respuesta emocional, ¿corresponden a lo que realmente he hecho? ¿Estoy aprendiendo de mi error y creando una estrategia para cambiar o estoy abatiéndome y rumiando e incluso castigándome de un modo destructivo? Métodos que le permitirán liberarse de los sentimientos inadecuados de culpa y elevar al máximo su autorrespeto Registro diario de pensamientos disfuncionales. Este método da muy buenos resultados en el caso de una serie de emociones indeseadas, entre ellas la culpa. Registre el hecho desencadenante de la culpa en la columna titulada SITUACION. Técnicas para eliminar los debería. El primer paso es preguntarse ¿Quién dice yo debería? ¿Dónde está escrito que yo debería? Esto tiene por objeto que usted tome conciencia de que se está criticando innecesariamente. Puesto que en definitiva es usted quien formula sus propias reglas, una vez que decide que una regla no es útil puede corregirla o liberarse de ella. Al decidir sobre la utilidad de una regla puede ayudarle la formulación de la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de aplicarme esta regla a mi mismo? ¿Cómo me ayudará a creer que siempre debería ser capaz de hacer feliz a los demás? Otra manera simple para eliminar los “debería” consiste en utilizar el contador de la pulsera. Una vez que se ha convencido de que los debería no le convienen, puede contarlos. Cada vez que emite una enunciación debería, accione el contador. Si lo hace, asegúrese de establecer un sistema de recompensas basado en el total diario. Y otra efectiva de combatir los debería es preguntar: ¿por qué debería? Aprenda a mantenerse en sus trece. Una de las grandes desventajas de ser proclive a los sentimientos de culpa es que los demás pueden usar y lo harán, ese sentimiento de culpa para manipularlo. Si se siente obligado, a complacer a todos, podrán coaccionarlo para que usted haga muchas cosas a la vez que tal vez no sean lo que mas le conviene. Su obsesión de complacer a los demás se vuelve más trágica cuando sus obsesiones llegan a estar tan dominadas por la culpa que termina sintiéndose atrapado y desdichado. La ironía es que las consecuencias de dejar que

Deja de castigarte y comienza a aprender Leer más »

Autismo en la niñez: conductas, retos y habilidades

Aunque los niños con trastornos del espectro autistas son diferentes entre sí, y pueden tener afectadas facetas muy diferentes, los aspectos mas característicos están relacionados con la tríada de discapacidades: comportamiento social, comunicación e imaginación. Discapacidad en el comportamiento y la interacción social Los problemas de comportamiento de las personas con autismo varían de graves a leves. Los problemas mas graves son comportamientos anómalos, agresivos, llegando en ocasiones a causarse daño a sí mismos. Estos comportamientos pueden persistir durante años y ser muy difíciles de cambiar. En su forma menos severa, el autismo se parece a una dificultad de aprendizaje, pero incluso las personas con un autismo más leve tienen una discapacidad importante para desarrollar su vida en comunidad debido a los déficits en las áreas de comunicación y sociabilidad Normas y rutinas. Los niños con autismo reclaman consistencia y persistencia en su ambiente. Pueden insistir en comer en los mismos platos, a una hora determinada, sentados en un lugar preciso de la mesa. Pueden seguir el mismo orden al vestirse y mantener un esquema determinado en muchas de las actividades del día. Pueden ponerse muy nerviosos y estresados o incluso violetos si, por ejemplo, un cuadro está torcido en una pared o su cepillo de dientes ha sido movido de su sitio habitual. Cualquier cambio en las rutinas generales, por ejemplo, variar la ruta al colegio, unos cubiertos diferentes, etc. puede alterarles mucho, aumentando su ansiedad y generando rabietas o bloqueos. Estereotipias. Normalmente los niños con autismo tienen un aspecto físico normal y un buen control de sus movimientos. Sin embargo, es frecuente que presenten movimientos extraños y repetitivos. Estos comportamientos denominados estereotipias o actividades auto estimulatorias, pueden aislarles de otros niños, que se extrañan, asustan o burlan. Ejemplos de ellos sería aletear con las manos, balancearse hacia atrás y adelante, hacer giros, chasquear los dedos o andar de puntillas. Pueden repetir estos movimientos durante horas y de repente quedarse quietos en una postura determinada, durante un periodo prolongado. Además de estos movimientos algunos niños con autismo desarrollan fijaciones anómalas con algunos objetos. Pueden llegar a comportamientos lesivos o peligrosos para el propio niño o disruptivos para su relación con otros niños. como un ejemplo externo, un niño puede insistir en llevar sus heces desde el bajo hasta la clase. Otro comportamiento es simplemente llamativos, graciosos o pueden poner en situaciones embarazosas a los que están a su alrededor. Cuando los niños se hacen mayores pueden pasar meses centrados en un tema de su interés, aunque no amplían su campo de actividad, no le sacan partido, no se ve una evolución en su afición. La mayoría de los niños con autismo no parecen reconocer a las otras personas como seres importantes y tienen una gran dificultad para aprender esa relación social, ese dar y tomar entre diferentes personas. La comprensión del otro es pobre o no existe y muestran poco interés en comunicarse, excepto para conseguir algo que desean. Algunos evitan el contacto visual incluso en los primeros meses de vida. Pueden rechazar la atención y los síntomas de afecto o aceptar abrazos pasivamente. Al contrario de otros niños, raramente se enfadan cuando el padre o la madre se marchan o muestran placer cuando ven que vuelve. El comportamiento del niño con autismo puede afectar emocionalmente también a los padres que ven que sus abrazos, deseos de jugar juntos, de enseñar algo son rechazados o no compartidos Los niños con autismo también tienen dificultad para interpretar lo que otros piensan o sienten. Algunos de los gestos sutiles: una sonrisa, guiño, mueca, tienen poco significado para ellos. “Ven aquí” puede significar lo mismo tanto si quien lo dice está sonriendo y extendiendo los brazos para acogerle o con el ceño fruncido y los puños en las caderas. Sin la habilidad para interpretar gestos y expresiones de la cara y las sutilezas del lenguaje corporal, el mundo social es caótico, incomprensible y parece peligroso. Según el comportamiento social, se ha clasificado a los niños con autismo en cuatro grupos. Niños aislados. No participan en la interacción social y son a menudo descritos como “viviendo en su propio mundo”. Les gusta pasar largos periodos solos y la comunicación si existe se limita a cubrir las necesidades básicas Niños pasivos. No buscan de forma activa relacionarse con otros. Sin embargo, cuando se les incluye en distintas actividades, lo aceptan e incluso muestran su agrado. Raramente piden algo a sus cuidadores. Los otros niños a veces juegan con ellos como si fueran muñecos grandes. Niños activos pero raros. Estos niños desean relacionarse con otros niños, pero no tiene las habilidades sociales para hacerlo adecuadamente, no saben como dirigirse a los niños de los que quisieran ser amigos y cometen errores que causan rechazo Niños excesivamente formales. Es una discapacidad social que aparece en los adolescentes y adultos más capacitados, siendo más característica del síndrome de Asperger. Suelen tener unas maneras estiradas y muy rígidas para relacionarse con familiares, amigos y extraños. Es el hijo que se dirige a sus padres como Sr. Y Sra. Tal. no todos los niños encajan en uno de estos grupos y los padres pueden reconocer algunas de estas características en sus hijos en diferentes épocas. Discapacidad en el lenguaje Muchos niños con autismo tienen dificultades de lenguaje, siendo una de las primeras causas de preocupación de los padres. A los tres años de edad, la mayoría de los niños con desarrollo normal han superado una serie de etapas en el camino de aprendizaje de un lenguaje. Una de las primeras es el balbuceo y los pa-pa-pa y ma-ma-ma que hacen emocionarse a los padres. A la edad de un año, el niño dice palabras, se vuelve cuando oye su nombre, cuando se le ofrece o se le pide algo que no quiere, dice rotundamente lo que para algunos parece su palabra favorita ¡no! Y señalan con el dedo cuando quieren algo. El gesto de señalar tiene dos funciones básicas: pedir y mostrar. Los niños con autismo no lo

