Si bien es cierto que todas las personas sufren miedos y obsesiones en mayor o menor medida, la mayor parte de la gente consigue dominarlos sin que afecten en demasía su actividad diaria ni su estructura mental.
No obstante, en algunas personas predispuestas, la ansiedad adquiere una intensidad considerable y llega a marcar sus pensamientos y sus comportamientos. Existe cierta predisposición a sufrir una neurosis en las personas hipersensibles, con una emotividad superior a la normal, por lo general, con un acusado sentido de culpabilidad y que se sienten muy afectadas por las tensiones emocionales y por los hechos impactantes, como disgustos, peleas, accidentes o por hechos o circunstancias banales a los que ellos otorgan mayor importancia de la que en realidad tienen y que les causan una fuerte alteración psicoemocional.
Causas
Por lo general, una neurosis se desarrolla o aparece en un individuo debido a situaciones o hechos que crean en él fuertes tensiones emocionales, pero casi siempre a esto se suma una cierta predisposición caracterológica. Está comprobado que la emotividad exagerada se puede adquirir a través de la educación de unos padres también muy emotivos. El individuo crece y se educa en un ambiente familiar proclive a las reacciones neuróticas ante situaciones tensas o emotivas y, por imitación subconsciente de los comportamientos paternos, se desarrolla de este modo una personalidad potencialmente neurótica, que se desencadenará cuando se encuentre en situaciones de fuerte tensión emocional
Tipos
Existen diversos tipos de neurosis, pero de ellos cabe destacar los más frecuentes
Las fobias consisten en un miedo desproporcionado a determinadas situaciones, como el miedo a la oscuridad, a los espacios abiertos (agorafobia), a los lugares cerrados (claustrofobia); también el miedo a determinados objetos, de hecho, inofensivos y a algunos animales (gatos, arañas, pájaros, etc.). En tales casos, la persona afectada se da cuenta y acepta de modo racional, la inocuidad del objeto de su miedo, pero, no obstante, se siente incapaz de vencerlo.
La hipocondría es la neurosis por la que una persona siente miedo insuperable de estar enfermo, cree padecer enfermedades imaginarias y se preocupa de un modo obsesivo por su salud, más allá de todo razonamiento.
Las neurastenias, en las que el individuo muestra una fatiga y una debilidad crónicas, y una irritabilidad continua.
La neurosis de ansiedad se presenta en aquellas personas que manifiestan una continuada sensación de exaltación física y psíquica que puede ser tolerada y deseada por el sujeto casi como una forma habitual de vida, hasta que, al ocurrir algún suceso que les produce una tensión emocional añadida, la ansiedad se hace insoportable.
La neurosis histérica es una forma de neurosis en la que el paciente puede sufrir sonambulismo, amnesia, parálisis o anulación de alguno de los sentidos (ceguera o sordera histérica), de forma temporal e impredecible, sin que exista ninguna lesión orgánica que lo justifique, para estos casos, las cosas ocurren como si el subconsciente del individuo actuara para defenderse de una situación insoportable, negándose a ver, oír o sentir aquello que le resulta doloroso.
Obsesiones
Las obsesiones constituyen una forma especial de neurosis. La neurosis obsesiva consiste en la formulación de un pensamiento que se presenta de forma repetitiva y persistente, sin que el individuo pueda apartarlo de su mente. El pensamiento obsesivo puede adoptar diferentes formas.
La duda obsesiva aparece cuando el individuo no puede convencerse de haber realizado un acto determinado, tal como cerrar la llave del gas o la puerta del piso, y de forma reiterada se siente obligado a cerciorarse de ello una y otra vez.
El pensamiento obsesivo es aquel en el que la persona afectada realiza un discurso interminable, y con frecuencia cíclica, de forma reiterada, sin que ello le permita llegar a ninguna conclusión práctica ni desviar su atención del tema, lo que le impide centrarse en otros pensamientos o acciones. Cuando el individuo afectado se halla en un estado depresivo, con frecuencia los pensamientos obsesivos giran en torno al tema de la muerte y el suicidio.
Compulsiones
La compulsión es un acto que se realiza con frecuencia y de manera repetitiva, a modo de ritual, con el fin de reducir la tensión emocional y aliviar la ansiedad.
En muchas ocasiones, los actos compulsivos son en sí, actos normales y habituales, como el hecho de lavarse las manos o de colocar en orden los objetos que se hallan encima de la mesa, pero lo que los convierte en compulsión es el hecho de presentarse de forma reiterada, con una frecuencia anormal y que sean vividos por el sujeto como algo cuya realización es ineludible.
Tratamiento
Casi todas las personas tienen un comportamiento neurótico en algún aspecto de su conducta: el orden o la limpieza exagerados, la preocupación excesiva por la salud o la alimentación, la tendencia a preocuparse y a polarizar la atención en ciertos hechos o circunstancias, entre otros. El problema se presenta cuando la neurosis alcanza tal grado de desarrollo que imposibilita al afectado para realizar los actos cotidianos más habituales o bien cuando compromete su relación y convivencia con otras personas, en tal caso, es aconsejable que se someta a un tratamiento.
En principio, casi todas las neurosis responden bien a un tratamiento. Éste se orienta sobre todo a reducir el grado de tensión emocional de la persona afectada, enseñándole a relajarse y a adoptar actitudes constructivas. Asimismo, puede ser útil la administración de medicamentos sedantes o ansiolíticos, y de psicoterapia.
(extraída información de Guía médica familiar, 1994)