¿Se ha sentido alguna vez humillado por el comentario hecho por alguna persona sobre su físico, su forma de vestir, su estilo de vida, sus maneras, su trabajo o su forma de hablar? Estas humillaciones acaso le han hecho sentirse deprimido, avergonzado, sin valor alguno, incompetente o incapaz aun cuando estas características no le describan
Tipos de humillaciones
Los cuatro tipos que existen son:
- Verbal directa
- Verbal indirecta
- No verbal
- Infligida a uno mismo
Humillación verbal directa. La verbal es quizá la más fácil de identificar debido a que va dirigida directamente a usted.
¿Cómo responder?
- Permita que la persona hable de sus sentimientos
- Si está enfadada la otra persona, admítalo
- Diga que comprende cómo se siente su interlocutor. Utilice palabras como entiendo o veo que estás disgustado
- Pide una aclaración si es necesario
- Actúe con asertividad ante la reacción de su interlocutor explicando lo que siente acerca de su comportamiento
- Haga una afirmación corta con objeto de dar por zanjada la situación
Humillación verbal indirecta. La clave reside en determinar la verdadera intención de la otra persona
- Pida una aclaración
- Utilice afirmaciones como: No entiendo lo que quieres decir
- Haga preguntas como ¿Qué estás diciendo?
Humillación no verbal. Resulta más difícil de proceder ante las humillaciones no verbales porque tal vez cueste comprender el mensaje no verbal. En vez de tener que proceder ante las palabras, puede ser que tenga que actuar ante una mala cara, una sonrisa maligna o un suspiro.
¿Cómo proceder?
- Pedir una aclaración siempre que no se comprenda una expresión no verbal
- Utilizar afirmaciones en primera persona (empiece con la palabra yo, exprese sus sentimientos, identifique el comportamiento y lo que desea en ese momento en adelante)
Humillación infringida a uno mismo. Implican la existencia de un monólogo interno negativo. Los conflictos internos y las dudas sobre uno mismo pueden dar como resultado dicha conducta. En este caso, usted se convierte en su peor enemigo interesando dichos pensamientos negativos. Debe tener cuidado y practicar el habla interna positiva. Sea honesto, abierto y directo consigo mismo y sea asertivo en sus pensamientos, en sus sentimientos y necesidades.
Cuando responda a halagos:
- No se apresure en devolver el mismo
- Piense en éste; luego, responda directa o indirectamente a través de su lenguaje corporal
- Sonría y establezca un buen contacto visual
- Las humillaciones le dejan avergonzado, le hacen sentirse poco apto y deprimido. Fomente su autoestima procediendo ante las mismas con asertividad.
(información extraída de Haga oír su voz sin gritar / Nelda Shelton y Shanon Burton, 2004)