Autismo en la niñez: conductas, retos y habilidades Leer más »

Recupera tu Autoestima Después de una Humillación

¿Se ha sentido alguna vez humillado por el comentario hecho por alguna persona sobre su físico, su forma de vestir, su estilo de vida, sus maneras, su trabajo o su forma de hablar? Estas humillaciones acaso le han hecho sentirse deprimido, avergonzado, sin valor alguno, incompetente o incapaz aun cuando estas características no le describan Tipos de humillaciones Los cuatro tipos que existen son: Verbal directa Verbal indirecta No verbal Infligida a uno mismo Humillación verbal directa. La verbal es quizá la más fácil de identificar debido a que va dirigida directamente a usted. ¿Cómo responder? Permita que la persona hable de sus sentimientos Si está enfadada la otra persona, admítalo Diga que comprende cómo se siente su interlocutor. Utilice palabras como entiendo o veo que estás disgustado Pide una aclaración si es necesario Actúe con asertividad ante la reacción de su interlocutor explicando lo que siente acerca de su comportamiento Haga una afirmación corta con objeto de dar por zanjada la situación Humillación verbal indirecta. La clave reside en determinar la verdadera intención de la otra persona Pida una aclaración Utilice afirmaciones como: No entiendo lo que quieres decir Haga preguntas como ¿Qué estás diciendo? Humillación no verbal. Resulta más difícil de proceder ante las humillaciones no verbales porque tal vez cueste comprender el mensaje no verbal. En vez de tener que proceder ante las palabras, puede ser que tenga que actuar ante una mala cara, una sonrisa maligna o un suspiro. ¿Cómo proceder? Pedir una aclaración siempre que no se comprenda una expresión no verbal Utilizar afirmaciones en primera persona (empiece con la palabra yo, exprese sus sentimientos, identifique el comportamiento y lo que desea en ese momento en adelante) Humillación infringida a uno mismo. Implican la existencia de un monólogo interno negativo. Los conflictos internos y las dudas sobre uno mismo pueden dar como resultado dicha conducta. En este caso, usted se convierte en su peor enemigo interesando dichos pensamientos negativos. Debe tener cuidado y practicar el habla interna positiva. Sea honesto, abierto y directo consigo mismo y sea asertivo en sus pensamientos, en sus sentimientos y necesidades. Cuando responda a halagos: No se apresure en devolver el mismo Piense en éste; luego, responda directa o indirectamente a través de su lenguaje corporal Sonría y establezca un buen contacto visual Las humillaciones le dejan avergonzado, le hacen sentirse poco apto y deprimido. Fomente su autoestima procediendo ante las mismas con asertividad.     (información extraída de Haga oír su voz sin gritar / Nelda Shelton y Shanon Burton, 2004)

