La obesidad: causas y consecuencias en la salud

La obesidad que puede afectar a personas de cualquier edad y a los dos sexos por igual, se define en términos médicos considerando que una persona es obesa cuando su peso supera en un 20% el establecido en las tablas estándar de talla-peso-edad.

El problema alcanza un grado tal de difusión en el mundo occidental que, en algunos países, más de la mitad de la población padece un exceso de peso y aunque no se pueda considerar como una enfermedad en sí misma, la obesidad es un factor de riesgo, es decir, causa directa o indirecta de numerosas dolencias y del agravamiento de otras muchas.

Causas

El origen más habitual de la obesidad se encuentra en el hecho de “comer demasiado”, entendiendo por ello el consumo de mayor cantidad de alimentos de los que el organismo utiliza. La cantidad de calorías que consume una persona depende de su trabajo, de su talla y de su constitución física; si los alimentos ingeridos no alcanzan a cubrir las necesidades calóricas consumidas, el organismo las extrae de sus reservas de grasa y el individuo en cuestión adelgaza. Por el contrario, si se toma alimento en exceso, el sobrante que no se haya quemado en calorías se convierte en ácido graso, que pasan a formar parte del tejido adiposo subcutáneo, apareciendo entonces la obesidad.

Existe cierta predisposición hereditaria por la que algunas personas tienen tendencia a ganar peso con mayor facilidad que otras; ello se debe sobre todo a su metabolismo.

Otra causa de obesidad se encentra en los hábitos familiares y en los patrones de conducta. Algunas familias, lejos de seguir una dieta equilibrada, tienen por costumbre hacer comidas copiosas y muy abundantes en componentes grasos y muy enérgicos, lo que se convierte en un hábito para todos sus integrantes, que lo mantendrán durante toda su vida. Esto afecta más a los niños cuando la madre desconoce lo que debe ser una dieta equilibrada y mantiene la antigua y errónea creencia de que cuanto más engorde su hijo más saludable estará.

Existen motivaciones de origen psíquico y factores emocionales que también son causa de la aparición de la obesidad. Las personas que sufren una depresión u otras alteraciones psíquicas o emocionales tienen tendencia a buscar cierta compensación en la comida, ingiriendo una cantidad de sustancias alimentarias superior a la que precisan. Cuando, debido a esta actividad, engordan, se encuentran en un callejón sin salida, pues ello es motivo de depresión, preocupación o angustia, lo cual les inducirá a seguir comiendo demasiado para aliviar su tensión emocional.

Asimismo, debe considerarse que hay un limitado número de causas de obesidad que son de origen orgánico, como las enfermedades de origen metabólico causadas por el funcionamiento insuficiente de la glándula tiroides, o la hiperfunción de la tiroides. La diabetes no controlada también puede ser causa de obesidad.

Complicaciones

Son numerosas las complicaciones que acechan a las personas obesas. En primer lugar, el sobrepeso implica una carga adicional para las articulaciones de la espalda y de las rodillas, principalmente, que con el tiempo puede provocar osteoartritis y osteoartritis. También es frecuente la formación de pies planos, pues el arco plantar tiende a reducirse bajo la acción de un peso excesivo.

En casos de obesidad acusada, pueden producirse infiltraciones de grasa en los músculos abdominales, lo cual dificulta los movimientos del diafragma y causa insuficiencia respiratoria. Las personas obesas acostumbran a tener un índice de colesterol elevado, de cálculos en la vesícula biliar y favorece el engrosamiento de las arterias, y con ello, la probabilidad de padecer accidentes cerebrovasculares y trombosis coronarias.

Por otra parte, la obesidad supone una sobrecarga para el sistema cardiocirculatorio, hecho especialmente importante en el caso de que exista algún tipo de patología cardiaca

Tratamiento

El tratamiento más razonable para evitar la obesidad consiste en someterse a un régimen dietético de adelgazamiento (hipocalórico) y, una vez alcanzado el peso adecuado a su edad y constitución, mantener una dieta equilibrada. Ello exige una fuerza de voluntad notable, pues en muchos casos deben eliminarse hábitos alimentarios muy arraigados.

De todos modos, sirve de gran ayuda la espectacular mejora que observa el afectado en su forma física cuando consigue perder el sobrepeso que le agobia. Son desaconsejables, por los riesgos que entrañan y los indeseados efectos secundarios que puedan causar, los tratamientos consistentes en la administración de fármacos que inhiben el apetito (como, por ejemplo, las anfetaminas), así como las intervenciones quirúrgicas que están destinadas a reducir la absorción de los alimentos en el intestino.

(información extraída de Guía medica familiar, 1994)

1 comentario en “La obesidad: causas y consecuencias en la salud”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *