El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por una reducción de la capacidad de dormir como consecuencia de factores psicológicos, biológicos y/o ambientales.
Según el momento de la noche en que aparece el problema puede ser de tres tipos:
- De inicio, cuando existe dificultar para iniciar el sueño, con una latencia de sueño superior a 30 minutos
- De mantenimiento, caracterizado por despertares que se producen a mitad de la noche, con una duración superior a 30 minutos y
- De última hora, que implica un despertar precoz por la mañana con menos de 6,5 horas de sueño.
Además, para tener una relevancia clínica, los síntomas deben presentarse tres o más veces por semana durante más de un mes. El insomnio es más frecuente en mujeres y ancianos, así como en personas que presentan problemas psicológicos como depresión y ansiedad.
Tipos de insomnio
El insomnio primario incluye tres subtipos: a) psicofisiológico ; b/ ideopático y c/por percepción inadecuada del estado de sueño
Insomnio psicofisiológico. Está caracterizado por un nivel elevado de activación psicofisiológica asociado al inicio del sueño. En la mayoría de los casos, se ha observado que puede estar relacionado con factores ambientales tales como el dormitorio, la cama o determinadas conductas previas al dormir, de tal manera que el paciente duerme mejor cuando no está rodeado de estos factores. Existe una serie de factores que pueden ayudar a establecer el diagnóstico de este tipo de insomnio. Algunos de los más importantes son:
- Paciente mejora una excesiva preocupación por el insomnio
- Cada noche realiza grandes esfuerzos para tratar de conciliar el sueño. Se ha observado que la persona puede dormirse sin problemas cuando no realiza este esfuerzo.
- El sueño mejora cuando el paciente duerme en ambientes diferentes al sueño
- Aunque el insomnio comienza durante un periodo de estrés, se mantiene un largo periodo de tiempo aunque el episodio de estrés haya finalizado
Insomnio ideopático. Este tipo de insomnio originado en la infancia se define como una incapacidad para mantener un sueño adecuado
Insomnio por percepción inadecuado del estado de sueño. Suele denominarse también insomnio subjetivo o experiencial. Se caracteriza por quejas sobre la deficiencia del sueño que no se ven corroboradas en el polisomnograma.
Una segunda clasificación utilizada es la que distingue entre insomnio transitorio o insomnio persistente. El transitorio está provocado por diferentes factores, entre los que cabe destacar: alteraciones ambientales, cambios de horarios por viajes, alguna enfermedad pasajera, ansiedad, etc. Este tipo de insomnio se caracteriza por una dificultad para empezar a dormir, una dificultad para mantener el sueño o la presencia de despertares prematuros durante la madrugada. En la mayoría de los casos, el insomnio suele tener una duración de días o semanas. En el segundo caso, el insomnio crónico se puede presentar meses o años de evolución; el punto de corte se suele situar en tres o cuatro semanas. Se caracteriza por despertares frecuentes y dificultad para reanudar el sueño, aunque se diferencia en su duración y presenta una latencia de sueño prolongada. Entre las causas más comunes pueden citarse: dolores, dificultad para respirar, úlceras, asma y otros.
El insomnio puede ser también secundario: a determinados trastornos psiquiátricos (depresión, ansiedad, etc.), alteraciones médicas (dolor), consumo de alcohol y otras sustancias, factores ambientales y otras alteraciones del sueño entre las que destaca: la apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas, movimiento periódico de las piernas, parasomnias, etc.
Alguno de los factores que se han planteado como posible causa del insomnio son los siguientes:
- Síndrome de apnea del sueño
- Movimiento periódico de las piernas
- Síndrome de piernas inquietas
- Depresión y otros trastornos psiquiátricos
- Realizar conductas incompatibles con el sueño como por ejemplo leer o ver la televisión en la cama, hacer ejercicio físico antes de dormir, etc.
- Malos hábitos alimenticios: consumo de café, tabaco, té, chocolate, antes de dormir
- Abuso de fármacos, alcohol y drogas
Hipersomnia ideopática
Es un trastorno que se caracteriza por una somnolencia diurna excesiva que no puede explicarse por un déficit de sueño nocturno. El trastorno aparece entre los 15-20 años y una vez que se establece puede mantenerse a lo largo de toda la vida. A partir de los 50-55 se ha observado que la intensidad de los síntomas disminuye.
Los síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Somnolencia diurna, la cual es más intensa durante la realización de tareas monótonas o aburridas.
- Ataques de sueño
- Comienzo de sueño normal, salvo en algunos casos que aparecen dificultades para conciliar el sueño
- Sueño nocturno muy profundo
- Dificultades para despertarse
- Dolores de cabeza
- Alteraciones sexuales
- Trastornos psicológicos depresivos y neuróticos
Hipersomnia recurrente
El síndrome de Kleine-Levin es un trastorno del sueño que se caracteriza por episodios de somnolencia durante el día, que puede variar semanas, desapareciendo de forma espontánea. El síndrome suele comenzar en la adolescencia, siendo además más frecuente en varones que en mujeres. Aunque su etiología es más bien desconocida, el 50% de los casos, se han encontrado, días antes de la aparición del primer episodio de hipersomnia, procesos gripales o infecciones de las vías aéreas superiores.
Los síntomas más frecuentes son:
- Episodios de hipersomnia que pueden aparecer de forma abrupta o gradual y que pueden llevar al paciente a dormir más de veinte horas diarias
- Deshibición sexual
- Hiperfagia (consumo de grandes cantidades de comida en un periodo corto de tiempo)
- Irritabilidad
- Depresión
- Alucinaciones
La desaparición de estos síntomas suele producirse después de unos días. El periodo asintomático suele ser variable, oscilando aproximadamente desde unos días o semanas hasta varios meses; durante este tiempo la conducta de estos pacientes es normal y con el tiempo estos episodios disminuyen en frecuencia, duración o intensidad.
Hipersomnia postraumática
Es un trastorno del sueño que ocurre como resultado de una lesión que afecta al sistema nervioso central. Entre los síntomas más frecuentes del trastorno destacan:
- Somnolencia diurna, la cual es más intensa después de la lesión
- Cefaleas
- Déficit de memoria
- Fatiga
- Dificultad de concentración
(extraído de Trastornos del sueño / Gualberto Buela-Casal, Ana Isabel Sánchez, 2002)