Recupera tu Autoestima Después de una Humillación Leer más »

Rompiendo mitos sobre el TDAH en la infancia

Algunos autores se han referido al TDAH como a una discapacidad oculta, haciendo referencia a que otras discapacidades, como la sordera, ceguera, parálisis o cualquier deficiencia física se ve o es fácilmente constatable por cualquier observador externo. Sin embargo, el niño con TDAH padece unas dificultades que solo se hacen evidentes con una observación cuidadosa, experta e interesada. La inteligencia general suele ser normal, la apariencia física también, no hay signos externos o estigmas acusatorios del problema. Sin embargo, esto que en principio es una ventaja, se convierte en una dificultad para la aceptación y comprensión del problema, siendo mucho más fácil que ante otras adversidades achacar los comportamientos anómalos y los fracasos a cuestiones como falta de voluntad, desinterés, mala intención, mala educación, problemas familiares, etc. Mamá yo no estoy loco El trastorno por déficit de atención e hiperactividad TDAH es uno de los trastornos infantiles más frecuentes y explica por qué muchos niños con una inteligencia buena fracasan escolarmente y niños con una educación adecuada tienen un comportamiento problemático. Consiste en un conjunto de disfunciones del desarrollo del sistema nervioso central que hacen que el niño tenga dificultades escolares, sociales, de adaptación y del desarrollo de su personalidad. No es una enfermedad como tal, pero sí supone unas alteraciones del funcionamiento del sistema nervioso central que son más evidentes en las etapas del crecimiento del niño y del adolescente y que sino se tienen en cuenta al educar al niño pueden tener consecuencias graves en la adolescencia y vida adulta. La expresión básica del trastorno, que hace el diagnóstico, consiste en un exceso de actividad y una menor capacidad de atención y concentración que la correspondiente a la edad del niño. La repercusión funcional, es decir, que haya un impacto negativo en el funcionamiento del niño, define el trastorno, En general, si un niño presenta varios problemas psiquiátricos, se debe diagnosticar el más importante y aludir a los otros como síntomas asociados y no pensar y diagnosticar que el niño tiene varios trastornos Hace las cosas mal porque es un vago Es cierto que en situaciones altamente motivantes los niños hiperactivos se pueden concentrar, al menos durante mas tiempo que en actividades que no les apetece nada. Esto no le ocurre solo a ello, sino a todas las personas. Lo que es propio de ellos es que, sin motivación, sin el suficiente nivel de alerta, son incapaces de rendir. Al no atender de forma continuada no se enteran de lo que hacen, y retiran el esfuerzo. O la retiran por adelantado ante la anticipación del fracaso. Pregúntese lo que haría en una situación en que la resolución de una tarea le resulta compleja y poco estimulante y piense que para el niño hiperactivo muchas de las tareas escolares son complejas y poco estimulantes. Antes de juzgar si es vago o no, pregúntese también qué hace el niño en otras situaciones de la vida en las que no tiene dificultad. ¿es un niño abúlico que quiere estar siempre tirado en el sofá, al que le da pereza coger la bici, hacer una excursión, etc.? ¿le motiva o no que le feliciten a sacar una buena nota? Quizá no es el esfuerzo, sino el esfuerzo estéril, sin resultados, el que le hace rechazar el estudio. Pregúntese qué tareas se le dan bien y procure que tenga la posibilidad de realizarlas con frecuencia. Hay que evitar caer en el circulo vicioso de mal rendimiento-clases particulares continuas-deberes toda la tarde mal rendimiento-rechazo al aprendizaje escolar. Intente que varias veces a la semana tenga actividades en las que le resulte fácil lograr buenos resultados, en las que se ponga en práctica su capacidad de esfuerzo, en las que se sienta reconfortado por verse capaz. Esto alimenta su autoestima y generará un estado de animo favorable. No caiga en el error de castigar sin actividades extraescolares que pueden ser la única fuente de sentimientos de competencia y logros, los malos resultados escolares. Se puede llegar a la situación en que el niño vea su vida reducida a aquella parcela para la que está más limitado. No va a aprender a concentrarse si se concentra con una pastilla La atención y la concentración precisan de un habito y un entrenamiento, como cualquier otra capacidad mental, como la memoria o el calculo mental. Sin embargo, si el potencial innato para la atención es inferior al resto de capacidades puede ser un obstáculo para el desarrollo general. Si el niño no se concentra lo suficiente, difícilmente va a poder practicar la lectura, las matemáticas y resto de capacidades que también precisan de un entrenamiento y práctica constantes para su aprendizaje. La medicación permite que la intención deje de ser un problema para el aprendizaje general, y permite preservar en la tarea escolar de manera que se puedan ir entrenando todas las habilidades, incluida la propia concentración. La medicación no impide, sino que facilita el entrenamiento en atención. Permite que el niño se mantenga suficiente tiempo en la tarea como para afrontar las dificultades, buscar soluciones, preservar y llegar a conseguir completar adecuadamente los ejercicios que se le presenten. Si duerme bien, no puede tener TDAH Los problemas de sueño no tienen nada que ver con el TDAH. Sin embargo, es frecuente que los niños con TDAH necesiten dormir menos horas que la mayoría de los niños, estando a pesar de ello descansados por el día. Algunos se acuestan siempre muy tarde, porque no tienen sueño antes y otros se levantan muy temprano sistemáticamente. Solo unos pocos tienen problemas de insomnio importantes y los padres recuerdan con horror los primeros años en que su hijo apenas durmió. Sin embargo, la mayoría duermen bien Se va a acostumbrar a la medicación La medicación especifica para el TDAH no provoca tolerancia. Tolerancia es un término técnico que significa que la medicación pierde efecto con el tiempo, que para conseguir el mismo efecto de una medicación hay que aumentar las dosis cada cierto tiempo. Los psicoestimulantes no tienen este efecto.

