La Enfermedad de Huntington es una enfermedad neurodegenerativa de herencia dominante, causada por una expansión de tripletes CAG en el gen IT 15 del cromosoma 4. Clínicamente se manifiesta como un trastorno motor, deterioro cognitivo y alteraciones psiquiátricas comporta mentales que aparecen en edades medias de la vida.
Perfil clínico
El cuadro clínico se caracteriza por la triada de: trastorno motor, deterioro cognitivo y alteraciones del comportamiento. Con mayor frecuencia los síntomas aparecen gradualmente en el adulto joven, entre la tercera y cuarta década y progresan durante 10 a 25 años. Sin embargo, una cuarta parte de los casos son de inicio juvenil (antes de los 20 años) o de inicio senil (después de los 50 años).
Trastorno motor
La corea es la alteración predominante. Se define como un síndrome hipercinético caracterizado por movimientos involuntarios amplios, irregulares, generalizados y bruscos, que el sujeto intenta integrar en el conjunto de movimientos voluntarios. Son también frecuentes y precoces las alteraciones de la motilidad ocular. Con la evolución de la enfermedad aparece distonia, rigidez, bradicinesia y alteraciones de la marcha.
Los sujetos que inician los síntomas en edad infantil y juvenil suelen desarrollar una variante rigidoacinética que se conoce como forma de Westphal.
Trastorno cognitivo
El deterioro cognitivo puede comenzar en paralelo con los síntomas motores o precederlos en el tiempo. Las alteraciones cognitivas suelen ser leves en estadios tempranos y solo en fases avanzadas producen discapacidad funcional suficiente como para caracterizar un síndrome demencial.
La demencia se caracteriza por un perfil subcortical en el que destacan una disfunción precoz y las alteraciones visuospaciales. Se observan además bradifrenia, defectos de atención, planificación y secuenciación, perseveración y déficit mnésicos (el deterioro de memoria se caracteriza por déficit en las estrategias de recuperación de la información previamente codificada y por relativa preservación del aprendizaje incidental). En general, están más afectadas las funciones manipulativas que las verbales. El lenguaje suele estar conservado, excepto por dificultades de articulación.
Alteraciones del comportamiento
Las alteraciones del comportamiento aparecen y evolucionan sin relación directa con el deterioro cognitivo. En una tercera parte de los casos, los síntomas psiquiátricos son la primera manifestación de la enfermedad. Retraimiento, apatía y tendencia al mutismo pueden ser los primeros síntomas de La Enfermedad de Huntington. También pueden desarrollarse una gran variedad de síndromes psiquiátricos incluyendo cuadros depresivos e inhibitorios graves, alteraciones emocionales bipolares, síndromes esquizofrenia-like con alucinaciones y delirio, alteraciones de personalidad y gran variedad de cambios menores. La severidad de la apatía es el rasgo comportamental que mejor se correlaciona con la evolución de la enfermedad. Es importante recordar las altas tasas de suicido en los pacientes con La Enfermedad de Huntington.
Otro signo general muy frecuente es la pérdida de peso, a pesar de una ingesta apropiada
Neuropatología y neuroquímica
El hallazgo característico es la atrofia progresiva y bilateral del estriado. En las fases iniciales de la enfermedad se afectan las zonas dorso mediales del estriado, progresando posteriormente la lesión hacia zonas ventrales y laterales.
Microscópicamente se produce una pérdida selectiva y precoz de pequeñas interneuronas espinosas gabaérgicas y astrocitosis. La afectación del estriado se clasifica en cinco grados de intensidad creciente, de acuerdo con los criterios de Vonsattel y cols (1985).
Debido a la pérdida de neuronas gabaérgicas, se observa en el estriado una disminución importante del ácido gammaaminobutírico (GABA) y de la actividad de la enzima descarboxilada del ácido glutámico (GAD), responsable inmediato de su síntesis. Las neuronas gabaérgicas estriatales pueden diferenciarse según los neurolépticos que contienen y sus regiones de proyección. En la Enfermedad de Huntington se observa una pérdida selectiva de las neuronas productoras de encefalina.
En la corteza cerebral se observa moderada atrofia de lóbulos frontales y temporales con grados variables en estrechamiento cortical, pérdida neuronal, distorsión de la arquitectura y gliosis reactiva.
La intensidad de los cambios histológicos parece relacionarse directamente con la gravedad del efecto molecular. En los pacientes con inicio juvenil los cambios histológicos son más graves y se extienden a tálamo, cerebelo e incluso a los tractos corticospinales.
(Información extraída de Guías en demencias: conceptos, criterios y recomendaciones para el estudio del paciente con demencia. Revisión 2002 / Grupo de estudio de Neurología de la conducta y la demencia; coordinadores Jordi Peña-Casanova y Alfredo Robles Bayón, 2002)