Rompiendo mitos sobre el TDAH en la infancia Leer más »

TREVA: Un Camino hacia el Autoconocimiento y la Relajación en la Escuela

El programa TREVA (Técnicas de Relajación Vivencial Aplicadas al Aula) fue creado a finales del siglo pasado por Luis López-González quien dada su formación e inquietud por la corporalidad, la espiritualidad, la meditación y el arte, estudió y practicó numerosos métodos y técnicas. Su trabajo de campo e investigación teórica se inició en 1985, dentro del ámbito científico de la relajación, que incluía tanto la meditación como el yoga y en el que todavía apenas se hacía referencia a mindfulness. El precursor de TREVA, entonces profesor de Educación física y de Música se propuso extender al resto de la comunidad educativa los beneficios que las técnicas de relajación y meditación aportaban al alumnado. Ante la inexistencia de algún programa científico de relajación y meditación en el ámbito pedagógico este profesor decidió diseñar uno que sería validado científicamente mediante una tesis doctoral en 2010. TREVA es un programa que colabora con el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona y cuya finalidad es llevar a las aulas la relajación, la meditación y mindfulness (REMIND) con rigor y sencillez. Si bien TREVA surgió por necesidad de un recurso psicopedagógico durante la época del malestar docente y de la irrupción de la mente zapping, el programa fue convirtiéndose poco a poco en uno de los elementos más importantes de la innovación psicopedagógica española integrando los avances neurocientíficos. En la actualidad es un referente en la docencia y la investigación de mindfulness en el ámbito educativo español. TREVA reivindica el lugar específico que REMIND debe ocupar en el currículo educativo. Para ello, TREVA cuenta con un despliegue de objetivos, contenidos y competencias desde el parvulario hasta el bachillerato. Límites y fronteras del programa Dos de los aspectos a veces olvidados en el abordaje de mindfulness en el ámbito educativo son el legal y el ético. Por eso, el programa TREVA definió desde sus comienzos cuatro límites de los cuales pretendió desmarcarse por responsabilidad y claridad: No se trata de nada que implique estados hipnóticos ni pre hipnóticos, a pesar de que en múltiples ocasiones requiera cerrar los ojos y cierta inducción a la sugestión en algunos ejercicios, por ejemplo la visualización, pero la hipnosis es otra cosa El programa trasciende la mera relajación muscular, propia del deporte o del streching (estiramientos) Si bien TREVA bebió personalmente por parte de su precursor de fuentes espirituales y hoy día se va aceptando este constructo lentamente en la escuela este programa es totalmente laico y se desmarca de todo proselitismo e identificación con alguna tradición concreta. El programa TREVA se ofrece, en clave espiritual y/o confesional, sea cual sea el credo de la escuela Aunque en si mismo mindfulness sea terapéutico, la labor docente en la escuela no es ésa y puesto que son los profesores quienes lo trasmiten al alumnado, se estimó oportuno dejar claro que no se hace terapia cuando se aplica TREVA. Objetivos del programa Los objetivos generales del programa son cuatro: Mejorar el rendimiento académico Mejorar la salud Educar la interioridad Mejorar la convivencia Estos se despliegan en una serie de objetivos específicos: Mejorar la competencia en relajación, meditación y mindfulness Mejorar la atención y la concentración Desarrollar las inteligencias emocional y espiritual Facilitar la tarea docente Mejorar el clima del aula y del centro Integrar la experiencia del alumno en el aprendizaje Disminuir el estrés escolar de profesores y alumnos Profundizar en el autoconocimiento y la relación con uno mismo Destinatarios del programa TREVA El programa TREVA tuvo desde el principio una clara intención de ser implantado en toda la comunidad educativa, es decir: profesorado, alumnado, especialista, familias, y resto de personal. Es el primer programa a nivel mundial que se planteó llevar la relajación-mindfulness a las aulas de la mano de los docentes en sus clases y no por parte de expertos cualificados ajenos a la comunidad educativa, lo cual constituye uno de sus sellos característicos y por el que se le suele diferenciar. Características especificas del programa TREVA TREVA es un programa humanista, laico, flexible-adaptativo, creativo, interdisciplinar y transversal que integra cualquier tipo de ideario y creencias. Se trata de un proyecto abierto, por lo que se adapta a cada realidad educativa; incluso permite que el centro ponga nombre al programa, por lo que no se trata de repetir una serie de ejercicios una cantidad determinada de veces y de la misma manera. Ello conlleva la necesidad de integrar una metodología cuantitiva-cualitativa con variedad de instrumentos, pero que no se resume a un pre-post. Por eso TREVA se basa en la investigación-acción como metodología de base Por otro lado, cabe destacar que este programa enfoca la intervención en diferentes niveles de actuación y no solo en el curricular. Si bien los docentes diseñan su propia lesson study como eje básico de su docencia de REMIND, a partir de la formación recibida y con la ayuda de los materiales específicos de TREVA, el programa persigue una transformación metodológica; llegar a las actividades extraescolares, establecer una serie de rutinas diarias, realizar cambios logísticos y pedir la implicación de sus familias.     (Información extraída de Bienestar emocional y mindfulness en la educación / Javier García-Campayo, Marcelo Demarzo, Marta Modrego Alarcón, coords., 2017)  

TREVA: Un Camino hacia el Autoconocimiento y la Relajación en la Escuela Leer más »

Vivir el Presente: Supera la Ansiedad y la Depresión

Si en algo se caracteriza el pensamiento de estas personas es por una pertinaz, insistente y rutinaria insistencia en NO OLVIDAR determinadas sensaciones, pensamientos, actos, sucesos, que por una u otra razón constituyen precisamente el amplio abanico de causas a las cuales ellos atribuyen su problema. Esa insistencia en no olvidar no es meditada y consciente, es simplemente automática. Lo que supone que se ejecuta de modo poco consciente, dedicando amplísimos periodos de tiempo a recrearse en imágenes y recuerdos, o bien reproduciendo sensaciones, para comprobar una y otra vez que su mal persiste y está ahí y ellos no pueden seguir en ese estado. El olvido es necesario para la mente. Quien no olvida no puede atender a los aspectos nuevos de la realidad, que le ayuden a valorar los acontecimientos de otro modo. A veces el olvido es muy difícil, como por ejemplo en una situación de olvido. Sin embargo, por mucho que se quiera a una persona que se pierde, llega un momento en el cual es necesario tener algunos momentos en el que el ser humano olvide que no está. Ello no supone en absoluto que sea necesario borra real recuerdo. Sí parece preciso, sin embargo,  a través del tiempo acostumbrarse a vivir de forma que cada sensación, acto o pensamiento no haga referencia  a la persona que no está. Siendo fácil, es necesario diseñar otro modo de vida que implique volver a hacer cosas agradables, sin llenarse de culpa por ello. La evitación Otra característica esquemática del comportamiento de las personas ansiosas y/o depresivas, es la tendencia a la evitación. En los ansiosos, evitación significa no afrontar las situaciones que generan ansiedad y como consecuencia no permanecer en ellas. Si es un fóbico, evitará cualquier objeto o situación que motive su sintomatología. Si es un obsesivo, evitará cualquier acto que previamente no lleve implícito el ritual o la compulsión. Si es una ansiedad generalizada, evitará la distracción. Si es un hipocondriaco, evitará despreocuparse de su dolencia, etc. y todos ellos evitarán afrontar anticipadamente con el pensamiento estas situaciones. En realidad actuarán contrariamente. En los depresivos se evitará evitación a cualquier estimulo agradable, grande o pequeño, para no avergonzarse por “sentirse bien” siquiera un momento. Esta evitación que se manifiesta no solo en los actos, se presenta cognitivamente aludiendo imágenes e idea, así como sensaciones que el sujeto prevé que le causará malestar. La preocupación La tercera característica notable y destacada es desde luego la Preocupación. Si la energía psíquica es algo limitado que podemos usar para atraer aspectos positivos de la vida, las personas ansiosas y depresivas la utilizan únicamente para preocuparse en exclusiva por los aspectos más angustiosos, negativos y tristes de sus propias respuesta, de las de los demás y de las de la sociedad en general. La desorganización Producida acaso por su desinterés por todo lo que no sea sufrimiento y su pena permanente y circular. Desorganización que se observa en su propio pensamiento y que se da también en los otros dos sistemas de respuestas. Estilo perceptivo no centrado en el presente La última característica que define a estas personas es un estilo perceptivo centrado en el pasado y en el futuro que, por supuesto, elude sistemáticamente el presente. Los acontecimientos de pasado y futuro dan toda la interpretación vital a su existencia, lo que hace difícil que valoren cualquier valoración o cambio positivo de su presente, de forma que les sea útil y valioso. Pensamientos des adaptativos En las personas con ansiedad sucede que no solo utilizan en exceso el pensamiento circular, sino que se suma a este hecho la realidad de que muchos de sus pensamientos, partiendo de premisas ciertas, terminan en conclusiones erróneas. Una  vez detectados nuestros pensamientos erróneos más comunes, según las técnicas de evaluación expuestas es preciso valorar si en el pensamiento personal e individual de tipo circular en el que nos vemos reflejados se encuentra alguna distorsión cognitiva. Si ello sucede, además de utilizar el esquema circular anti-ansiedad debemos eliminar los pensamientos erróneos flexibilizando más nuestras creencias y expectativas, con razonamientos más lógicos ¿qué evidencia tengo de que mis creencias sobre mí mismo, el mundo y los demás son ciertas? ¿Hasta qué punto esas creencias están condicionando mi forma de estar en el mundo? Cómo cazar los pensamientos erróneos Si hubiera una sola regla a dar en este caso, sería algo así como domina tu tendencia a la exageración. Leonor I. Lega y Ellas nos hablan del no puedo “soportantitis”, como una de las expresiones más graficas y afortunadas al respecto para “darnos cuenta” de que dedicamos mucha más energía psíquica a elaborar nuestras quejas que a descubrir cómo soportarlas y enfrentarlas. En ese sentido funciona el “¿Y qué?” Hay que enseñar a nuestros hijos que el aburrimiento, la tristeza, el cansancio, el abatimiento, el desanimo son emociones normales que los humanos debemos aprender a reevaluar de otros modos mas flexibles y menos polarizados. Lo no adaptativo es EXAGERARLAS. El maniqueísmo o tendencia a evaluar todo como bueno o malo nos perjudica mucho y supone que deseemos un Mundo armónico, equilibrado, justo, perfecto y bueno de forma permanente. Las personas e incluso el mundo inmaterial de las cosas, parece que debemos aspirar porque por algo nos educan para ello, a esa siempre inalcanzable perfección y si no lo logramos es catastrófico. La táctica más útil al respecto pudiera ser reducir la tendencia  a la exageración de todo lo malo que nos ocurre en la vida y tratar de iniciarnos en el aprendizaje lento, difícil y tortuoso, pero sumamente eficaz de valorar los aspectos pequeños, positivos y agradables de uno mismo, del mundo y de los demás. Se trata en concreto de iniciarse en un aprendizaje hacia una mayor flexibilidad y tolerancia que nos permita, de la misma manera que proponíamos para los síntomas, OLVIDAR lo malo y penoso que nosotros mismos, el mundo o los demás nos presenten en la vida: RESISTIR lo inevitable procurando no huir y luego volver a olvidar y NO

Vivir el Presente: Supera la Ansiedad y la Depresión Leer más »

Miedo, ansiedad y crecimiento personal: ¿cómo se conectan?

Del mismo modo que se conocen algunos de los estímulos más temidos por algunas especies, el ser humano se caracteriza por sentir más frecuentemente miedo “en”, “y” a situaciones concretas muy diversas variadas y amplias. Según Alfonso Chinchilla Moreno, en su libro “Trastornos por ansiedad” cuando habla de los diferentes miedos humanos, de los cuales realiza una excelente revisión, nos encontramos con: Miedos sociales: represión social, cultural, educativa, política, religiosa, etc. Miedos familiares: problemas de los padres Miedos personales: conflicto, fobias, etc. Miedos biológicos: alteraciones del S.N.C. y otras Miedos colectivos: guerras, catástrofes, etc. Miedos por carencias: dinero, afecto, etc. Miedos por insuficiencia: cultural, salud, etc. Miedos por conflictos: inseguridad, dudas, etc. También diferencia este autor los miedos en función del momento evolutivo Miedo a la enfermedad y muerte Engloba múltiples facetas de la aversión y el dolor, y se relaciona con el miedo a objetos cuyo significado tenga alguna relación con la posibilidad de que suceda alguno de esos dos acontecimientos. Así, si un alimento ha provocado gran malestar, será evitado de la misma forma que se evitarán los contagios o cualquier posibilidad de recibir daño. Engloba pues esta categoría multitud de miedos diversos relacionados con estos dos aspectos de la realidad Miedo a los animales Nos recuerda este miedo lo evolutivo. Está muy ejemplificado en los mitos y leyendas repletas de historias fantásticas de animales irreales y misteriosos, que matizan muy bien este tipo de miedo, muy relacionado con lo no conocido, como la muerte, lo fantástico y lo tenebroso y lo exagerado y desproporcionado Miedo a los demás Engloba este apartado aquel miedo acaso más intrínsecamente relacionado con lo remoto, primitivo y ancestral, pues remite al sentido gregario y grupal del ser humano que, del mismo modo que la manada animal, tiende a someterse al líder, aunque cuando reúne arrestos, lo que sucede con frecuencia, se opone a él. Desde Darwin se conoce con gran exactitud la importancia de la selección natural en las especies, que defiende cómo sobreviven los más fuertes o astutos. No sería justo equiparar el hombre al animal, ni en estos ni en otros comportamientos. A pesar de todo, el hombre posee valores y coraje suficientes para imponerse a los dictados más misteriosos y profundos de la especie o al menos algunos hombres suficientemente educados ética y moralmente. De cualquier modo, lo evidente es cómo los humanos somos influidos ENORMEMENTE por el comportamiento del otro, de los otros, más cuanto más diferencias de jerarquía, poder, saber u otras capacidades que se perciban como mas que, posean aquellos. En relación con el miedo, los problemas que a lo largo del desarrollo del ser humano le generan los demás, son innumerables. Están relacionados con actuaciones sociales, que con frecuencia implican no solo un dominio-sumisión de uno o otros por otro u otros y que provocan sensaciones, sentimientos, actitudes y estilos de comportamientos inadaptativos claramente patológicos, también faltas de apoyo y refuerzo consistente con las actuaciones, que generan incompetencia y desanimo, seguridad y …miedo. Desde las primeras interacciones del niño con su madre puede percibir que un gesto suyo mínimo tiene una respuesta: una sonrisa supone recibir otra, lo que según Seligman va a provocar con la repetición una mayor sensación de controlar el mundo que percibe. Si esto no sucediera, el infante percibirá que su gesto no provoca ninguna consecuencia y sentiría inseguridad y temor Si además al sonreír o realizar cualquier otra petición recibe un castigo, entonces el miedo será mucho más intenso y mas patológico. A lo largo del desarrollo, las situaciones por las que los seres humanos interaccionamos positiva, negativa o neutramente con los demás, van a posibilitar que seamos conscientes de nuestra eficacia en influir en nuestro entorno, contexto o situación, desde lo micro hasta lo macro ambiental, desde lo más concreto como puede ser el sonajero del infante hasta lo más abstracto como puede ser el elaborar un diseño para construir una complicada nave espacial. Ese yo que consideramos tan nuestro, como si hubiera surgido por generación espontanea, en realidad ha ido elaborándose a partir de las experiencias de manipulación del mundo, a través de la asimilación y acomodación, tal y como nos recuerda Piaget el gran maestro de la psicología evolutiva. En relación con el miedo, la timidez, fobias sociales, vergüenza, ridículo, ansiedad social en general, tienen su más probable causa en la dinámica histórica de las relaciones que cada uno de nosotros ha mantenido con los demás, acumulando éxitos o fracaso de una forma habitual y consistente. Con el matiz de que el éxito fácil y sin esfuerzo puede llevar también al miedo y al fracaso ante la menor dificultad y por el contrario, el fracaso total ha llevado de forma excepcional a algunos sujetos altamente resistentes y por ello afortunados, a tener grandes éxitos posteriores. Lo que variará será la intensidad y cualidad, así como la frecuencia con la que lo percibimos y otorgamos. En funcione de estas tres variables podrían explicarse muchas de nuestras emociones y sensaciones.   (Información extraída de Un método científico para afrontar el miedo y la tristeza / Amado Ramírez Villafañez, 1995)

Miedo, ansiedad y crecimiento personal: ¿cómo se conectan? Leer más »

Hombres y andropausia: Lo que necesitas saber sobre el cambio hormonal

El término andropausia hace referencia al proceso por el que las capacidades sexuales del hombre van declinando con la edad, a la par de otras funciones orgánicas. Así como en la mujer se produce un proceso de envejecimiento reproductivo, el hombre va perdiendo potencia sexual aunque sin ciclos tan marcados ni pérdidas tan abruptas. De hecho, el término andropausia no sería correcto ya que dibuja una engañosa analogía con el término menopausia que no es tal en el hombre. Algunos autores proponen el uso del término climaterio masculino aunque este tampoco sería del todo correcto puesto que no se produce un cambio abrupto y puntual, sino más bien progresivo. Así pues, aceptamos el término andropausia, aunque con matices, para referirnos a las alteraciones que comienzan a afectar al varón desde los 50 años de edad y que están relacionados con la aparición de un cierto hipogonadismo. Éste se caracteriza por una disminución natural y progresiva de la función testicular, con descenso progresivo en el nivel de andrógenos. La actividad de estas hormonas repercute en muchos procesos del organismo, por lo que al igual que en la mujer, existe una gran variedad de síntomas que son percibidos y vivido de manera muy diferente entre los individuos. Entre los síntomas que podemos observar más frecuentes destacan: Disminución de la calidad seminal y la capacidad de fecundar Pérdida de volumen y proyección de la eyaculación Disminución de la erección debido a una pérdida más rápida de la vaso congestión genital. Hay mayor necesidad de estímulos físicos y la excitación requiere más tiempo. El orgasmo sufre modificaciones, volviéndose menos intenso y de menor duración Ginecomastia (agradamiento de las mamas) Disminución de la masa muscular y aumento de la acumulación de grasas Fatiga Depresión Disminución de la libido y Alteraciones más o menos graves de las capacidades cognitivas   (Información extraída de Hormonas, estado de ánimo y función cognitiva / Sonia Martínez Sanchis (coordinadora); Mercedes Almela Zamorano… [et al.], 2007)

Hombres y andropausia: Lo que necesitas saber sobre el cambio hormonal Leer más »

Control de Conductas Desafiantes en Niños con TDAH

El tratamiento conductual se fundamenta en que las conductas se producen, mantienen o desaparecen en función de las consecuencias ambientales. Si un comportamiento determinado va seguido de una recompensa aparecerá con mas frecuencia. Por el contrario, si ese comportamiento no tiene ninguna recompensa, se ignora de forma sistemática o va seguido de un castigo o una pérdida de beneficios tiende a reducirse y desaparecer. Los programas de modificación de conducta siguen una pauta que se resumen en los siguientes puntos: Identificación de las conductas problema Análisis de las relaciones entre estas conductas y los acontecimientos externos y los estados internos Manejo de las consecuencias ambientales Se ha observado que cuando aparecen conductas alteradas o comportamientos perturbadores en niños hiperactivos, los adultos prestan demasiada atención a estas conductas, hacen valoraciones negativas sobre la forma de ser del niño y lo molesto de su comportamiento y lanzan amenazas en forma de castigos que en muchas ocasiones quedan sin cumplir. Por el contrario, son menos frecuentes las valoraciones positivas, como alabanzas, elogios, muestras de satisfacción por parte de los padres y la familia en relación con las habilidades y conductas adecuadas. Esta actitud resulta comprensible pero no ayuda al niño a cambiar su comportamiento y en cambio carga negativamente las relaciones familiares. Las técnicas de modificación de conductas permiten intervenir de una forma mas eficaz para lograr el control y la modificación de los comportamientos inadecuados y el refuerzo de las conductas adaptadas y positivas de los niños con TDAH. Los conceptos de premio y castigo son ampliamente admitidos como estrategias educativas, pero con frecuencia desconocemos que precisan de ciertas condiciones para resultar eficaces. La primera tiene que ver con la identificación de las conductas que queremos eliminar o desarrollar y su asociación con consecuencias coherentes, consistentes y proporcionadas. No aplicar de forma aleatoria premios o castigos, sino que cada comportamiento del niño quede asociado siempre a la misma consecuencia ambiental y que ésta sea específica para esa conducta. La segunda es saber que los procedimientos de castigo nunca favorecen el establecimiento de hábitos deseables. El castigo será eficaz únicamente para eliminar aquellos comportamientos a los cuales queda asociado de manera inmediata y consistente. Es fundamental no utilizar el castigo físico como forma de corrección de conductas negativas. El castigo físico merma la autoestima del niño, que en el caso de niños con TDAH suele estar ya afectada por el bajo rendimiento escolar y por sentir que no cumplen con las expectativas de los padres. Además, despierta intensos sentimientos de rabia en el niño que le conducen a actitudes desafiantes y deteriora su confianza en los padres y en su capacidad para controlar las situaciones. Es siempre preferible aplicar la fuerza de la razón que la razón de la fuerza. Técnicas para disminuir o eliminar las conductas alteradas Retirada de atención. Consiste en no prestar atención a la conducta alterada, dirigir la mirada hacia otro lado sin hacer ningún tipo de comentario tanto positivo como negativo acerca de lo ocurrido. Esta técnica puede utilizarse en aquellos comportamientos no deseables del niño y que suelen ser objeto de atención continuada por parte de los adultos como, por ejemplo, llantos y rabietas, utilización de palabras malsonantes, bromas inoportunas o gestos inadecuados a la situación. Tiempo fuera. Es muy eficaz cuando el niño se porta mal buscando la atención de las personas que están con él. Consiste en la retirada del niño a un lugar cercano pero apartado de estímulos gratificantes como personas o juguetes durante un tiempo breve que dependerá de la edad del niño y de la conducta que se pretende corregir Coste de respuesta. Se trata de retirar algún reforzador tras emitir una conducta desajustada Sobrecorreccion. Se aplica cuando el comportamiento inadecuado ha tenido consecuencias negativas para terceros o entraña una gravedad significativa. El niño tiene que reparar los efectos que ha originado su conducta y además realizar una acción compensatoria. Técnicas para el aumento de las conductas adaptadas Refuerzo positivo. Es todo objeto o experiencia que cuando se produce tras una conducta hace que aumente la probabilidad de que esa conducta se repita en el futuro. Son premios a las conductas positivas en forma de objetos materiales o refuerzos sociales. Reconocimiento social. Las alabanzas como premio han demostrado ser muy eficaces en mejorar el rendimiento y el comportamiento de los niños hiperactivos. Pese a su aparente desinterés, los niños con TDAH están ansiosos por lograr la aprobación de quienes les rodean y en especial de aquellos adultos a los que sienten realmente interesados en su bienestar. La imposibilidad de conseguir esa aprobación es la mayor fuente de frustración en esos niños y el convencimiento de que esta incapacidad es algo intrínseco en ellos y no una dificultad extreman, constituye uno de los mayores riesgos para el desarrollo de trastornos de conducta y/o del estado de ánimo. Atención a los adultos. Es uno de los principales reforzadores para los niños, por lo que resulta muy útil el procedimiento de la atención selectiva. Ignorarle cuando se porta mal y atenderle, escucharle, jugar con él cuando se porta bien es uno de los principios básicos para cambiar su comportamiento. Un tipo de refuerzo positivo muy utilizado es el llamado “economía de fichas o puntos” que consiste en otorgar al niño un punto cada vez que los adultos consideren que ha cumplido con el objetivo planteado. Los puntos pueden anotarse en algún tipo de registro o entregarse en forma de fichas que pueden ser de cualquier material, forma o color. El primer paso es lograr la colaboración del niño, de manera que no vea esta tarea como una imposición de los adultos, sino que perciba que el objetivo último es que él consiga el control de su propia conducta, a la vez que logra un repertorio de comportamientos adecuado a su edad y capacidades. Para ello es importante que adquiera protagonismo participando activamente en las sucesivas decisiones que hay que tomar en el diseño del sistema de economía de puntos. La primera de estas decisiones

Control de Conductas Desafiantes en Niños con TDAH Leer más »